El 2 de diciembre pasado, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo anunció que este 2015 se iniciará el proceso de elaboración de una nueva Constitución Política para Chile, una de las promesas de campaña de la presidenta Michelle Bachelet, con el fin de reemplazar por completo la Constitución de 1980, cuyo origen es percibido como ilegítimo por parte de sus detractores, por haber sido elaborada en plena dictadura, fuera de todo contexto democrático; esto, pese las múltiples reformas de que ha sido objeto. 

La idea se fundamenta, además, en la visión de que estaría obsoleta en muchos de sus temas que no se han actualizado acorde a las transformaciones sociales y culturales que ha experimentado el país. Esto perjudicaría directamente la legislación en temas tan relevantes como la educación, el trabajo, la protección social, los derechos de la mujer, entre otros, por lo que las actuales autoridades buscan reformar o definitivamente redactar de cero la actual Constitución.

Como se mencionó anteriormente, desde su publicación en 1980, se le han aplicado numerosas reformas. En 1989, 1991, 1994, 1997, 1999, 2000, 2001, 2003, 2005; esta última impulsada por el entonces presidente Ricardo Lagos Escobar, convirtiéndose en la más importante, ya que se modificaron 58 artículos, dentro de los cuales los más significativos fueron: la eliminación de senadores designados y vitalicios, la reducción del mandato presidencial de 6 a 4 años, la facultad de remoción a los Comandantes en Jefe del Ejército, entre otros. Y así, año a año, se han seguido realizando modificaciones menores.

Hoy el país se encuentra en plena discusión sobre la posibilidad de llevar a cabo una Asamblea Constituyente con el fin de cambiar nuestra Carta Fundamental para hacerla democrática, permitiendo la participación de los ciudadanos en la redacción y debate de ésta, a través de la elección de representantes. Esta solución no ha sido validada por la mandataria, que se ha limitado a declarar que el proceso será "participativo", sin especificar el cauce que tomaría este proceso, aunque enfatizando que seguirá un camino institucional.

Bajo este contexto es que el ex presidente Ricardo Lagos, propuso esta semana una nueva idea: invitar a las personas a compartir sus ideas, generar discusión y debate sobre lo que esperan para una nueva Constitución en Chile a través de un sitio web. ¿El fin de esta iniciativa? Incentivar la participación ciudadana, escuchar lo que realmente preocupa a los chilenos y lograr una ciudadanía más informada.

“Tu Constitución: tus sueños, nuestro futuro”

“Tu Constitución”es el nombre del sitio web que el ex Presidente Ricardo Lagos, junto Fundación Democracia y Desarrollo, la que preside, presentó esta semana para fomentar la participación ciudadana, permitiendo que los ciudadanos propongan ideas y conceptos en la plataforma, que posteriormente podrían incorporarse en una nueva Constitución. La idea es que la plataforma permanezca activa por los próximos 10 meses para luego armar las conclusiones y entregarlas al Gobierno.

“Esto es lo que hoy nos permite hacer la tecnología y que ayer no era viable. Deberemos aprovechar los avances del nuevo siglo para enriquecer la participación ciudadana”, declaró Lagos, agregando que “esto va a ser un complemento, un elemento más, que puede contribuir en el proceso institucional, y de ayuda al gobierno, al Parlamento y a las instituciones que surjan para discutir una Constitución".

Entre los creadores del sitio web destacan los abogados constitucionalistasFernando Atria (PS), Francisco Zúñiga (PS) y Patricio Zapata (DC), promotores de una nueva Constitución durante su participación en la campaña presidencial de Michelle Bachelet, quienes fueron reclutados por Lagos para este proyecto. Además de el subdirector del Centro de Estudios Públicos (CEP),Lucas Sierra; ex asesor de la campaña de Andrés Allamand y actual coordinador de políticas públicas de Libertad y Desarrollo, José Francisco García; el ex subsecretarioJorge Correa Sutil (DC); y el abogadoJaime Bassa, integrante del grupo que impulsó una campaña para marcar el voto con “AC”.

Este equipo tendrá la misión de transformar a un lenguaje constitucional, respecto a los derechos y deberes, las opiniones vertidas por la ciudadanía en la plataforma, que derivará en un documento que sintetice las conclusiones del proceso.

¿Cómo funciona el sitio web?

Para participar de las discusiones, enterarte de los conceptos que van surgiendo, proponer nuevos temas, responder encuestas, hay que registrarse en el sitio, ingresar tus datos, biografía y automáticamente se te abre la posibilidad de: enviar una idea, crear un grupo, sumarte a una conversación, entrar a un debate, votar por encuestas y/o enviar tus sueños país.

Además, el sitio te da la opción de recibir notificaciones de seguimiento por correo electrónico y de recibir correos electrónicos de aviso de respuestas a comentarios, con el fin de que tu tema no quede sólo en un comentario al aire, sino que exista una verdadera conversación al respecto.

A la fecha los temas que se están tratando en la plataforma son: derecho a aborto sin excepciones, referéndum revocatorio (que la ciudadanía tenga el poder de destituir a los políticos, si éstos no cumplen sus promesas), Tribunal Constitucional, creación de un Ministerio de Protección Civil, Pueblos Originarios, debates sobre derechos civiles, sociales y políticos, entre otros.

La primera encuesta que está disponible para votar es: ¿Cree que las autoridades elegidas por voto popular deben ser reelectas?.

Por otro lado el sitio cuenta con información respecto a todas las Constituciones que ha tenido Chile y con las noticias que van surgiendo en los medios al respecto.

Constitución participativa - El (casi exitoso) ejemplo de Islandia

Lo que Lagos está proponiendo como ejercicio de participación ciudadana, Islandia lo hizo, pero llevándolo hasta sus últimas consecuencias. Se invitó a que la nueva constitución del país fuera redactada por sus mismos ciudadanos, en un proceso de "crowdsourcing", convirtiéndose en el primer país del mundo en intentar llevar adelante una iniciativa de este tipo.

¿Cómo surgió esta idea?, en un contexto similar al que está ocurriendo actualmente en Chile. Los islandeses habían perdido la confianza en la política tras la profunda crisis que afectó al país el año 2008, en la que los tres principales bancos se fueron a la quiebra y muchos ciudadanos perdieron sus ahorros durante la Crisis Subprime; lo que desató numerosas protestas ciudadanas. Por otro lado, la Constitución que estaba rigiendo era la misma que tenían desde que obtuvieron en su independencia en 1944, y sólo había tenido pequeñas modificaciones.

Entonces, con el fin de frenar el descontento ciudadano, la Primera Ministra de la Alianza Socialdemocrática, Johana Sigurdardottir, propuso la idea de reformar la Constitución con la intervención del propio pueblo islandés.

Para iniciar el proceso popular se convocó una Asamblea Nacional con 950 personas seleccionadas aleatoriamente del registro nacional, de la que surgieron 522 candidatos. Tras celebrar elecciones (se contabilizó una participación del 35% del pueblo habilitado para sufragios) se eligieron 25 delegados de diferentes edades, profesiones, educación y experiencia de vida.

Se les dio un plazo de 4 meses para redactar los nuevos textos. Todos los lunes y martes, tres comités se encargaban de discutir los textos, los miércoles se encontraban en pleno, y los jueves se publicaban las nuevas versiones en Internet. Además había encuentros regulares a los que los ciudadanos podían acudir o, en su defecto, seguir en la red. Las críticas y los comentarios a determinadas partes del texto se recogían y se introducían en el texto de tal manera que los 25 estuvieran de acuerdo. Unas 3000 propuestas de enmiendas llegaron a través de los diversos canales; otras tantas llegaron desde el extranjero.

Pese al poco tiempo que contaban, en julio del 2011, cumpliendo con los plazos, lograron dejar en manos de los funcionarios un borrador de 144 artículos nuevos que cubría los requisitos para llegar a ser la Nueva Constitución de Islandia.

En octubre de 2012, en un plebiscito no vinculante, dos tercios (66%) de la población aprobó el texto, permitiendo al Parlamento empezar a trabajar en el borrador de la nueva Carta Magna.

Sin embargo, el proyecto de ley se estancó en el Congreso luego que sus opositores lograran posponer su discusión hasta el receso legislativo, a lo que siguieron las elecciones parlamentarias de 2013, la cual ganaron los opositores a la reforma. Si bien el proyecto de ley no ha sido formalmente desechado, su avance se detuvo por completo y todo parece indicar que se mantendrá así al menos hasta que sus impulsores retomen el control del Congreso.

¿Qué te parece la idea de hacer participar a los ciudadanos en la construcción de la Constitución?