"Ese edificio se vería tan lindo si no estuviera tan rayado" es algo que muchos hemos dicho o escuchado alguna vez. Y no sólo sobre edificios, sobre cuadras o barrios enteros, quizás sobre una ciudad en general. Es por eso que en Santiago Mío decidieron dejar de lamentarse y se propusieron tomar acciones concretas para recuperar la belleza y el valor patrimonial de Santiago.
Los hermanos Leonardo y Héctor Godoy siempre han sentido un gran amor por su ciudad. No son arquitectos, tampoco urbanistas, pero creen en la importancia que tiene el entorno para las personas y se preocupan por cómo nos afecta ver nuestra ciudad dañada. Desde ahí surge la idea de trabajar para revertir el daño que ésta ha sufrido y la motivación de fundar Santiago Mío.
Los voluntarios de Santiago Mío quitan rayados con diluyente, vuelven a pintar fachadas y pasan un barniz de protección (facilita remover rayados posteriores) en las zonas que acaban de limpiar. Se reúnen los días sábado, alrededor de dos veces al mes, en el barrio de Santiago Centro en el que harán la intervención. Son citados mediante redes sociales o, en el caso de aquellos que ya han colaborado previamente, vía email.No necesitan a muchas personas, pocas pueden realizar una intervención rápida y eficaz.
Mucha gente les pregunta por qué están limpiando o de dónde son. "Es que cuando pintas, también envías un mensaje", señala Leonardo. Por ejemplo, para algunas personas el hecho de ver las intervenciones se convierte en el empujón que necesitaban para motivarse y tratar de mantener sus propias fachadas más limpias, y así se lo expresan a los voluntarios.
Algunos se muestran sorprendidos al saber que las personas a las que ven limpiando lo hacen de manera voluntaria, ya que no solamente se necesitan las energías de estas personas, sino un apoyo económico. Por eso Santiago Mío busca alianzas con compañías como Sherwin-Williams, que aporta financiamiento y materiales, o la empresa Atlas que aporta con materiales como rodillos y brochas.
También prestan su servicio de manera remunerada a comunidades de edificios para poder cubrir con los gastos de las intervenciones, sin embargo, Leonardo aspira a que eventualmente puedan profesionalizarse más y asegurar que el proyecto se sostenga económicamente en el largo plazo.
En Santiago Mío hacen una distinción entre rayados y graffitis o murales de valor artístico. Si bien para Leonardo no se trata de intentar definir qué es bueno y qué es malo, sí indica que hay sentido común: jamás han borrado un mural o un graffiti y aclara que, por el contrario, una vez limpiaron un edificio con uno y quitar los rayados que lo rodeaban hizo que la obra artística resaltara mucho más.
Las intervenciones comenzaron en mayo de 2014 y algunos barrios santiaguinos que ya han limpiado y que de vez en cuando visitan para realizar "mantenciones" son Lastarria, Calle Merced, Bellavista-La Chascona, Bellas Artes,Concha y Toro y parte de Vicuña Mackenna.
Santiago Mío no se trata sólo de limpiar rayados. Los hermanos Godoy también le dan gran importancia a la educación, para que todos los habitantes de la ciudad la valoren y la cuiden. Todo esto se debe a que Leonardo parte de la base de que quienes rayan o dañan el patrimonio lo hacen porque desconocen su valor, por lo que la educación se vuelve crucial para combatir los rayados.
Es por eso que crearon dos proyectos:
Además, realizarán un catastro de lugares y comercios comprometidos con la tarea de educar y cuidar la ciudad, entregándoles un Sello de Responsabilidad Urbana que los distinguirá de otros locales o instituciones. Este sello será certificado por la propia fundación según un protocolo acordado por especialistas urbanos y docentes.
Con todas estas acciones, Santiago Mío busca mucho más que quitar rayados de los muros. Su misión es incentivar el cuidado y el aprecio por la ciudad, a la que ve como un ente vivo sobre el cual todos influimos y que también influye en nosotros. Por eso es tan relevante limpiar, cuidar, enseñar y generar diversos incentivos para que más gente se comprometa con hacer de nuestro entorno un lugar mucho más agradable y fácil de habitar.