Este sábado se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) convocó a la décima marcha por la igualdad. Esta vez el mensaje de lucha principal es la necesidad de que en Chile exista una Ley de Identidad de Género, que permita a las personas transexuales inscribirse en el Registro Civil con el nombre y sexo de elección.
Como todos los años, miles de personas, entre los que figuran gays, lesbianas, transexuales, heterosexuales y familias completas, saldrán a manifestar a Plaza Italia su apoyo a la integración, tolerancia y al respeto por la diversidad sexual; condenando la homofobia, la lesbofobia y la transfobia, la que por ejemplo el año pasado dejó a cinco personas fallecidas por el simple hecho de tener una orientación sexual diferente.
Conversamos con Tomás Ojeda, psicólogo clínico, docente de la Universidad Alberto Hurtado, que ha trabajado profundamente por la educación hacia la diversidad sexual, sobre el escenario de Chile en cuanto a la integración. Nos dijo que en los últimos cinco años se ha avanzado mucho legal y socialmente al respecto, que la sociedad está preparada y abierta a discusiones y que la Iglesia Católica también ha ido evolucionando en eliminar prejuicios y promover la aceptación, el respeto y la integración homosexual.
“El antes y el después de Chile fue sin duda el asesinato brutal de Daniel Zamudio. Para el país fue una cosa paralizante, que sensibilizó a todos, injusto sí, porque ya existían muchos casos de homosexuales asesinados y golpeados violentamente en otros contextos de la historia, y el país no logró moverse de la misma forma. Pero creo que con Zamudio las condiciones eran distintas, había una mayor toma de conciencia de la sociedad en general de la exigencia de los derechos. Desde las marchas de los pingüinos y todo el tema educacional, el país ha estado mucho más sensible a temáticas con las que antes no lo eran y la diversidad sexual empezó de a poco a instalarse en la opinión pública”
“Lo de Daniel da un vuelco importante en la legislación del país, y además muestra a un gobierno de derecha que aparece muy cercano a estas causas, porque acordémonos que fue el gobierno de Piñera el primero en incluir en su programa de gobierno lo que en ese momento era el Acuerdo de Vida en Pareja, hoy Acuerdo de Unión Civil (AUC). También fue Piñera el que habló de las diferentes formas de familias, lo que de alguna forma sorprendió al sector más tradicional”.
“También creo que la irrupción en el espacio de la Fundación Iguales agregó cierta novedad al movimiento homosexual, en el que existía un cierto desgaste de las vocerías homosexuales que no estaban llegando tanto a la ciudadanía. Había un sector importante que no estaba participando, vinculado al sector más acomodado, quienes logran sumarse a una causa de la que por mucho tiempo se mantuvieron al margen.
“Otro hito importante fue cuando Pablo Simonetti va a Tolerancia Cero a contar su testimonio. Así se comenzaron a sumar nuevas voces, y se logró que la causa homosexual fuese transversal en la ciudadanía, que no distinguiera clases, poder estar marchando juntos gente que vive en La Dehesa, en distintas comunas, no es sólo una causa homosexual”.
“Lo que uno más observa hoy es que la sociedad civil se ha ido abriendo cada vez más a estas temáticas. Se está tematizando en casi todos los medios de comunicación, está entrando en los colegios, está permeando un montón de cosas donde antes no era posible verlo”.
“Sigue persistiendo en el imaginario colectivo la idea de que las iglesias cristianas y la católica en particular siguen resistiéndose, manteniendo posturas respecto al matrimonio y las personas que son del siglo XIX, donde en temas doctrinales, desde el magisterio también de la iglesia, no se ha sabido incorporar los avances de la ciencia. No ha sabido dialogar del todo con la experiencia humana de personas concretas que han tenido que vivir su fe o su sexualidad al margen de su pertenencia a la iglesia, y eso ha sido muy doloroso para personas que se han visto en la necesidad, casi por sobrevivencia, de irse de las iglesias, de abandonar sus credos, de experimentarse de adultos siendo muy críticos, negando su pasado creyente, desconfiando de cualquier intento de la iglesia de querer avanzar en estas temáticas”.
“De alguna manera yo creo que el Papa Francisco ha sido fundamental en la apertura del tema. Lo que hizo fue arriesgarse con esta pregunta que dio la vuelta al mundo: ¿Quién soy yo para juzgar a un homosexual?, fue el primero en introducir palabras y conceptos para nombrar a los homosexuales que nunca ningún papa o ninguna autoridad religiosa había hecho en público con tal decisión. Es el primer Papa que utiliza la palabra gay por ejemplo. Y el uso de la palabra gay te da a entender que es un papa que está dialogando con el mundo, que está al día con los temas y conceptos de hoy. Hay un cambio semántico que da cuenta de que hay una apertura a dialogar, a poner a la persona en el centro antes que la doctrina y la norma. Eso ha permitido que los sectores más conservadores de la iglesia y muchos católicos empiecen a tener una aproximación al tema distinta, que deja de ser teórica, que deja de preocuparse por el tema del pecado, que deja de ver maldad en situaciones humanas que son muchísimo más complejas”.
“Y en relación a Chile, uno ve esfuerzos importantes. Por ejemplo, cuando murió Wladimir Sepúlveda, un chico homosexual de Rancagua que fue brutalmente agredido por su orientación sexual y el funeral fue presidido por el Obispo Goic, quien hizo un pronunciamiento inédito. Por primera vez un obispo habló y condenó las expresiones homofóbicas diciendo: cualquier conducta homofóbica va en contra de la persona de Jesucristo, y si nosotros creemos en Jesús y en el evangelio, no debiésemos dar pie a que este tipo de prácticas se alojen entre nosotros. Entonces es inédito porque da a entender que el cristianismo no debe prestarse para crímenes de odio, discursos de odio y discriminaciones injustas y eso fue súper valorado”.
“Se han empezado a visibilizar testimonios de personas, laicos, muchos de ellos gays o lesbiana que han hecho visible su diferencia con la doctrina, han hecho públicas sus experiencias de vida, y yo creo que eso también le ha dado rostro a una realidad que antes era teórica. Aquí el sujeto homosexual tiene una historia, una familia, un proyecto de vida, tiene sufrimiento, esperanza, etc., y eso hace que el juicio no sea tan fácil de emitir. Hoy yo no puedo decir con tanta libertad que los homosexuales son pervertidos, enfermos o que son pedófilos porque en realidad estamos todos más sensibles. Eso ha obligado a que muchos sean más prudentes en sus juicios, ha liberado la palabra, los curas también se están arriesgando más, y creo que la autoridad del Papa Francisco lo ha permitido, porque la iglesia es muy jerárquica, entonces lo que dice el jefe va a permitir que el resto se sienta más libre. Hay un cambio que la sociedad civil también lo ha recibido bien”.
Tomás nos cuenta que desde hace un tiempo por temas profesionales y por interés personal, ha estado bien avocado al trabajo de sensibilización y de formación a profesionales en temas de diversidad sexual. En conjunto con María Isabel González, una enfermera matrona que trabaja en consejería adolescentes GLBT y que está detrás del sitio web Joven Confundido, el que busca proveer de información a jóvenes con dudas sobre su orientación sexual; y junto al sacerdote jesuita Pedro Labrín, se constituyeron como un equipo para trabajar en estos temas en colegios e instituciones educativas.
Hasta el minuto, han estado trabajando en talleres con colegios católicos, vinculados a la red educacional ignaciana, como el San Ignacio del Bosque y las Monjas Inglesas; en los que se proponen distintas maneras de pensar el tema de la diversidad sexual para trabajarla a temprana edad desde los colegios. En primera instancia se está introduciendo la temática a los profesores y directiva, para luego incorporar a los apoderados, y finalmente ingresarlo a las salas de clases de teología, historia y horas de jefatura.
“Hoy en día todos los colegios tienen políticas de inclusión por temáticas distintas a la diversidad sexual. Por ejemplo, el tema del bullying, las necesidades educativas especiales y otras cosas más. Entonces hay muchos colegios que trabajan hace mucho rato el tema de la inclusión y el respeto a la diferencia. Si el colegio se adhiere a este principio, por qué no incorporar las diversas formas de ser, las diversas formas de amar, las diversas formas de familia que existen”.
“Hay muchos prejuicios y mitos que nosotros al presentar el tema en los colegios, los visibilizamos. Por ejemplo, el clásico de creer que la homosexualidad se contagia o se pega. Uno ve que los papás de un niño muy chico que juega a juegos típicos de mujeres o prefiere ciertas cosas, piensan que eso lo podría llevar a ser homosexual. O niños que dicen que se quieren casar con sus compañeros hombres, o que llegan y les dan un beso en la boca a sus compañeros hombres. Muchas veces eso responde a porque en la casa se dan besos en la boca o porque le tiene tanto cariño a su compañero que lo abraza y quiere estar con él, pero no hay nada en la infancia que permita definir el destino del niño en materia sexual. Uno ve conductas, prácticas, preferencias, pero uno no puede diagnosticar identidades, estilos de vida. Eso es un misterio y ahí uno tiene que acompañar”.
“Como colegio se debe velar por el bienestar de los niños, y como educador obviamente voy a querer que los niños sean felices, y si alguno de mis alumnos llegara a estar confundido con su identidad sexual, ojalá no convertirme en un obstructor, sino en un posibilitador de que eso pueda ser vivido íntegramente con perspectiva de felicidad”.
“Un elemento pedagógico útil para tratar el respeto por la diversidad con niños, es tratarlo desde la pre básica, incorporar la diversidad sexual. Hay muchos mitos de que la ideología de género viene a conquistar los colegios y a adoctrinar y disciplinar a los niños en una determinada manera de pensar. Y lo cierto es que un niño de 3 años o 5 años no habla de homosexualidad o heterosexualidad, ni de género. Uno habla de otras cosas. Los adultos suelen asustarse, por ejemplo, en los colegios se escucha mucho como okey esto está bien en el nivel de adultos y en la media, pero me da susto exponer a mis hijos chicos a esto. Entonces hay un montón de mitos que se activan con estas cosas. Pero en mi experiencia, veo cómo el tema los niños lo entienden perfectamente. Basta con basarse en que el amor se basa en el respeto y en el cuidado por el otro. Nada más. El problema es cuando el adulto introduce juicios, valoraciones y calificativos que confunden a los niños. Por ejemplo, yo puedo enseñarle a los niños en el colegio que el amor entre dos hombres es algo totalmente normal y cuando llega el niño a la casa y le comenta al papá, este le dice: ay pero si esos son unos maricones o eso es raro. Y ahí al niño se le produce una confusión, y es el juicio del adulto el que termina formando la valoración que el niño tiene de la realidad”.
A fines del 2010 nació en Chile la Pastoral de la Diversidad Sexual como parte de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX), la que reúne a lesbianas y homosexuales católicos y a sus familias a reflexionar sobre la fe y la homosexualidad. Bajo la guía de tres religiosos que acompañan sus procesos, los ayudan a aceptarse tal como Dios los hizo, sin por ello renunciar a su sexualidad, o verse obligados a dejar la Iglesia.
El equipo de religiosos y laicos a cargo de los grupos de la Pastoral son: el sacerdote jesuita Pedro Labrín, la religiosa del Sagrado Corazón María Eugenia Valdés y la laica Pilar Segovia, quien acompaña al grupo de padres.
Además de realizar un acompañamiento espiritual a personas homosexuales de todo tipo de edades, se ofrece un espacio abierto a padres y madres de hijos e hijas con orientación o identidad sexual distinta.
En un reportaje que salió el año 2013 en la revista Paula, el sacerdote Pablo Romero dijo que “la pertenencia a la Iglesia es un regalo que se transmite por medio del bautismo. A la Iglesia no se pertenece por la adscripción a un reglamento de club, ni se pierde o se gana la condición por méritos”. “La Iglesia y el Evangelio son cosas mucho más ricas que un conjunto de normas y preceptos. De hecho, el núcleo, el corazón de la Iglesia y del Evangelio, es una oferta de sentido, de amor y plenitud. Es un desafío para la Iglesia no situarse solamente respondiendo amenazas respecto de lo que se ha pensado históricamente, sino poder descubrir en la cultura actual nuevas luces, nuevas miradas y nuevas riquezas que antes no se estaban mirando”.
En el mismo reportaje el sacerdote Pedro Labrín menciona que “el contacto con estas realidades nos acerca a lo que expresó recientemente el Papa Francisco, invitándonos a que los cristianos nos preocupáramos más de salvar a las personas que de salvar las ideas. Como Iglesia históricamente hemos sido súper fieles a la defensa de las ideas, pero nos ha costado ser fieles con las personas. No nos cabe la menor duda de que si Jesús estuviera hoy, estaría del lado del mundo de la diversidad sexual”.
La experiencia de la Pastoral permitió que el sacerdote Pedro Labrín fuese protagonista de la campaña de la, que busca prevenir el suicidio de adolescentes , lesbianas y gays, bisexuales y transexuales y el bullying homofóbico; con un video publicado online que hace un llamado a jóvenes homosexuales a aceptarse tales y como son.
Asimismo, la Fundación Todo Mejora publica constantemente videos propositivos y de apoyo de distintas personas homosexuales o heterosexuales, líderes políticos, escritores, actores, entre otros.
Según Tomás Ojeda, hay que ser optimistas con el futuro de Chile en relación al respeto por la diversidad sexual, ya que las encuestas han sido positivas, el AUC fue uno de los proyectos mejor evaluados por la ciudadanía, la sociedad ya ha empezado a castigar la homofobia y hacer suya también la lucha por la integración y tolerancia.
“Con la reforma educacional y con los distintos artículos que se han ido votando, se ha ido abriendo cada vez más a que los colegios sean sensibles a esta temática. La ley Zamudio ha ayudado mucho a que los colegios ya no hagan discriminaciones arbitrarias por ejemplo. Antes había colegios que podían despedir alumnos porque eran homosexuales, o que discriminan el ingreso de familias homoparentales. Eso, si la ley se aprueba tal cual como se está discutiendo, no va a ser posible en un futuro. Entonces los colegios, de manera tardía, se han ido abriendo a esto, han ido modificando sus planes de educación sexual también”, asegura Tomás.
El sicólogo considera que aún falta mucho camino por recorrer, que persisten numerosas aprensiones. “El argumento de que los colegios no están preparados, de que los adultos no están preparados para hablar, que el país no está preparado, permite que nunca avancemos. Yo creo que es una excusa simplista para no querer hacerse cargo del problema porque se tiende a complejizar. Yo lo veo en los colegios, cuando los apoderados y los profes se complican, hay un montón de temores relacionados a estos temas y hay que entender que no porque empecemos a hablar de homosexualidad en los colegios, van a haber más niños gay. Eso no pasó con los temas de suicidio. Antes no se podía preguntar porque se temía que se pudiera inducir. Se acabó con el mito de que al hablar de abusos sexuales en los colegios, van a empezar a aparecer víctimas, el tema de la educación sexual por miedo a que inicien sus relaciones antes de tiempo. Hay mucho temor y victimización de ese temor para lograr los avances”.
“Son aprensiones entendibles. Yo soy contrario a pasar una máquina aplanadora y someterlos a todos a estas cosas, pero sí me opongo a que la resistencia sea a no hacer nada. Se sigue educando a los niños con el concepto de familia tradicional, que no es la realidad de un país donde el porcentaje superior lo llevan familias monoparentales. Hay que incorporarlo, porque de lo contrario siempre terminan siendo una excepción. Entonces si un colegio tiene una familia de papás gay, van a ser siempre el caso especial. Es lo que pasaba cuando se discutió la ley de divorcio, era un tabú reconocer que uno era hijo de papás separados o que los papás que se separaban reconocieran públicamente que estaban separados. En los colegios tampoco lo hablaban, entonces si eso nos costó con el divorcio, yo entiendo que nos cueste con la homosexualidad, pero yo esperaría que podamos aprender de la experiencia, y si vimos que el divorcio no destina el futuro de los hijos, tampoco debiese pasar con una familia de dos padres del mismo sexo”.
La Marcha por la Igualdad convocada por el Movilh, y apoyada por Fundación Iguales, Rompiendo el Silencio, el Movimiento LGBT y el Movimiento por la Diversidad Sexual (MUMS); se realizará mañana desde las 14:00 hrs, en Plaza Italia, y se hace un llamado a condenar la discriminación, los crímenes de odio y los abusos contra los transexuales. Y además se celebrará la promulgación del AUC, cerrando la marcha con artistas como Santa Feria, Gia, Asteroide, Mr. Androide, Pilar Aragón y Namuel.