No es una tarea sencilla, desde el principio se ha concebido como un verdadero reto. Cumplir con las metas fijadas en 2015, durante la Cumbre de París sobre el Cambio Climático, requiere de un fuerte compromiso por parte de las naciones que suscribieron el pacto y, últimamente, las noticias que surgen a propósito de dicho acuerdo giran en torno a la negativa de la administración estadounidense (actor clave en este asunto) de ajustarse a lo establecido.
Sin embargo, hay países que sí han hecho sus deberes en la lucha contra el cambio climático y uno de ellos es Chile, cuyas acciones para reducir los efectos de la contaminación, fueron reconocidas durante la última edición de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas (COP24), que se realizó en Polonia.
La apuesta por la descarbonización en la generación de energía y la inversión en recursos renovables, han permitido que el país se plantee una actualización de la meta de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) comprometida para el 2030, pero ¿cuáles son los desafíos que aún quedan por asumir?
Tal y como te contamos a principios de año, una de las noticias de mayor relevancia, en cuanto al compromiso de Chile en su objetivo por reducir las emisiones de GEI, fue el acuerdo logrado entre el gobierno y las principales firmas generadoras del país, para acabar con el desarrollo de proyectos a carbón.
Dicho pacto, enmarcado en la Agenda Energética 2050, solo permitirá la construcción de termoeléctricas a carbón, siempre y cuando estas cuenten con un sistema de captura y almacenamiento de carbono y, además, insta a las empresas involucradas a desarrollar sistemas que involucren recursos renovables.
"Nuestra generación de energía actual está constituida en un 40% por carbón. Creemos que el necesario camino a la descarbonización pasa por una transición justa y definida nacionalmente", aseguró la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, durante su participación en la COP24.
De ser exitoso, este acuerdo se traduciría en el cese total de todas las plantas termoeléctricas en Chile que funcionan a carbón, en un periodo contemplado desde ahora hasta 2030-2050.
Si esto ya fue un avance, ahora pretendemos dar una zancada que nos deje aún más adelante en la carrera por descarbonizar Chile. Resulta que durante el evento llevado a cabo en Polonia, la ministra Schmidt hizo énfasis en la voluntad del país por alcanzar los acuerdos, y resaltó que el panorama local e internacional ha cambiado, por lo que los compromisos también deben modificarse. ¿Cómo? ¿Se frenó el desafío? No, todo lo contrario.
Si habíamos pactado que Chile reduciría en un 30% su emisión de gases de efecto invernadero para el 2030, ahora vamos por más, pues, según el Tercer Reporte Bienal de actualización de cambio climático, el país ya ha alcanzado el 9,9% de la Contribución Nacionalmente Determinada (INDC, por sus siglas en inglés) acordada, y por eso asumirá la tarea de modificarla (¡aumentando la meta!).
Aunque aún se desconoce cuál será la nueva meta de reducción de GEI para 2030, la responsable de la cartera de Medio Ambiente expresó en la COP24, que dicha modificación empezará a regir para 2020 y el solo anuncio, ya es una buena noticia.
Schmidt, además, fue designada como la responsable de liderar las negociaciones del mercado de carbono del Acuerdo de París, según anunció el Ministerio del Medio Ambiente a través de sus redes sociales, una muestra del compromiso de Chile por alcanzar los objetivos marcados para 2030.
#Buenasnoticias! ♻️ De 195 países, a Chile se le ha solicitado liderar las negociaciones del mercado del carbono para el Acuerdo de París: Lograr los acuerdos necesarios para esta herramienta de financiamiento del cambio climático más relevante! @CarolaSchmidtZ pic.twitter.com/CbJ4k6OdYk
— Min. Medio Ambiente (@MMAChile) 11 de diciembre de 2018
Aunque los avances registrados en el reporte entregado por Schmidt en la COP24 son alentadores, hay ciertas cosas que mejorar en cuanto a los esfuerzos para reducir los GEI.
Tal y como lo explicó el especialista en cambio climático de la USACH, Patricio Cordero, en declaraciones a El Mercurio, hay que diferenciar la intensidad de las emisiones (resulta de dividir las emisiones entre el PIB en dólares) y las emisiones brutas, siendo las segundas un indicador que se incrementó durante 2016, el último periodo registrado para la realización del reporte antes mencionado.
"Durante 2016, las emisiones de GEI fueron de 111.675,5 kilotoneladas de carbono [...] representaron un incremento de 7,1% desde el 2013", recalca el Tercer Reporte Bienal de actualización de cambio climático.
Y para bajar las cifras de emisiones brutas, uno de los puntos claves es fortalecer la descarbonización en el país, pues tal y como lo plantea Sara Larraín, directora ejecutiva del Programa Chile Sustentable, el sector energético "es responsable del 69,6% de las emisiones de GEI a nivel nacional (por lo que iríamos por un buen camino a partir de las nuevas resoluciones planteadas por el Ministerio del Medioambiente).
"Es importante que el gobierno concentre sus acciones de mitigación en el sector energético, y en particular en el cierre de las termoeléctricas a carbón que son las causantes del 91% de las emisiones de CO2 de todo el parque eléctrico nacional", resalta.
Otro de los aspectos que destacó la ministra Schmidt en la COP24, fue la política de implementación de autobuses eléctricos en la red de transporte público del país, para bajar las emisiones de GEI provenientes de los vehículos que funcionan con combustibles que producen dióxido de carbono.
"El sector transportes es responsable del 25% de las emisiones de GEI del país [...] La meta que Chile se había impuesto era alcanzar un 100% de transporte público urbano eléctrico al 2050, sin embargo, el presidente Piñera nos pidió adelantar esa meta en diez años, por lo que alcanzaremos ese objetivo en 2040", puntualizó.
El reconocimiento internacional a las iniciativas que desde Chile se llevan a cabo para cumplir con los acuerdos de la Cumbre de París, deben ser un impulso a seguir innovando en pactos, métodos y tecnologías que contribuyan a reducir las emisiones de GEI y evitar alcanzar el tope de temperatura advertido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.