Sin duda las bicicletas han regresado con fuerza los últimos años, para reposicionarse como un medio de transporte no sólo válido, sino incluso superior, en muchos aspectos, al transporte motorizado que dominó buena parte del siglo pasado. Tanto, que las ciudades top han tenido que enfrentar este desafío y desarrollar espacios y planes para estimular este medio de transporte, con el objetivo de seguir siendo líderes mundiales. 

Por eso, este año que ya se acaba hemos intentado cubrir diferentes historias, planes, ideas e iniciativas ligadas al ciclismo urbano, que podríamos también ir desarrollando en casa. Aquí el resumen de lo que pudimos aprender este año, a partir de las experiencias internacionales.

Los incentivos siempre ayudan… y los desafíos también

Francia ideó un brillante plan para hacer que sus ciudadanos utilizaran la bicicleta: las empresas le pagarán a los empleados que lleguen al trabajo en bicicleta. Esto con un bono de 21 céntimos de euro ($153) por kilómetro pedaleado. Lo bueno es que las mismas empresas serán las que otorguen esta bonificación a sus empleados, porque ellas mismas recibirían beneficios tributarios bastante generosos. Un incentivo que va acompañado de una buena infraestructura, para que sean una opción realista de transporte, por supuesto.

Por otro lado, este año pudimos ver un gran ejemplo de cómo los desafíos pueden incentivar a las personas a subirse a una bicicleta. Un caso notable es el de la comunidad de Ohio, en Estados Unidos se une todos los años para crear el desafío "Pedalea al colegio", que a través de distintos premios estimula a los jóvenes y niños a pedalear a clases. Su éxito es tal, que ha cambiado a toda la comunidad y ha logrado que lo del ciclismo se vuelva algo más permanente. El evento ha probado ser muy popular. Todo esto a pesar de que no son grandes premios. Desde poleras, hasta helados, tickets para jugar bowling, membresías para distintas cosas, giftcards y bicicletas. Todos bajo el lema:"Mientras más andas, más ganas". Cada vez que un estudiante va al colegio en bicicleta, se le timbra un cartón que lleva la cuenta de cuántas veces asiste al colegio de esa manera. 4.000 niños anduvieron más de 83.000 kilómetros, quemando así 885.428 calorías y evitando echar al aire 25.987 kilos de dióxido de carbono al aire. Se estima también que se ahorró US$8.718,75 en más de 8.800 litros de gasolina. 

En Vancouver, Canadá, también existen este tipo de desafíos. Pero la ciudad decidió agregarle más entretención al asunto. Por eso y a raíz de la "semana de pedalear al trabajo" se instalaron pequeñas rampas con la misión de divertir a los ciclistas que iban a sus oficinas en bicicleta.

La infraestructura es clave

Vimos anteriormente que Ámsterdam parece ser un verdadero paraíso cicloviario, en donde las bicicletas son las que dominan el tráfico. Es que la capital de Holanda tiene 400 kilómetros de carriles de ciclovías por toda la ciudad, además de semáforos y calles exclusivas para bicicletas. Para resumirlo, en Ámsterdam hay más bicicletas que residentes.  

También desde Munich, pudimos aprender del conocido "alcalde de la bici", Hep Monatzeder, sobre estos temas. 

Munich tiene 1.200 kilómetros de ciclovías por toda la ciudad, esto es más del 50% del total de la red de calles.  Hay también 17 avenidas para ciclistas, donde ellos tienen la prioridad y la velocidad de los vehículos no puede sobrepasar los 30 kilómetros por hora. Por otro lado, se abrieron más de 300 calles de un sentido, para que los ciclistas puedan andar "contra la corriente" de los autos, medida que se ha aplicado en distintas ciudades y que parece ser muy efectiva a la hora de movilizarse por una gran ciudad en bicicleta. En total, más del 40% de todas las calles de la ciudad fueron abiertas para esto. También tiene 22.000 estacionamientos para bicicletas alrededor de la ciudad, para que sea más fácil movilizarse por ella.

No multa ni obliga en cuanto a la bicicleta. Por lo mismo, es partidario de dejar a las personas no usar casco si es que no lo desean. Los aconseja sólo en el caso de los niños. "Yo le recomendaría llevarlo, a los niños, por ejemplo, por seguridad. Pero si le soy sincero, no me gusta", asegura.

¿Pero cómo llegar a tener tantas ciclovías en tan poco tiempo? Aquí la Gran Manzana nos dio algunas respuestas.

Muchas ciclovías en poco tiempo: El caso Nueva York

En 2008, esta ciudad característica por su atestado tráfico de autos y taxis amarillos, comenzó a diseñar un plan urbanístico y en un año ya tenía la urbe llena de ciclovías. ¿Cómo lo hicieron?, instalaron ciclo bandas (una pista exclusiva para bicicletas que va por la calle) en muchísimos lugares. En vez de instalar vías separadas de peatones y autos, simplemente las marcaron pintando una pista en la calle. El espacio utilizado fue el que anteriormente se usaba como estacionamiento o circulación de servicios, dando una política de máxima prioridad al ciclista. 

Para hacerse una idea, el valor promedio de una ciclovía en Chile es de entre 80 y 100 millones de pesos el kilómetro, ya que hay que correr árboles y postes, entre otras cosas. En cambio una ciclobanda como las de Nueva York, puede costar aquí entre 5 y 8 millones el kilómetro, es decir, entre 10 y 20 veces menos. 

Y si bien las ciclobandas suelen ser percibidas como peligrosas, es necesario saber que no necesariamente lo son, ya que según los expertos, con ellas las tasas de accidentes disminuyen, ya que al haber más vías para las bicicletas, sin importar sus características, los ciclistas se hacen más visibles para los conductores, que se acostrumbran a verlos en las calles y así, los accidentes se reducen. Además, una buena ciclobanda considera un angostamiento de las pistas de autos, para hacerles bajar de velocidad y reducir el riesgo de accidentes.

La bicicleta es cool

El mismo alcalde de Munich ha explicado en diferentes medios que, además de recursos en infraestructura, la alcaldía ha invertido dinero para concientizar y convencer a las personas que la bicicleta no sólo es uno de los medios de transporte más convenientes, sino que además es cool.

Según este alcalde, es muy importante la concientización, el "marketing" para vender este "nuevo estilo de vida". Aprovechar el recurso de que para los jóvenes ya no es necesario tener un auto y que la bicicleta, nadie puede negarlo, está de moda.

Para lograrlo, ha creado toda clase de iniciativas: Fiestas nocturnas ciclísticas, concursos para elegir a la "estrella de la bici", desfiles de moda en bicicleta, afiches que señalan a la ciudad como la capital de la bicicleta e incluso solicitar al comercio que incluya bicicletas en sus vitrinas.

"Invertir en infraestructuras es una obligación, lógicamente, pero también hay que hacer de relaciones públicas de la bicicleta, pensar campañas divertidas para motivar a la gente a usarla en lugar del coche", comentó a El País.

Este mismo concepto ya había sido explotado anteriormente por el llamado "Papa de las bicicletas", el experto cicloviario Mikael Colville Andersen, quien creó el blog Cycle Chic, mostrando gente a la moda circulando en bici por diferentes lugares de Copenhaguen. El blog no sólo fue furor en el mundo de la moda, sino que también se cree que ha fomentado el uso de la bicicleta en todo el mundo.

¿Y qué pasa con las bicicletas públicas?

Los servicios de arriendo de bicicletas se están viendo hace rato en varios países del mundo, pero en Chile se han instalado en algunas comunas hace pocos meses , por lo que aún es difícil medir si han sido efectivas o no. Sin embargo, sí podemos tomar la experiencia de España, que en un práctico manual explicó cómo hacer que las bicicletas públicas funcionen. 

Según este informe, es bueno inspirarse en casos de otros países, pero no es conveniente hacer una copia directa. Lo más importante es estudiar la ciudad, los ciudadanos y los transportes específicos de cada lugar. Luego de eso es fundamental, según este manual, hacer un buen seguimiento cuando empiece a funcionar, especialmente de la integración con las redes de transporte entre sí.

En resumen y como explicó nuestra periodista Magdalena Araus en esta nota, hay que seguir estos tres pasos:

1. Preparación: se debe conocer las características de la zona donde se instalará. El tamaño, la topografía, el clima, el tejido urbano y la demografía. Eso condiciona el lugar de instalación de las bicicletas y los tipos. 

2. Implantación: es importante realizar un calendario para lanzarla en el momento adecuado, un acompañamiento a los nuevos usuarios para que ayuden a corregir el sistema, fomentar la intermodalidad, ubicando los puntos cerca de estaciones de metro o paraderos. Además, brindar facilidad de inscripción y manejo para el usuario, para lograr una buena aceptación del sistema, ofrecer tarifas que impulsen su uso y realizar campañas de marketing y comunicación.

3. Gestión: es importante, para que hayan bicicletas suficientes para la demanda, para asegurar el mantenimiento de las mismas, y su redistribución si fuera necesario, etc. Junto a esto, es necesario seguir y controlar la calidad del servicio con indicadores mensuales de disponibilidad, el nivel de fallos de destino cuando los usuarios se atrasen en el tiempo de devolución de la bicicleta, el tiempo de reparación de averías y nivel de limpieza. Se recomienda también encuestar cada 6 meses al cliente por sus satisfacción y hacer campañas continuas de marketing. 

Conclusiones

En definitiva, se trata de ampliar lo más posible la infraestructura, a un bajo costo, para que sea factible y rápido de hacer, y luego motivar a la gente con campañas, concursos, juegos, publicidad y moda a subirse a una bicicleta, rompiendo sus paradigmas y prejuicios. 

Visto así, el concepto es sencillo. La lucha por incentivar la bicicleta se pelea en dos frentes: hacerla factible y hacerla deseable.

¿Qué otras iniciativas relacionadas a la bicicleta viste este año?