Las tasas de suicidio en Chile y el mundo preocupan. Está dentro de las primeras 20 causas de mortalidad en el mundo entero y según la OMS, es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.

En Chile tenemos la tasa de suicidio más alta en Latinoamérica y por eso es necesario destacar lo que se está haciendo al respecto, aunque todavía queda mucho camino por delante. En esta oportunidad, hablaremos particularmente sobre un programa que está enfocado en prestar ayuda a jóvenes que lo están pasando muy mal en su vida y necesitan que alguien los oriente.

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Actuando a tiempo en “la ventana de la ambivalencia”

La Fundación Todo Mejora, promueve el bienestar de niños, niñas y adolescentes que sufren de discriminación, bullying y comportamiento suicida, particularmente producto de su orientación sexual, identidad y expresión de género. La buena noticia, es que desde hace tres años está implementando el programa la Hora Segura, que entrega canales de apoyo online para brindar ayuda en situaciones de crisis.

Se trata de un chat al que los jóvenes (no es exclusivo para personas LGBT) pueden recurrir para recibir contención, orientación y derivación, si existe riesgo de suicidio. Todos los días de la semana hay voluntarios conectados para establecer conversaciones y prestar ayuda.

Como te contamos en esta nota, la iniciativa partió como una instancia informal, donde jóvenes escribían a la página de Facebook de la fundación para pedir ayuda. Hoy se ha transformado en un programa que cuenta con cuatro canales de comunicación (Facebook, correo electrónico, chat de la web y la App de Todo Mejora) y 76 voluntarios capacitados para ofrecer primeros auxilios psicológicos.

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Rocío Faúndez, jefa de desarrollo de contenidos de la fundación, cuenta a El Definido que el programa no está enfocado en poder resolverle los problemas a los jóvenes, sino que busca poder "actuar en esa ventana que se produce cuando una persona decide que la única manera de poder terminar con la angustia y el dolor que está sufriendo, es intentar un suicidio. Nosotros la llamamos la ventana de la ambivalencia, que es un momento en el cual tú puedes inclinarte por definitivamente intentar un suicidio o hacer un último llamado de ayuda”, explica.

Muchos de los mensajes que reciben los voluntarios de la Hora Segura, son del tipo “sé que nadie está leyendo esto, pero envío este mensaje para decir que lo estoy pasando mal”. Es por esto, que Faúndez asegura que en el momento en el que alguien le responde a esa persona, ya está la mitad del camino recorrido. “Muchas veces el establecer un vínculo con otro, aunque sea un otro que no conozco, que está en un chat, ya es un cable a tierra que te vuelve a la realidad y a conectar”, dice.

En general, los jóvenes que se contactan con los voluntarios, son personas que poco a poco han ido cortando sus redes de apoyo, porque sienten que se han encargado de decir que están mal, que están con angustia, con dolor, pero que su entorno ya está un poco cansado de eso y solo les dicen que tienen que tirar para arriba, sin hacer nada concreto. Entonces, lo que ocurre es que en un momento ellos dejan de contar que están mal y empiezan a mostrarle a su entorno que todo está perfecto, cuando la realidad es muy distinta.

Lo que busca este programa, es que ojalá ellos puedan reactivar esas redes de apoyo, que se atrevan a pedir ayuda con familiares o cercanos.

En los casos más complejos, los voluntarios pueden orientar a la persona a consultar a un servicio de urgencia, porque Faúndez cuenta que muchas veces la gente no sabe que puede ir a por una urgencia psiquiátrica o psicológica, piensan que eso es solo cuando hay daño físico.

La fundación también tiene convenios con algunos centros de salud privados que ofrecen atención gratuita o con arancel diferenciado para aquellos jóvenes que lo requieran. Además, ahora están trabajando para establecer protocolos de derivación más directos con la red de salud pública, para poder hacer más ágil el proceso.

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Hace poco se dieron a conocer los resultados de esta intervención, los que revelan que el 94% de usuarios y usuarias de la Hora Segura, sufre depresión y altos niveles de ansiedad.

Todo Mejora

Una tarea de todos

Faúndez dice que es necesario que como sociedad abordemos este tema de manera intersectorial, es decir, que no podemos seguir viéndolo como un tema solo de salud, que, por ejemplo, se necesita un rol fuerte desde la educación, porque es en los establecimientos donde los estudiantes pasan la mayor cantidad de horas del día. “Es el punto de contacto del Estado con los estudiantes”, asegura.

“Necesitamos que salud trabaje articuladamente con educación y, por ejemplo, con el Ministerio de Desarrollo Social que es donde hoy día está la Subsecretaría de la Niñez y el Instituto Nacional de la Juventud, que son los organismos que trabajan con este grupo etario, porque los problemas de salud a los que nosotros nos enfrentamos y de riesgo suicida, muchas veces tienen presencia de factores ambientales”.

Esto quiere decir que, en muchos casos, no se trata de personas que tengan de base una situación de salud mental desmejorada, sino que a raíz de bullying, de la violencia en distintos contextos y de una suma de victimizaciones, “van entrando en el desarrollo de la sintomatología depresiva y ansiosa, que va conduciendo luego a un comportamiento suicida”, explica.

Sobre esto, el director del INJUV, Mirko Salfate, cuenta a El Definido que como país estamos al debe en materia de salud mental. “No por nada Chile encabeza algunos listados que tienen que ver con tasas de suicidio y depresión, datos que deberían encender una luz roja para que tomemos conciencia y nos hagamos cargo de este enorme problema. Desde INJUV hemos adoptado el cuidado de la salud mental y el bienestar en general de los jóvenes como un tema prioritario”, dice. Luego agrega que con el objetivo de ser un puente entre los jóvenes y sus políticas públicas, han estado trabajando para articular a los distintos actores que confluyen en esta materia, tanto del sector público como de la sociedad civil, para así forjar una red de expertos que a partir del trabajo en conjunto permita enfrentar este desafío.

Salfate destaca que existen muy buenos ejemplos de cómo variadas organizaciones están dando pasos súper importantes en su compromiso social con un rol cívico protagónico. “Creemos que estas organizaciones robustecen el tejido social y permiten construir políticas públicas de nueva generación de un modo más sustentable y colaborativo”, asegura.

Dispuestos a recibir ayuda

Desde Todo Mejora, han analizado las conversaciones que tienen con los jóvenes y se han dado cuenta de que no es que los adolescentes no quieran recibir orientación y consejo, sino que quieren hacerlo en un espacio libre de juicios, sin tener que recibir pautas normativas.

Por último, Faúndez nos cuenta que en estos años de trabajo, han aprendido algo que todos deberíamos tener en cuenta, y sobre todo quienes son padres y madres: debemos permitirnos (y permitir a nuestros hijos) un espacio para no estar bien.

"Estamos hoy día en una cultura donde se espera que tú estés feliz todo el tiempo y la verdad es que en la adolescencia y en la vida en general, hay momentos de duelo, de agobio, de pasarlo mal, de ansiedad y es súper importante que podamos hablar de ellos y vivirlos en comunidad y no tan solos como nosotros vemos que los están viviendo hoy día muchos adolescentes” advierte.

Si estás pasando por un momento complicado, no tienes una red de apoyo que te satisfaga o sientes que una herramienta como esta podría serte útil, acuérdate que no eres el único. Hay miles de jóvenes (y adultos) en el mundo que viven depresiones y salen airosos de ellas; fortalecidos y con ganas de vivir la vida a concho. ¡Comunícate con Todo Mejora!

Si necesitas ayuda, puedes comunicarte con la Fundación Todo Mejora o también llamar a Salud Responde del Ministerio de Salud 6003607777. Además, si te interesa ser voluntario de la Hora Segura, puedes postular en este link.

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