A pesar de la tremenda inundación que está afectando a la región de Atacama, por la que el Gobierno declaró Excepción Constitucional de Catástrofe, y que ha provocado la muerte de tres personas, 22 desaparecidos y miles de damnificados; expertos aseguran que el temporal no aliviaría la sequía.
Agricultores, parceleros, ganaderos, cabreros, apicultores, crianceros y un sinfín de trabajadores se han visto fuertemente damnificados por la enorme sequía que está afectando de manera crítica a más de la mitad de las comunas de nuestro país (56%) desde hace cinco años. Y es que cuando el agua es el recurso principal de sus producciones, una sequía de este calibre paraliza hasta al mayor latifundista, porque lamentablemente este recurso es insustituible.Sin agua, no hay cultivos, por ende tampoco cosechas; no hay pasto, por ende tampoco ganado. Y lo más grave: miles de empleados del sector agrícola y ganadero, que llevan una vida dedicados a esto, se quedan sin trabajo; viéndose obligados a probar suerte en terrenos completamente desconocidos.
Por otro lado y no de menor importancia, el desabastecimiento que ha generado la sequía para el consumo humano es preocupante. Familias que no tienen agua para el uso diario. Para darse un baño, lavar platos, ropa, e incluso en algunos casos extremos, para beber. Es por esto que actualmente 600 mil personas sobreviven gracias a los camiones aljibe.
Y aunque no todo el país se ve golpeado de la misma manera, el problema nos afecta a todos los chilenos, ya que los precios de los alimentos se han disparado y seguirán haciéndolo, como sucede hoy con el precio de los vegetales (especialmente la palta que está a 3.600 pesos el kilo aprox.) y con la leche.
El problema es grave. Hay comunas que han tenido que llegar a arrancar más de la mitad de los cultivos, realizar podas severas o simplemente abandonar las plantaciones. Como el caso de Coquimbo, la región más afectada por la sequía, que está sobreviviendo con apenas un 6% de la capacidad de agua embalsada. Y respecto al sector ganadero, los pequeños crianceros y lecheros han optado por vender sus animales.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo explicó a El Mercurio, que la sequía ha generado que “de 120 mil hectáreas cultivadas en la región hace cuatro años, hoy sólo haya 53 mil. Asimismo, de las 59 mil personas empleadas en el sector agrícola hace siete años, actualmente quedan sólo 13 mil puestos de trabajo”.
Por esta razón, y bajo la necesidad urgente de ayuda, el Gobierno ha decretado a 194 comunas del país en emergencia agrícola por sequía este último mes. ¿Qué significa esto? Que se les dará prioridad y urgencia a las localidades más afectadas, lo que permite administrar con mayor flexibilidad los recursos disponibles, reasignando lo que sea necesario para atacar el problema, proponiendo respuestas de forma inmediata, como disponer forraje para el ganado, ayuda para los agricultores, priorizar obras de riego, otorgar facilidades de pago, entre otras medidas, como explicó en Emol, el ministro de Agricultura, Carlos Furche.
Se pensó en un momento que esta sequía sería estacional, pero resulta que ya lleva cinco años, las precipitaciones no han retomado su curso normal y ya no hay cómo hacerle frente. Por esta razón los especialistas ya aseguran que este escenario se mantendrá y el país comenzará a cambiar de norte a sur, como está sucediendo ya con el desierto de Atacama que avanza cada vez más (un metro diario) hacia al sur, por lo que se estima que para el 2030 la IV región ya estará incluida en el desierto y para el 2040, el desierto estaría llegando a la RM.
De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) realizó un pronóstico del tiempo ficticio para cada país, mostrando cómo será el clima normal en el año 2050. Para Chile, el informe del tiempo lo animó Iván Torres.
El climatólogo de la Dirección Meteorológica de Chile, Luis Salazar aseguró en entrevista a El Dínamo que el cambio climático en nuestro país se refleja en “la ausencia de precipitaciones o escasez de éstas. También producen un déficit que va entre un 50 y 70% en las aguas superficiales y subterráneas. El cambio climático, además, produce olas de calor por sobre lo normal y aumenta la presencia de fenómenos liberadores de energía en corto tiempo, como las tormentas eléctricas y chubascos intensos”, como el temporal que está afectando a la región de Atacama. Porque al contrario de lo que podría esperarse, la gran cantidad de agua caída no aliviaría la escasez hídrica, como asegura Fernando Santibáñez, bioclimatólogo y director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la U. de Chile a La Tercera, quien agrega que gran parte de esta agua se perderá en el mar por falta de infraestructura y que los daños se expandirán a los cultivos, pudriendo a las frutas.
Y de la mano de la escasez de agua, el impacto climático también afecta al aumento explosivo en el número de incendios forestales, ya que hay miles de árboles que están secos y que son altamente combustibles. Según las cifras que maneja Conaf,4.279 incendios han afectado al país durante el periodo 2014-2015, lo que se traduce en una superficie afectada de 90.120 hectáreas, lo que corresponde a más de la extensión de todo lo que se conoce como el Gran Santiago (867,75 km2). Esto se debe también a que, en comparación con el año pasado, este 2015 hay medio grado más de temperatura y la mínima es un grado más alto.
En todo caso, aún existen escépticos que creen que este es un fenómeno cíclico y natural. Por ejemplo Jorge Carrasco, metereólogo y académico de la U. de Magallanes dijo a La Tercera que “la sequía es más probable que esté siendo forzada por oscilaciones naturales de escala anual y decadal, como la Oscilación Decadal del Pacífico, que en su fase negativa favorece la ocurrencia de La Niña”. Y agrega que no se puede vincular directamente la sequía con cambio climático, pues para ello, el clima que hoy define a un lugar tendría que cambiar.
"No cabe sino asumir la escasez de recursos hídricos como una realidad que vino para quedarse",dijo la Presidenta Michelle Bachelet en su discurso tras reunirse con el comité interministerial para abordar el tema de la sequía.
Ya es una realidad. La sequía crece y sigue sumando nuevos territorios que califican como emergencia. Las zonas más afectadas son las precordilleranas de las regiones de Coquimbo y Valparaíso, la costa de la región del Bío Bío, la costa e interiores de la Araucanía, y la mayor parte de la Región Metropolitana.
Es más, para la zona sur, el verano 2015 es considerado como el más seco en 50 años. Las lluvias promedian un 92% de déficit durante los primeros meses de 2015 en comparación al promedio con años normales. Por ejemplo, la Dirección Meteorológica explicó en El Dínamo, que durante los primeros meses de 2014 en Temuco debía llover al menos 38 mm, y no precipitó. Lo mismo pasó en Concepción y Valdivia, donde se esperaban 16 y 52 mm respectivamente. En Osorno sólo cayeron 1,8 mm de los 50 mm que le correspondía.
Es por esta razón que el problema ya es considerado “tema país”, por lo que el Gobierno informó ayer que se invertirán105 mil millones de pesos para llevar a cabo su Plan Nacional para la Sequía (elaborado por los ministerios del Interior, Agricultura, Obras Públicas, Minería, Energía y Medioambiente), y que está compuesto por una serie de medidas inmediatas, de corto, mediano y largo plazo;las que se implementarán en cada región del país, priorizando las zonas más urgentes.
La presidenta Michelle Bachelet dijo en su discurso “no hay desarrollo ni calidad de vida, sin un uso eficaz y sustentable del agua. Asegurar el agua para Chile es asegurar su futuro. Por eso, tenemos que actuar con decisión y con coherencia. Debemos tratar el abastecimiento y el uso del agua, como una política de Estado y un objetivo país. Una política capaz de aunar de manera coherente los esfuerzos tanto públicos como los esfuerzos privados”.
Medidas de corto plazo
Orientadas para enfrentar las situaciones de emergencia y de corto plazo. Son acciones inmediatas para asegurar el consumo humano, así como las actividades agrícolas y ganaderas en los territorios.
- Abastecimiento con camiones aljibe, para asegurar el consumo humano de agua. Esto incluye la adquisición de camiones, en los casos que así se necesite.
- Apoyo de INDAP a pequeños agricultores, apicultores o crianceros, para comprar forraje, plantas, semillas o equipamiento.
- Recursos para elprograma de alimentación familiar.
- Explotación de aguas subterráneas por pozos, encauzamiento de ríos y revestimiento de canales, en los casos en que eso sea necesario.
-Instalación de geo-membranas que permitirá evitar pérdidas en los sistemas de acumulación y conducción de aguas.
- Instalación de casi 6 mil 500 sistemas de captación de aguas lluvia en domicilios (cuyo suministro de agua se hace hoy por camión aljibe), en las regiones del Biobío, de La Araucanía, de Los Ríos y de Los Lagos;
- Obras menores de riego a cargo de la Comisión Nacional de Riego, tales como profundización de pozos, impermeabilización de canales y sistemas de riego tecnificados.
Medidas de mediano plazo
Obras de mayor complejidad, con tiempos de ejecución de hasta 4 años, para resolver de manera más permanente el problema del abastecimiento.
- Instalación de plantas micro-desaladoras en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Maule y Bío Bío.
- Rehabilitación y construcción de pequeños embalses hasta el año 2017, como parte del Plan de Micro y Pequeños Embalses.
- Incorporación de criterios de eficiencia hídrica en los nuevos conjuntos habitacionales del Fondo Solidario de Elección de Viviendas DS 49, estableciendo que los sanitarios deben ser más eficientes, con grifería especial para asegurar un consumo menor de agua. Con estas medidas se podrá generar un ahorro, entre agua y energía para calentamiento, que fluctúa entre un 40% y un 70%.
Medidas de largo plazo
Apuntan a resolver, de manera estructural el problema del abastecimiento.
- Plantas desaladorasen Copiapó, Petorca, La Ligua, en la Cuenca del Choapa y en la Cuenca del Limarí.
- Construcción de 19 grandes embalseshasta el año 2024.Se ha priorizado la construcción de 8 de aquí al 2017: Valle Hermoso (Región de Coquimbo); Punilla (Región del Biobío); ampliación de Los Aromos (Región de Valparaíso); Chironta (Región de Arica y Parinacota); embalse Aconcagua y Las Palmas (Región de Valparaíso); Zapallar (Región del Biobío); y Livilcar (Región de Arica y Parinacota).
Si bien las medidas del Gobierno ayudarán enormemente a solucionar parte de la problemática inmediata, hay que tener en cuenta que es fundamental crear una conciencia del cuidado del agua en nuestro país, ya que la escasez de este recurso es un tema irreversible a nivel mundial, y es un escenario que viene para quedarse.
Y por supuesto, la única verdadera medida definitiva, es reducir de manera drástica, a nivel mundial, la producción de gases de efecto invernadero y contaminantes que están generando el cambio climático. Si bien se sabe que el daño inmediato ya está hecho, es lo mínimo que podemos hacer para las futuras generaciones.