* Este artículo fue escrito en noviembre de 2014, por lo que puede que ciertos datos que hayan cambiado.
Era el año 1978 y en Chile se vivía un clima de división a nivel político y social, sin embargo durante 27 horas todos los chilenos se unieron en torno a una causa común: la Teletón. La iniciativa fue promovida por Mario Kreutzberger (Don Francisco), quien logró que la campaña solidaria a favor de los niños discapacitados fuera transmitida por todos los canales del país. La meta era juntar 33.790.000 de pesos, lo que hoy equivaldría a cerca de 3.400 millones de pesos. La campaña tuvo como lema “Logremos el milagro” y finalmente se juntaron 88.361.838, más del doble de la meta.
Este año se llevará a cabo la 26° versión del evento solidario más grande del país, el cual ha sido replicado en otros países de Latinoamérica. El lema de esta vez es “Somos Todos” y la meta de recaudación es de 25.445.520.245 pesos, que fue lo alcanzado en 2012. Recordemos que el año anterior no se realizó el evento ya que se llevaron a cabo las elecciones presidenciales y la Teletón no se hace durante años electorales, para evitar que se mezcle con la política.
Cada año, Teletón atiende a más de 26.000 niños y recibe a 3.000 pacientes nuevos en los trece centros que la fundación tiene a lo largo del país. De acuerdo a estimaciones extraoficiales, hay tres millones de personas en nuestro país que tienen algún tipo de discapacidad. La fundación rehabilita el 85% de los discapacitados menores de 20 años en Chile. Durante los 36 años de existencia, 70 mil niños y jóvenes se han rehabilitado en la Teletón.
La atención que cada niño recibe en la Teletón no tiene costo directo para ellos. La fundación tiene un convenio con Fonasa, a través del cual se beneficia cerca del 85% de los niños y jóvenes que se atienden. Además, existen convenios con Isapres, que les permite adquirir bonos con costo cero para los usuarios.
Si bien las críticas a la Teletón han existido siempre, este año, a través de las redes sociales, se han intensificado. Muchos de los reparos tienen que ver con la imagen que se entrega de las personas discapacitadas, ya que, según sus críticos, los hace ver como objetos de caridad y no como sujetos con derechos. Pero, las críticas también apuntan al uso de los dineros de la recaudación y al sector empresarial que se aprovecharía de la Teletón, supuestamente generando más ganancias por participar de ella y de paso, limpiando su imagen.
Es por esto que aquí recogimos las críticas que más se repiten entre los detractores de la causa y las analizamos para tener una mirada más objetiva e informada del evento solidario.
Uno de los rumores más fuertes que circula respecto de las “27 horas de amor” tiene que ver con los porcentajes de repartición de la recaudación. Se dice que el 30% del dinero está destinado a la construcción de nuevos centros, otro 30% es utilizado para costear las terapias, un 25% para pagar animadores y artistas, un 10% para la agencia encargada de la publicidad y un 5% para Don Francisco.
¿De dónde salieron estos datos? Se supone que en el año 1995, en la revista Qué Pasa, se publicó un artículo en el cual se señalaban estos porcentajes. Sin embargo, no hay registro de esa revista en internet y tampoco en la biblioteca nacional y no circulan fotos o archivos del artículo. Lo que sí es cierto es que el diario El Mundo de España, publicó una nota sobre la Teletón en la cual agregaba estas cifras. Pero, el contenido fue rápidamente editado y nunca se explicó la razón.
Ahora bien, pese a que se trata de un rumor, es posible analizar estos porcentajes a la luz de las cuentas públicas de la Teletón y de las auditorías realizadas cada año por Deloitte Chile.
De acuerdo a los informes que proporciona la fundación los costos de los gastos médicos en tratamientos para el año 2012, que incluyen atenciones médicas, atenciones terapéuticas y servicios complementarios de rehabilitación, corresponden a 23.087.498.000 de pesos. Suponiendo que ese año la Fundación se financió completamente por lo donado durante las “27 horas de amor” del año 2011 (hay también otros ingresos como las ventas publicitarias y el arriendo del Teatro Teletón), esto querría decir que sólo los costos de las terapias ya superan lo recaudado, que fue 21.735.065.277. Si sólo se utilizara el 30% en las terapias, como dice el rumor, se habría gastado solo 6.520.519.583 pesos, mucho menos de lo que aparece en la cuenta pública 2012, que puedes revisar aquí.
Desde la fundación Teletón señalan que ni los artistas, ni Don Francisco reciben remuneración alguna por su participación en el evento: “Teletón es un cadena de voluntades, donde la gran mayoría de quienes participan, lo hace sin recibir compensación económica alguna, salvo el equipo profesional de la Fundación que dedica su tiempo completo a esta labor. La participación de Mario Kreutzberger, Don Francisco, y de los demás animadores y artistas es igualmente voluntaria y gratuita”, señala la fundación en su sección de preguntas frecuentes.
Entrevistado en el programa El Informante, Don francisco señaló como una infamia que se diga que él recibe parte de las recaudaciones. “En los años que llevo en la televisión, jamás le he pedido un centavo a la Teletón, ni la Teletón me ha dado un centavo a mí. Yo lo he hecho esto, porque yo he querido participar, estoy orgulloso de haber participado", aseguró.
Revisando la información financiera provista por la Teletón, los costos de organización del evento de 27 horas del año 2012, fueron de 1.268.597.000. Sin embargo, en la cuenta pública no hay un desglose de los gastos en que se incurre para la realización del evento. Solicitamos la información del detalle a la Fundación Teletón, pero se excusaron por falta de tiempo por hallarse en plena organización del evento, sin embargo, se comprometieron a entregarla una vez concluido este.
Sin embargo, si los supuestos porcentajes de repartición que señalan los críticos de la Teletón fueran ciertos, el 25% se utilizaría para pagar artistas, el 10% para la agencia de publicidad y el 5% para Don Francisco. Es decir que la Teletón 2012, que recaudó un total de 31.255.222.196, habría tenido un costo de 12.502.088.878, alrededor de diez veces más de lo que señala la cuenta pública auditada y eso solo considerando los gastos mencionados antes.
Es decir, al menos con los porcentajes antes señalados, la teoría no se sostiene.
Otra de las grandes críticas hacía la Teletón tiene que ver con el rol que cumplen las empresas en ella. Para muchos las donaciones que realizan tienen que ser totalmente anónimas y las compañías no debiesen utilizar la Teletón para aumentar sus ventas o "limpiar su imagen", que son algunas cosas de las que se dicen. Pero ¿qué tanto se benefician las empresas de esta obra benéfica?
Una de las principales quejas apunta a que a través de la Ley de Donaciones las empresas no estarían pagando impuestos o que estos son considerablemente inferiores a los que deberían entregarle al Fisco, lo que finalmente significaría que las empresas tendrían utilidades más elevadas. Por eso debemos analizar qué es lo que sucede cuando una empresa dona fondos a la Teletón.
Lo cierto es que la ley que regula las donaciones a la Teletón es el artículo 46 del Decreto Ley 3.063, esto de acuerdo al Servicio de Impuestos internos. Para entender cómo opera, consultamos al abogado tributario Franco Gorziglia, profesor de Derecho Tributario de la Universidad Católica, explica los distintos casos en que se puede poner una empresa respecto a sus impuestos, para dejar más claro el asunto.
Poniéndonos en el caso hipotético que una empresa al término del ejercicio tiene una utilidad tributaria de 1.000.000 de pesos, es decir, que sobre esa base tiene que pagar impuestos. Entonces esta empresa decide donar el 1% a la Teletón lo que corresponde a 10.000 pesos. Ahora, tomando la tasa de impuesto de primera categoría, que es del 20%, nos pondremos en diferentes casos:
Si la empresa no realiza la donación del 1%: La compañía debería pagar el 20% de impuestos es decir 200.000 pesos. Por lo tanto le quedarían disponibles 800.000 pesos.
En caso de que la empresa realice la donación del 1% pero sin beneficio tributario: tendría que pagar el impuesto de primera categoría, lo cual, como dijimos antes, corresponde a 200.000 pesos. Además donaría 10.000 pesos. Sin embargo, al ser este un gasto rechazado (es decir, no se pueden descontar impuestos por él), se le aplicaría una multa del 35% sobre su valor en caso de tratarse de una sociedad anónima y una multa similar si es una sociedad de responsabilidad limitada; es decir, de 3.500 pesos. Por lo tanto pagaría como impuestos 203.500 pesos. Por lo tanto le quedarían disponibles 786.500, descontando la donación y los impuestos.
En la situación en que la empresa cuenta con el beneficio tributario que le da la Ley de Donaciones: La compañía puede deducir como gasto tributario la donación, o sea,10.000, ya que de esto se trata el beneficio tributario. Por lo tanto, el impuesto del 20% se calcula sobre la base imponible de 990.000, esto quiere decir que la empresa pagaría un impuesto de primera categoría de 198.000 pesos, a lo que hay que sumarle los 10.000 donados, por lo tanto le quedan 792.000 pesos.
De acuerdo a esta explicación, el profesor Franco Gorziglia concluye que la empresa pagó menos impuestos ya que disminuyó la base imponible, sin embargo esto no le significó ningún ahorro: sin donar dispondría de 800.000 pesos después de impuestos, mientras que haciendo la donación con beneficio tributario, puede disponer de 792.000. “¿Ahorró impuestos? No, porque pagó el mismo impuesto, sobre distinta base”, asegura Gorziglia.
Por lo tanto, ¿es conveniente para una empresa realizar una donación desde el simple punto de vista tributario? La respuesta es no, ya que empíricamente tendría menos dinero disponible realizando la donación, por lo tanto desde el punto de vista financiero le convendría más no realizar estos donativos.
Las compañías también son muy criticadas por los beneficios que supuestamente obtendrían al ser auspiciadoras de la Teletón. Se habla de que logran ganancias groseras aprovechándose del evento solidario, que sus ventas se disparan gracias a la Teletón y que sus donaciones serían ínfimas al lado de lo que finalmente ganan.
Nos comunicamos con las empresas auspiciadoras y si bien la mayoría declinó referirse al tema, sí obtuvimos respuesta de una empresa auspiciadora de este año, que prefirió mantener su identidad en el anonimato. De acuerdo a esta fuente, las ventas no necesariamente suben durante las “27 horas de amor” y definitivamente no aumentan más que con otras campañas publicitarias.
Lo anterior nos fue confirmado por un ex ejecutivo de otra tradicional empresa auspiciadora, que también optó por el anonimato, el cual nos señaló que, al menos en la época en que él trabajaba en la compañía, tampoco había un aumento significativo en cuanto a las ganancias por poner el logo de la Teletón, y que las ventas se mantenían relativamente estables.
Respecto a las donaciones que realizan las empresas auspiciadoras, la Fundación Teletón establece un piso mínimo que tienen que donar para poder ser patrocinadores oficiales y, sobre ese monto, las donaciones aumentan dependiendo del volumen de ventas que tenga cada empresa, como nos señalan desde estas. Lamentablemente, no se nos entregó información de cuánto es el piso que se solicita y de qué porcentaje de las ventas se dona, pues es sujeto de negociación privada entre la fundación y la empresa.
Otra de las cosas que se señalan los detractores en torno al evento es que las empresas utilizarían a la Teletón para limpiar su imagen. Sin embargo, la cosa es al revés. Es la misma Fundación la que escoge a sus auspiciadores basándose en la imagen y reputación de estos.
Desde la empresa auspiciadora con la que hablamos, señalaron que Teletón es una marca que tiene ciertos valores asociados, como chilenidad, empatía, positivismo, ayuda al prójimo y cercanía con la gente. “Sólo se auspicia con aquellas marcas que calzan con esos valores y que por ende se enriquecen en cuanto a imagen y posicionamiento con ellos”, aseguraron desde la empresa.
Entonces, es extraño pensar que compañías que tienen los valores antes mencionados, tengan la necesidad de limpiar su imagen, ya que en su mayoría, se encuentran entre las marcas más apreciadas por los chilenos, de hecho varias están entre las 15 mejores de acuerdo a la investigación Chile 3-D realizada por Adimark el año 2013. A continuación un listado de los auspiciadores de la Teletón 2014:
Lo anterior no significa que no haya un interés publicitario en participar en la Teletón. Como reconocen los ejecutivos que consultamos, el evento es evidentemente muy favorable para la reputación de las empresas que participan. Sin embargo, también afirman que el impacto preciso en la imagen de la empresa es sumamente difícil de medir, por lo que la decisión de donar los montos que año a año entregan, no se sostendría si tuviese un criterio exclusivamente comercial.
Hace poco tiempo, la ONU emitió un comunicado en el cual rechazaba la realización de la Teletón en México por “promover estereotipos de las personas con discapacidad como sujetos de caridad e impedir que se posicione el concepto de sujetos de derechos” e instaba al gobierno mexicano a que diferenciara el carácter privado de las campañas solidarias, del rol que tiene el Estado con las personas discapacitadas, señalando que es una obligación del Estado rehabilitarlas.
Estas críticas, pese a que no iban dirigidas directamente a la Teletón chilena, sí han generado un intenso debate respecto del rol de esta. Don Francisco señaló a Emol: “Ustedes saben que eso no es verdad”, agregando que la Teletón es la institución que más ha dignificado la discapacidad en Chile y que van a seguir haciéndolo. “Quizás, alguna vez, pudimos cometer un error. Nosotros estamos promoviendo la rehabilitación, el esfuerzo de la familia”, comentó también el animador.
Desde la Fundación, señalaron que el informe emitido por la ONU corresponde sólo a una apreciación y que la Teletón además de rehabilitar, se preocupa por la inclusión de las personas con algún tipo de discapacidad. “Estamos trabajando permanentemente en mirar nuestro modelo, analizar en lo que nos faltó por avanzar y perfeccionar nuestra labor”, aseguraron desde la fundación.
Por su parte el Presidente de la Fundación Nacional de Discapacitados, Alejandro Hernández, luego del informe emitido por la ONU, señaló que “aplaudir la Teletón es celebrar la discriminación y segregación en que viven las personas con discapacidad en nuestro país”.
Carolina Pérez, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en una carta criticó directamente al show televisivo señalando que se trata de “la vulneración de los derechos de las personas en situación de discapacidad más grande que han conocido los medios de comunicación”. Para ella, el show de 27 horas es la visualización más asistencialista, dramática, irrespetuosa que puede existir hacia las personas discapacitadas. Aunque sus críticas apuntan directamente al evento de recaudación y no a la Fundación en su totalidad.
Ante estos ataques, a su vez, surgieron cartas de respuesta a los detractores de la Teletón, como la de Iván Núñez, padre de un niño que se atiende en la institución. En esta, con duros términos, defiende el rol de la Fundación y destaca el show, señalando que no le importan todos los rumores y cosas que se le critiquen a este mientras su hijo reciba la atención de primera calidad que también describe. Como principal defensa, señala que todas las críticas no vienen acompañadas de propuestas y que nadie más ha hecho nada por los discapacitados. Puedes leer la carta aquí.
Así, queda claro que lo que para unos es un espectáculo denigrante e innecesario, para otros es una jornada de amor, esperanza, solidaridad y celebración de la voluntad de superarse. Sin embargo, más allá de las visiones ideológicas que cada uno tenga sobre el tema, corresponde que el debate se enmarque dentro de la información verdadera y verificable, y no sobre prejuicios y acusaciones sin bases demostrables. Después de todo, los más afectados cuando la ciudadanía da la espalda a la Teletón, son justamente quienes más la necesitan y menos se escuchan: los niños.