Hay dos principales víctimas de las letrinas de pozo negro: El medioambiente y la dignidad de las personas. Para el 2010, apenas el 23% de los dos millones de chilenos que viven en zonas rurales contaban con un servicio sanitario adecuado. Es por esto que cuando le pidieron diseñar una solución a los damnificados del terremoto del 27F a un grupo de alumnos de la Universidad Técnica Federico Santa María, crearon el Baño Integral Sustentable (BIS).
El BIS es una caseta sanitaria ecológica y sostenible en el tiempo. Está compuesto de un escusado que separa la orina de las fecas y las devuelve a la tierra como fertilizantes orgánicos. También tiene lavamanos y ducha, abastecidos por una bomba manual que eleva el agua a un calentador solar donde el líquido se entibia. Una vez sucia el agua, es tratada en un humedal artificial, para retirarle la grasa y luego es devuelta a la tierra para regadío.
El proceso se puede apreciar en la imagen adjunta: Mediante el separador de orina, se canalizan y almacenan las fecas del usuario en un tambor con ventilación y orientado al norte para captar el sol. Las fecas recién excretadas por el usuario se encuentran frescas, a medida que van deshidratándose disminuyen su volumen en un 50% y la mayoría de su peso. La perdida de volumen y peso de las fecas, se traduce en vapor de agua y gases que son expulsados por la ventilación, ya que son más livianos que el aire. Además, la ventilación al estar orientada al norte y pintada de negro, genera tiraje y facilita la extracción. El usuario posteriormente debe depositar una pala de materia orgánica seca, principalmente aserrín, cenizas y cal, para eliminar las fecas de la vista del usuario siguiente, disminuir la humedad, elevar el pH y en conjunto con el sol, acelerar la tasa de mortandad de los patógenos.
El costo de la caseta según sus creadores no supera los $250.000 e incluye además del escusado, lavamanos y ducha, iluminación ecológica. Sus materiales, en base a planchas industriales de madera, son baratos y entre cinco personas puede construirse en sólo dos días. Además de su utilidad, tiene como valor agregado su aporte a la agricultura, que puede incentivar a cultivar sus propios alimentos a las familias que lo utilicen e incluso venderlos.
Ganadores de Acción Joven y expansión
Nació inspirado en la ayuda a los damnificados del terremoto, pero ahora está enfocado en suplir las necesidades sanitarias de personas de escasos recursos que viven en ambientes rurales o semi-urbanos, que no cuentan con alcantarillado.
"Desde el terremoto hemos levantado 68 casetas. La mayoría se han construido en la sexta región, distribuidas en 4 comunas. También hemos construido algunas en Valparaíso, la región que más campamentos tiene en Chile", cuenta Pablo Schele, director de BIS.
El proyecto, que tiene los ojos puestos en transformarse prontamente en una ONG, ganó el año pasado el concurso de innovación social Acción Joven. El premio consistió en 2 millones de pesos para libre uso y una semana de jornadas de capacitaciones y encuentro con otros proyectos seleccionados.
"La red de contactos y de soporte que tiene Acción Joven es bien impactante. Básicamente lo que nosotros hemos aprovechado es eso. Después uno se integra a una base con generaciones anteriores, donde se genera una red bien importante y cercana", señala Schele.
Tú también puedes ganar
Actualmente están abiertas inscripciones para postular a la cuarta versión del concurso de Acción Joven de este año. Los emprendimientos sociales y ambientales que quieran participar tienen hasta este viernes 27 de junio para enviar su proyecto, el cual puede ser parte de los 10 ganadores, según su impacto social.
Las postulaciones se pueden hacer en www.accionjoven.cl.
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