Es imposible predecir cuándo se ocasionará un incendio forestal de causas naturales, porque depende plenamente de algo que jamás podremos controlar: la naturaleza. Sin embargo, en Chile esa es la causa menos probable, pues en su mayoría son provocados por irresponsabilidad humana, lo que hace aún más difícil predecir cuándo y dónde sucederán.

Más allá del incendio en sí, es el tiempo de reacción el que determina que se propague o no a enormes proporciones. Muchas veces el incendio se detecta de forma casi inmediata, pero si se encuentra en un lugar de difícil acceso, si las condiciones climáticas o topográficas no son favorables, pueden pasar horas antes de poder llegar al lugar a sofocarlo.

"El incendio puede estar aquí al lado, pero resulta que si es un cerro con una pendiente increíble, te demoras muchísimo más. Hay veces que podemos llevar brigadas con helicópteros, pero si no hay lugar para aterrizar, entonces tienen que ir a pie", explicó el director regional de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Jorge Marín.

Otra complejidad es que CONAF no posee la autoridad para que las brigadas del Ejército actúen, por lo que hasta que se declare alerta roja, éstas no entrarán en acción para intentar controlar al fuego. 

Si no se declara alerta roja, se combate con las brigadas de la CONAF y con el helicóptero que tienen. Una vez que es declarada la alerta, es la ONEMI quien se hace cargo de la situación, porque tienen mayores recursos: helicópteros, BRIFE (Brigadas del Ejército), coordinan alimentación, agua y alojamiento, y todo esto coordinado al mismo tiempo con bomberos.

En caso de ver humo

Aunque parezca un escenario bastante complejo, existen formas en las que se puede acortar el tiempo de reacción, que no solo depende de las acciones de profesionales, sino también de la ayuda de los ciudadanos.

Quizás alguna vez cuando fuiste por la carretera Viña - Santiago, viste humo de algún predio al costado del camino y pensaste que sólo era una quema de basura o algo por el estilo y no le diste importancia. Bueno, lo que muchas veces puede parecer un poco de humo, unas horas después puede transformarse en un incendio de magnitudes inabarcables. Es por eso que Jorge Marín enfatizó en que la ayuda de los ciudadanos es fundamental para identificar rápidamente un incendio.

"En cuanto una persona vea humo, tiene que llamar al 130 inmediatamente, ese es el teléfono de incendios forestales. La gente nos puede cooperar con eso, un aviso a tiempo puede, incluso, evitar que el incendio forestal se propague más allá de lo esperado. Es súper importante el aviso de la gente", dijo el director regional.

Primer ataque contra el fuego

Una de las cosas más importantes para evitar la gran propagación del siniestro, es el primer ataque contra el fuego, el que es esencial para contenerlo. Para lograr esto, se necesita gente capacitada como los Guardaparques, quienes están todo el día trabajando en parques nacionales, reservas y los monumentos naturales, todas áreas silvestres protegidas. Ellos están preparados para combatir, en primera instancia, los incendios forestales; mientras no lleguen los brigadistas, son ellos quienes tienen que evitar la propagación.

Aún así, los Guardaparques solo se encuentran en los lugares recién mencionados y la mayoría de los incendios se producen en los predios agrícolas, terrenos privados donde no hay actuación de funcionarios de CONAF. Es por esto que es fundamental la capacitación de los trabajadores de los diferentes predios, para que puedan formar parte también del primer ataque contra el fuego.

"No es aconsejable que se meta gente que no sabe. Si un pedazo de tronco o rama llega a saltar hacia el otro lado, puede rodear a la persona y se queda atrapada en medio de un incendio", recalcó Jorge Marín para explicar la importancia de las capacitaciones a los trabajadores.

CONAF realiza trabajos de entrenamiento para prepararlos e indicarles qué tienen que hacer mientras llegan las brigadas forestales, pero Marín explica que la gente se olvida y sólo en estas épocas se acuerda de lo importante que es tener estas capacitaciones.

Es por eso que hizo un llamado a las municipalidades para que contaran con brigadas de primer ataque, que no necesariamente fuera un cuerpo especializado, sino que la misma gente de los predios estuvieran capacitadas. 

"En algunas municipalidades ya hay esta capacitación y es una excelente forma de cooperar para que el incendio no se propague más", dijo el director regional. 

Nuevas tecnologías: Vigilancia de cámaras y satelital

Con las tecnologías que hoy en día existen, una vigilancia satelital no se ve como algo muy lejano y de hecho existe un lugar donde ya pusieron a prueba esta tecnología: Santiago, República Dominicana.

Un ingeniero desarrolló un sistema de monitoreo satelital para que bomberos pudieran estar constantemente vigilando los bosques y así poder actuar de forma inmediata contra los incendios forestales.  Con la vigilancia satelital se puede ir observando y monitoreando los bosques para así detectar si hay alteraciones que terminen en un gran incendio forestal.

Esta tecnología para vigilancia de bosques está en una etapa experimental, puesto que no se sabe de otro lugar donde se utilice o los resultados de ésta, pero no debería ser descartada como opción. Sin embargo, no es la única forma que hay hoy en día, también existen cámaras de vigilancia que se instalan en puntos estratégicos para poder tener una constante vista hacia un posible incendio.

En nuestro país fueron instaladas 5 cámaras en Torres del Paine, luego del gran incendio forestal a finales de 2011. Éstas fueron costeadas por el Gobierno, pero en el caso de la mayoría de los incendios, son en sectores de predios agrícolas privados y por el gran costo que significan, es difícil que los privados las instalen, aunque su valor para prevenir incendios sería incalculable. Con esta medida lograron reducir el tiempo en que se llega al lugar de la emergenica de 4 horas a 15 minutos. 

Así también lo cree Jorge Marín, quien dijo que "cualquier tecnología que nos ayude a detectar los incendios forestales, es importante, por lo que sí se puede instalar y se justifica, deberían hacerlo aunque sean sectores privados".

¿Cómo puedo ayudar?

Difícilmente podemos ir a meternos a un incendio para poder ayudar. Sin embargo, existen otras formas en las que uno puede aportar. 

Cuando tenemos incendios forestales de magnitudes como las del incendio de Melipilla, donde hay casi 15 mil hectáreas quemadas, el cuerpo de bomberos junto con las brigadas de incendios, trabajan día y noche para poder contenerlo, es por eso que hay que estar atento a campañas solidarias, como fue el caso de Desafío Levantemos Chile, que tuvo una participación en tres distintas regiones; del Maule, del Bío Bío y la metropolitana, dónde se pidió cooperación con agua y barras de cereal. 

Además, CONAF cuenta con sistemas educativos para niños a los cuales pueden acceder en www.clubforestin.conaf.cl y los que han dado gran resultado, según Sergio Marín. De esta forma, el cambio en la preocupación de estos incidentes parte desde pequeños, con toda una nueva generación que sepa los riesgos y cómo evitar un accidentes que terminen en un incendio forestal.