Es muy probable que sientas que esta información te está cayendo sobre la cabeza sin que alguien se detenga a explicártelo: ¿por qué las estudiantes salen a protestar?, ¿por qué el enojo?, ¿qué justificación tiene todo esto?, ¡qué alguien me explique!
Para eso estamos aquí y vamos a partir desde cero.
Esto no comenzó hace solo unos días, sino que viene desde abril, cuando las alumnas de las facultades de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral (Valdivia), se tomaron la institución. Todo esto luego de que el rector, Oscar Galindo, indicara la sanción que tendría un académico de la Facultad de Ciencias, acusado de acoso sexual.
Ellas exigían la renuncia inmediata del profesor, sin embargo, la universidad decidió mantenerlo, siendo trasladado al Laboratorio Costero de Recursos Acuáticos de Calfuco, ya sin posibilidad de hacer clases, pero sí podría estar en contacto con estudiantes.
Después de días de manifestaciones, el Consejo Académico Extraordinario de la universidad, anunció el fin al contrato del docente, pero las movilizaciones continuaron.
Diez días después y a más de 800 kilómetros de distancia, las alumnas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, también decidieron emular a las sureñas, tomándose el lugar indefinidamente. ¿La gota que rebalsó el vaso?
La demora de ocho meses en la investigación de una denuncia por acoso sexual y laboral, realizada por una estudiante en contra del profesor de derecho administrativo y ex presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona.
Finalmente la universidad, después de meses de investigación, decidió sancionar al docente con tres meses de suspensión por faltas a la probidad administrativa.
A partir de los dos casos anteriores, se comenzaron a unir más establecimientos que denunciaban situaciones similares, como la Facultad de Derecho de la Universidad Católica. En este caso, alumnas de la carrera hicieron públicas una serie de frases machistas que han escuchado en las salas de clases:
“Señorita qué hace con ese escote, ¿usted vino a dar una prueba oral o a que la ordeñen?”; o “señorita, hágame un favor y mejor agarre los cuatro palos de la carrera y váyase al mall”. Según denuncian las 127 alumnas que firmaron la publicación, este tipo de frases “se han naturalizado a tal punto dentro de la facultad, que incluso han quedado registradas en nuestros propios apuntes”.
En una entrevista en la radio Pauta, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, se refirió a estas frases: "Me impactaron y me produjeron repulsión conocer comentarios de ese tipo. Es muy importante poner lineamientos porque no cabe duda que en Chile hay una sociedad que es machista y las universidades no están ajenas a esto".
En este punto, las protestas feministas de las estudiantes tomaron un nuevo cariz: no solamente se trataba de denuncias de abuso o por falta de amonestaciones a docentes implicados, sino de una recurrente y molesta educación sexista de la que ya no querían ser parte.
Las fuertes protestas feministas se transformaron en tomas de las instituciones, las que hoy se concretan en varias facultades de 15 universidades en siete regiones del país, según LUN:
Universidad Diego Portales, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Universidad de Chile, Universidad de Valparaíso, Universidad Tecnológica Metropolitana, Universidad de Santiago, Academia de Humanismo Cristiano, Universidad Andrés Bello, Universidad Arturo Prat, Universidad Andrés Bello, Universidad de Concepción, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad de La Frontera y la Universidad Austral (Campus Valdivia y Puerto Montt).
Registro de la toma feminista separatista de la UDEC y la Marcha Contra la cultura de la Violación. Concepción, 11 de mayo 2018. Kallwe |
Además, hay seis colegios que se encuentran en paro por las mismas causas: Liceo 1 Javiera Carrera, Santiago Centro, Liceo Politécnico de Taltal, Liceo Tajamar de Providencia, Liceo Agrícola de San Miguel de Azapa, Colegio Juan Moya de Ñuñoa y el Liceo Neandro Schilling de San Fernando.
Marchan contra el acoso y el abuso sexual, pero también en contra de la educación sexista. Aunque si bien cada universidad o colegio tiene sus propias peticiones, hay cinco puntos generales que se repiten:
“La educación es la gran responsable de criar machos para la sociedad”
La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y la Coordinadora Feminista Universitaria (CofeU), realizaron una rueda de prensa antes de que comenzara la marcha convocada por estas dos organizaciones contra la educación sexista que se desarrolló ayer, desde Plaza Italia hasta la calle Echaurren.
“Hoy la educación es la gran responsable de crear, criar y sacar machos para la sociedad, machos los cuales nos han violentado por mucho tiempo, nos han violado, hemos sido acosadas sexualmente y ahora no podemos estudiar tranquilas porque están llevando estas agresiones a las aulas”, denunció en esta instancia Paz Gajardo, vocera de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana.
La Secretaria de Comunicaciones de la Fech y vocera de la Confech, Francisca Ochoa, en entrevista con T13 Noche, aseguró haber escuchado al ministro de Educación, Gerardo Varela, decir “cosas erráticas varias veces. Incluso hoy él dice que lo que estamos viviendo nosotras en las universidades son 'pequeñas humillaciones'”.
“Creemos que esto ha servido sobre todo para nuestros compañeros que eran parte, que encubrían o generaban estas desigualdades dentro de las casas de estudios, adentro de la sala, en distintos ambientes –incluso muchas veces encubren a sus mismos amigos dentro de los carretes cuando generan hechos de violencia de género y sexual– empiecen a cuestionarse de dónde viene la idea de hacer este tipo de actos y de cómo influye en eso el sistema educativo”, aseguró la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Austral (Feuach), Valentina Gatica.
Tras su presentación en Icare el viernes pasado, la ministra de la Mujer, Isabel Plá, dijo que las demandas de las estudiantes forman parte de la causa del ministerio. "Chile está atravesando un momento histórico, porque estamos transitando desde el Chile de siempre, en el que situaciones de acoso sexual y la violencia parecían naturales, a un Chile que es moderno, que no tolera la discriminación ni la violencia".
Además, esta semana el Ministerio de Educación envió un oficio a los planteles de educación superior del país, para que informen sobre cuáles son los protocolos, manuales y/o procedimientos que hacen efectivas las responsabilidades ante actos como el acoso sexual, laboral y la discriminación arbitraria.
Sin duda Chile está despertando y estas tomas, marchas y protestas, servirán para cambiar la forma en que se están haciendo las cosas. También para que todos nos demos cuenta de que las actitudes machistas y el abuso de poder, no pueden seguir presentes en los colegios, universidades, hogares, lugares de trabajo, ni en ninguna parte.
La participación de hombres y mujeres en Chile es clave para crecer como país. Esto no se trata de una guerra entre sexos, sino de una lucha por generar un cambio cultural, a la que todos están invitados.