"Tú vas a Haití y es como si el terremoto hubiera sido ayer", pero fue hace cinco años.

Esta es la impresión de Macarena Guajardo, arquitecto y parte del proyecto de reconstrucción de Rebuild Haiti Homes, organización internacional creada luego de ganar un concurso en la Universidad Técnica de Berlín, que premiaba las mejores soluciones arquitectónicas para el desastre sufrido en el país más pobre de América.

La propuesta de estudiantes de la TU Berlin, a la que se sumó Guajardo, junto a otros arquitectos de la Universidad Católica, consistía reutilizar las ruinas de muros y escombros que dejó el terremoto y con ellos, construir las nuevas viviendas. Esto, en vez de la manera usual como ocurre en Chile, que llega una máquina, se lleva todos los materiales destruidos y levanta una media agua en el terreno afectado.

"Después de ganar este premio, también ganamos financiamiento para poder llevarlo a cabo. Fuimos a buscar un lugar a Haití y llegamos a un pueblo cerca de Puerto Príncipe, donde conocimos la fundación América Solidaria, quienes le habían entregado el material a familias para que construyeran sus propias casas anterior al movimiento telúrico. Pero el terremoto las dañó severamente, ya que no había realmente conocimiento de la construcción", cuenta Macarena.

Al llegar vieron, por ejemplo, que las casas estaban sostenidas por pilares con tres en vez de cuatro "esparragos" cada uno, y a muchas les faltaban materiales fundamentales que habían sido vendidos por los jefes de hogar para llevar más plata a la casa. Rebuild Haiti Homes se asoció con América Solidaria y se comprometieron a hacer la reconstrucción con las ruinas de 30 casas, proyecto en el que trabajan actualmente.

En cuanto a la reutilización, un muro de quincha por ejemplo, que suele rellenarse de barro, el equipo propuso hacerlo con escombros picoteados y ha tenido un excelente resultado. Además, levantar la casa con materiales de la anterior, propone una valoración del patrimonio.

"La gracia no es llegar, construir e irse, sino enseñar sobre construcción y el valor del patrimonio. Nosotros proponemos generar una cooperativa con los mismos haitianos que viven en las comunidades, para que luego puedan emprender en la construcción con el conocimiento adquirido. También trabajamos con voluntarios haitianos entre los 15 y 60 años", dice Macarena, quien viene llegando de un mes en Haití, donde encabezó un taller de reconstrucción.

Ahora la organización está en campaña para recaudar fondos, ya que en febrero terminan la reconstrucción de las 30 casas y quieren profesionalizar el voluntariado, con un proyecto de 150 viviendas. En este, la idea es que participen alumnos de arquitectura, arquitectos y otras disciplinas necesarias, quienes trabajarían en conjunto con las familias haitianas y voluntarios de otras partes del mundo.

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