Los hermosos paisajes sureños están en peligro. Los ríos de la Región de Aysén podrían cambiar sus colores azules y turquesa por el marrón. También los lagos del sur de nuestro país, están en riesgo de convertirse en inmundos pantanos. Todo por culpa de una pequeña alga invasora.
El Didymo es un alga unicelular que crece en agua dulce y que es capaz de producir grandes floraciones que generan un material viscoso el cual puede llegar a tener un espesor de 20 centímetros y que cubre las rocas y los fondos de lagos y ríos, por eso se le conoce como “moco de roca”.
Esta alga es originaria de las regiones templadas y frías del hemisferio norte, de países como Noruega y Finlandia y fue transportada a otras partes del mundo por las personas, sin saberlo. El Didymo provoca grandes cambios en los ecosistemas en los que entra, generando efectos negativos en los ríos y lagos y deteriorando el paisaje. Actualmente está presente en 84 países alrededor del mundo, entre ellos, Chile.
El “moco de roca” puede crecer en una amplia variedad de condiciones, debido a esto su propagación es bastante rápida y se debe en gran medida a la acción del hombre. Al entrar en contacto con agua en donde hay presencia de Didymo, las personas pueden llevarlo a otros lugares adherido a sus prendas, equipos de pesca o embarcaciones.
En grandes cantidades, el alga provoca la disminución del oxígeno disponible en el agua, alterando el Ph (acidez) de esta y disminuyendo la cantidad de nutrientes. De esta forma afecta la biodiversidad, sobre todo en cuanto a insectos y peces. También altera la corriente de los ríos, ya que por su espesor, provoca que el agua corra más lentamente, llegando incluso a estancarla.
Lamentablemente, en Chile el Didymo ya está presente, sobre todo en ríos y lagos de la Región de Los Lagos y en la Región de Aysén. Ha sido considerado una plaga, por lo tanto cuenta con un Plan de Vigilancia por parte del Sernapesca.
Si bien esta alga no afecta directamente al hombre, es decir, no es venenosa o algo por el estilo, de todas formas nos impacta indirectamente.
Gracias a sus diferentes paisajes, parques y biodiversidad de sus ecosistemas, Chile ofrece un gran atractivo turístico. En regiones como la de Aysén o de Los Lagos, el turismo es una importante fuente de ingresos, de hecho la zona sur concentra el 10,4% del total de los visitantes extranjeros. El Didymo puede afectar los atractivos turísticos, primero desde un punto de vista estético, ya que prácticamente podría transformar ríos y lagos en verdaderos pantanos; y segundo, afecta las actividades que se pueden realizar en esos lugares, como kayak, rafting y pesca deportiva.
De hecho, la pesca deportiva es una de las actividades que más atrae visitantes extranjeros. Este deporte solo puede ser practicado en verano, ya que en invierno está prohibido porque los peces están en época de desova. Entonces, cuando se acaba la temporada de pesca en el hemisferio norte, comienza en el sur y Chile tiene un gran atractivo para los turistas en ese sentido. Se estima que cada año entran a nuestro país entre ocho mil y diez mil pescadores, se quedan en promedio entre tres y cuatro días y gastan alrededor de mil dólares cada uno (de acuerdo a datos de ProChile). Este deporte genera ingresos por 20 millones de dólares para nuestro país, de los cuales 11,2 van a parar a la región de Aysén (datos Sernapesca).
El gran problema es que el Didymo acaba con la población de invertebrados, como insectos y crustáceos, que son el alimento principal de los peces, lo que junto al estrago ecológico que eso conlleva, también disminuye el atractivo de Chile para la pesca deportiva, lo que finalmente se traduce en menos ingresos y menos desarrollo para las regiones.
Las centrales hidroeléctricas también se ven afectadas, la floración del Didymo puede bloquear las tomas de agua y las cañerías, lo que genera problemas para la conducción del agua destinada a la generación hidroeléctrica. En Nueva Zelanda, país gravemente afectado por el “moco de roca”, tuvieron que diseñar filtros especiales para mantener las centrales libres de Didymo. Además, han tenido que usar grandes cantidades de agua para arrastrar el alga de los lechos de los ríos, perdiendo potencial eléctrico. También se ha visto afectado el desarrollo de nuevas plantas hidroeléctricas debido al alza en los costos de operación.
Al igual que para las centrales hidroeléctricas, el Didymo afecta la agricultura, generando problemas en el regadío. El alga bloquea los canales de riego y las cañerías. En Nueva Zelanda tuvieron que desarrollar un nuevo sistema que filtra la presencia del “moco de roca”, sin embargo esto eleva mucho los costos, pero es necesario, ya que de esta forma también evitan la propagación del alga a otros cauces.
Actualmente en Chile hay ciertos ríos contaminados, el gran problema del Didymo es que es prácticamente imposible eliminarlo de los cauces. Se pueden realizar limpiezas, extrayendo el material viscosos que genera el Didymo, sin embargo, como siempre quedan partes del alga, esta vuelve a florecer al poco tiempo.
Una de las formas de eliminarlo sería echar químicos en las aguas que matan el alga. Pero esta medida no es viable, ya que sería peor para la biodiversidad, es decir la solución sería peor que el problema.
Es por esto que no existe una forma de erradicar el Didymo, pero si se están aplicando medidas de contención que buscan evitar la propagación. De hecho, el Sernapesca tiene campañas que intentan concientizar a la población sobre el daño que genera el “moco de roca” y las cosas que se deben hacer para evitar que se expanda hacía otros cauces de agua dulce.
Las recomendaciones están dirigidas hacia quienes practican pesca deportiva en los ríos en los que hay presencia de Didymo y a quienes hacen también otros deportes como el rafting o kayak. Una de las características de esta alga invasora es que puede sobrevivir fuera del agua y en ambientes húmedos por hasta 40 días.
Primero se recomienda, cada vez que abandone un rio o lago, revisar las prendas y el calzado en busca de presencia de residuos de alga, al igual que en los equipos de pesca o en las embarcaciones. Todos los residuos deben ser dejados en el mismo lugar o botados a la basura.
En segundo lugar, en caso de ir a ríos en el sur del país, se debe contar con un set de limpieza. Este consiste en un balde grande, detergente lavalozas o desinfectante (como cloro), una escobilla y bolsas desechables. Se recomienda, además, evitar usar botas con fieltros u otros materiales absorbentes. Para limpiar los implementos y la ropa que tuvo contacto con el agua, se debe mezclar 10 litros de agua y medio litro de detergente y con esa solución lavar las cosas.
También se deben limpiar los neumáticos de los autos con una solución desinfectante, en caso de que hayan estado en contacto con el agua. Los peces deben ser transportados en recipientes herméticos para evitar derrames que contaminen.
Por último, es importante saber que los ambientes secos matan al Didymo en menos de 48 horas. Es por esto que se recomienda no utilizar de nuevo los artículos y prendas de pesca en menos de dos días desde que ya están secos.
En algunos ríos de la Región de Los Lagos y en la Región de Aysén, en donde se ha encontrado presencia de Didymo, el Sernapesca ha puesto recipientes con soluciones para realizar la limpieza y carteles informativos. Sin embargo, esto no está presente en todos los lugares, por lo que es importante que cada uno sea responsable y realice un esfuerzo por no propagar esta alga.
Andrea Mohr, Trinidad Schlotterbeck y Alison Scheuch, son tres estudiantes de ingeniería de la Universidad Católica. Juntas desarrollaron una innovación que permite eliminar de forma más rápida y efectiva la presencia del alga. Se trata de DD-MOff, un aerosol desarrollado con productos naturales y que elimina el Didymo de las prendas, el equipamiento de pesca y otros objetos en solo 15 minutos. De esta forma, no es necesario transportar todo lo necesario para la limpieza, ya que solo sería necesaria una botella de este aerosol, que además no contamina otros ecosistemas.
DD-MOff representará a Chile en un concurso internacional de emprendimiento llamado RedEmprendia Spin2014, el cual se llevará a cabo en México el 29 y 30 de octubre. Hace un mes las alumnas de la UC ya habían sido premiadas en el concurso “Virginia Tech Knowledge Works” en Estados Unidos gracias a su innovación.
Una herramienta más para la lucha contra el “moco de roca” es una aplicación lanzada por el gobierno. Se llama Alto al Didymo y está disponible para los dispositivos con sistema operativo Android (según la página de la app también está disponible para iOS, pero al buscarla no aparece). La app permite conocer los sectores que están contaminados con el alga, trae fotos y características para saber reconocer el Didymo y explica las medidas para prevenir la propagación. Además permite enviar fotos de lugares en los cuales se sospecha de la presencia del Didymo, para que el Sernapesca confirme o descarte su presencia.