A partir del 2016, las familias afectadas por el aluvión del Norte Chico recibirán casas de madera, de tipo modular, cuya edificación es más rápida que una construcción tradicional, de hasta tres pisos. Gracias a un convenio firmado entre el ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Centro de Innovación de la Madera (CIM) de la Universidad Católica, más de 350 familias habitarán estas viviendas, que serán parte de los primeros barrios solares de Chile.

Las casas a las que llegarán las familias de Chañaral y El Salado el segundo semestre del próximo año, contemplan el uso de energía eléctrica proveniente de paneles fotovoltaicos; la obtención de agua caliente sanitaria y de calefacción de sistemas solares térmicos y además las aguas servidas serán recicladas para ser usadas en riego.

"Tenemos un plan de trabajo de tres meses, donde trabajaremos con las comunidades para recibir las demandas específicas de distribución interior, como por ejemplo aquellas con familias con niños, que es distinta de aquella que vive con adultos mayores, y adaptar estas casas, dado que son sistemas industriales prefabricados para las demandas específicas de estas familias", dijo Juan José Ugarte, director del CIM.

La idea del proyecto, que primero beneficiará a los damnificados del aluvión, pero la idea es que se edifique en diferentes regiones del país, es cambiar el concepto de vivienda sustentable a barrios eco-sustentables, lo que supone áreas verdes, huertos comunitarios, sectores para el reciclaje, pavimentación permeable para ciclovías, y veredas con luminaria eficiente. Es decir, todo un sistema integrado de eficiencia energética y cuidado ambiental.

“Esperemos que optimice sustantivamente las oportunidades de mejorar la calidad y accesibilidad de la vivienda social nueva, y de la reposición de las vivienda deterioradas. Además, tiene un adicional que hoy nos permite enfrentar con mayor calidad y prontitud el plan de reconstrucción de Atacama”, señaló la ministra de Vivienda, Paulina Saball, al informar sobre el proceso.

A fines del mes de junio, cuando se cumplieron poco más de 90 días de la catástrofe, el gobierno, a través del ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, confirmó que se acabó la etapa de emergencia. Esto dio paso al comienzo la reconstrucción definitiva en materia de infraestructura general, lo que se entiende por alcantarillados, caminos, carreteras, canales de regadío y viviendas.

Los aluviones que afectaron a la región de Atacama dejaron 3.347 casas con daño menor, 2.736 con daño mayor y 1.048 destruidas. Hasta ahora, se han levantado 1.260 viviendas de emergencias y se han construido solo 941.

La tragedia dejó 15 mil damnificados, 28 personas muertas, 14 denuncias de presunta desgracia y una reconstrucción cifrada en más de 2 mil millones de dólares.