Lo prometido es deuda, ahora que ya tienes más claro el panorama sobre por qué tenemos un sistema de tributación, por qué pagas impuestos y qué significa la integración del sistema, pasaremos a revisar algunas de las novedades que contempla la modernización tributaria propuesta por el ejecutivo. Si recién te estás enchufando y no tuviste tiempo para leer el artículo anterior, no te urjas, porque acá abajo te dejamos el link.

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Si ya lo leíste, es hora de seguir explorando este mundo…

Boleta electrónica

Con el fin de que todo quede bien registrado y se evite la evasión del IVA que actualmente alcanza el 19,95%, el proyecto propone la obligatoriedad del uso de la boleta electrónica, es decir, que todos los comercios del país, independiente del tamaño, dejen de usar la típica boleta de papel y aprovechen los beneficios de poder hacer todo desde un celular, por ejemplo. El coordinador de políticas tributarias del ministerio de Hacienda, Manuel Alcalde, explica a El Definido que esto busca empujar a la formalidad de los negocios. ¿Por qué?

Esta es una de las principales medidas con las que se busca modernizar la reforma tributaria. Con esta tecnología, se espera que los negocios puedan registrar las transacciones que realizan y así reportar de forma mucho más expedita al Servicio de Impuestos Internos (SII). "Hoy día existe la tecnología suficiente, que a través de un smartphone, uno puede bajar una aplicación de índole gratuita de Impuestos Internos y de esa manera pueda operar con los sistemas ya disponibles", explica Alcalde.

Uno de los temores que existen sobre esta medida, es que podría significar un costo muy alto para algunos, ya que tendrían que invertir en algún dispositivo para poder hacer lo que hoy realizan con papel. Pero Alcalde aclara que para quienes no tienen la facturación electrónica, la idea es que los costos de implementación sean bajos. "En términos de costos, estamos convencidos de que la imposición de la boleta electrónica, más que aumentar los costos, va a permitir un mejor reconocimiento del negocio y una más eficiente administración del impuesto”, dice.

Si se implementa la medida, también se espera que permita recaudar más dinero como consecuencia de una disminución en la evasión del IVA.

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Impuesto para plataformas digitales

Ahora las plataformas digitales que operan desde el extranjero (ojo, no el comercio digital), como Netflix o Spotify, se están salvando de pagar impuestos. Sin embargo, la propuesta pretende que deje de ser así y que todos los servicios digitales que se prestan desde el extranjero hacia Chile —como servicios publicitarios, servicios de streaming, intermediación digital, etc.-, tengan que comenzar a pagar un impuesto del 10%. El porcentaje fue fijado teniendo en cuenta lo que ya se ha aplicado en otros países.

“Hoy día, en ausencia del proyecto, las empresas extranjeras que generan utilidades por los servicios prestados en Chile, están afectas de impuestos, pero sucede que la economía digital ha evolucionado tan rápidamente que nuestras normas quedaron diseñadas para una economía totalmente distinta, y hoy día resultan inaplicables a esta realidad”, explica.

Alcalde aclara que no es una medida que busque recaudar más dinero particularmente. Dice que el objetivo principal, será modernizar nuestro sistema tributario y poner al día las normas que ya estaban un poco añejas.

El economista y académico de la UAI, Claudio Agostini, asegura a El Definido que él cree que es un buen paso en la dirección correcta. Aunque tiene dudas sobre cómo se implementará este cobro. "Hasta ahora se ha mencionado que se retendría por los emisores de las tarjetas de crédito con las cuales se paga el servicio digital. Hay que ver ahí los detalles de cómo se implementa", dice.

Un “Sernac” para los contribuyentes

Otra novedad que incluye el proyecto, es la creación de una Defensoría del Contribuyente (DEDECON), así como un Sernac, pero para los contribuyentes. Esta defensoría dependerá del Ministerio de Hacienda y su objetivo será velar por el respeto y observancia de los derechos del contribuyente en su relación con el SII. Con esto, se buscará evitar actos arbitrarios o abusivos y le otorgará a los contribuyentes mayor certeza y seguridad jurídica.

Agostini dice que la creación de esta defensoría, es una buena idea que permitiría ayudar al cumplimiento tributario. Sin embargo, advierte nuevamente que habrá que ver cómo se implementa:

“Lo que uno quisiera es que se focalice, ojalá, en los contribuyentes más chicos, porque los más grandes tienen estudios de abogados detrás y empresas de contadores auditores internacionales que les solucionan más o menos todos los problemas. Para las empresas chicas es caro contratar esos servicios, entonces si se focaliza en ayudar a que a esas empresas les sea más fácil cumplir con el sistema tributario y más fácil lidiar con Impuestos Internos, puede ser una buena contribución”, explica.

¿Subirle el impuesto a las personas o a las empresas?

Este proyecto no pretende modificar las tasas de impuestos de las empresas ni de las personas. Así lo confirmó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al Diario Financiero:

“Nosotros lo planteamos desde un momento: este proyecto no iba a tener una rebaja de impuesto para las empresas, excepto para las pyme, y así ocurrió; y tampoco va a tener un aumento de impuesto a las personas. Ambos elementos se respetaron en el proyecto”.

¿Entonces, por qué hablamos de esto?

Porque ha surgido en el debate de las últimas semanas, la idea de que en realidad lo mejor sería bajarle los impuestos a las empresas y subir el de las personas (a los que más ganan). Así lo propuso, por ejemplo, el director de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, quien mencionó que esto permitiría que las empresas “inviertan más”.

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Sobre si subir o no las tasas de impuestos de las personas, Agostini dice que en realidad “es una pregunta que desde la economía hay menos que decir, porque es una pregunta respecto a qué tan progresivo queremos que sea el impuesto. Si se quiere aumentar progresividad, uno debería probablemente poner una tasa nueva más alta. Si uno no quiere más progresividad, al revés, para simplificar el sistema y hacerlo más simple, el camino es el opuesto, es igualar la tasa de las personas con la de las empresas”, asegura. Con “impuesto progresivo”, Agostini se refiere a que a mayor ingreso, mayor es el impuesto que hay que pagar. 

Sobre esta discusión, cada uno tiene sus argumentos, pero hay una cosa que debemos tener súper clara, y es que finalmente los impuestos siempre los pagan las personas y que cada vez que se le suben los impuestos a las empresas, ese costo finalmente lo terminan asumiendo los dueños, trabajadores y consumidores.

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Renta presunta

Aunque tampoco es parte del proyecto de modernización tributaria, este es un tema que también ha estado dentro de la discusión, ya que hay quienes esperaban que con esta propuesta de modernización, se anunciara la eliminación del régimen especial. ¿Por qué?

La renta presunta es un régimen especial de tributación para la agricultura, minería mediana y transporte. Nació porque era muy difícil pedirle a estos sectores económicos que llevaran contabilidad o que tuvieran un registro de sus ingresos,  sus gastos, etc. Entonces, cuentan con el beneficio de tener menos obligaciones tributarias. Según Agostini, esto lleva a que algunas compañías terminen disfrazándose de empresas más chicas para "eludir impuestos", explica a El Definido. 

“La razón por la que existía, desapareció, y uno ve hoy día en los datos de impuestos internos, que la mayoría de las empresas de renta presunta, tienen factura, entonces es absurdo que paguen por renta presunta”, asegura. 

Alcalde dice que el proyecto de modernización no hace modificaciones a este régimen, porque creen que basta con las modificaciones que se ya se le hicieron durante el año 2014, donde se restringieron las barreras de entrada, se disminuyó el nivel de ingresos máximos que podía tener una compañía para acogerse a ese tipo de régimen y se establecieron normas de control para las operaciones que puedan realizar. “Hoy día creemos que está suficientemente restringido el régimen como para hacer alguna modificación adicional”, asegura.

Agostini, por su parte, explica que es cierto que con la reforma de 2014 “se acotó el abuso pero, uno, no quiere decir que no exista, sino que se redujo y, dos, es un sistema que no tiene ninguna razón de existir, yo creo que ese es el punto. Si estamos hablando de modernización tributaria, tener renta presunta es lo menos moderno que hay, todos los países han ido suprimiéndola". De hecho, de los países de la OCDE, solo Chile y Polonia la mantienen.

El proyecto recién está comenzando a ser discutido y vale la pena entender todos estos conceptos que escucharemos dentro de las próximas semanas o meses. Ojalá podamos presenciar un debate en el que se dejen de lado los rencores políticos y se busque lo mejor para que el chanchito de greda del país, tenga las mejores herramientas para financiar todos los proyectos y programas que tiene planeado.

¿Qué te parece esta nueva propuesta?