Puede ser complicado para algunos entender realmente qué es lo que piensa o planea el líder norcoreano Kim Jong-un en lo que respecta a sus relaciones internacionales. Estos últimos años han estado llenos de altos niveles de tensión en la península asiática. Son situaciones que nos han mantenido en un péndulo que fluctúa entre la hostilidad internacional y el acercamiento que hace al mundo soñar con la tan anhelada paz en una de las zonas más tensas del mundo.
Es como si durante todo el año pasado y principios de este, hubiésemos ido en una montaña rusa, subiendo y subiendo, esperando llegar a lo más alto y pensando que en cualquier momento podría pasar lo peor, cuando nos pegamos un bajón gigante y todo vuelve a la “normalidad”, como si nada hubiera pasado.
Hoy te contamos brevemente cuál es la nueva estrategia diplomática de Corea del Norte, y qué objetivos se guarda Kim Jong-un entre manos.
Lo que primero nos descolocó fueron los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, pues en la época justamente anterior, ambas Coreas parecían más polarizadas que nunca, con una tensión que estuvo a punto de terminar en una confrontación política, pero que terminó con los atletas coreanos -tanto del norte como del sur- desfilando juntos bajo una misma bandera, como si fueran hermanos.
Después vino la visita no oficial de Kim a China -que además fue la primera vez en que salió de su país desde que asumió el poder en 2001- y, como guinda de la torta, un encuentro histórico con su país hermano, Corea del Sur, en el que ambos se comprometieron a estar en paz y a desnuclearizar permanentemente la península (firmando la Declaración de Panmunjom).
Y para más remate estamos todos comiéndonos las uñas esperando una inminente reunión entre Kim Jong-un y el presidente estadounidense Donald Trump, que se celebraría a comienzos del próximo mes. Sin embargo, este encuentro ha tambaleado un poco en los últimos días, pues según un portavoz norcoreano, Estados Unidos estaría manipulando la opinión del público cuando dice que la desnuclearización acordada en Pyongyang, sería resultado de las presiones y sanciones impartidas por ellos.
Para muchos esto es confuso, mientras para otros simplemente es más de lo mismo, porque este tipo de concesiones que está haciendo Kim, ya las habría hecho antes.
¿Cuáles son los hechos y acciones que han marcado las relaciones de Corea del Norte con sus principales amigos y enemigos en el último tiempo? A continuación te relatamos todos estos acontecimientos en detalle.
En 1953, Corea del Norte y Corea del Sur firmaron un armisticio en el que acordaron el cese de hostilidades, un stop a los enfrentamientos armados. No se tocó en él formas de alcanzar la paz, razón por la cual técnicamente la guerra entre ambos sigue y por la que hoy siguen existiendo importantes diferencias entre ellos. Según los expertos, estas solo podrían resolverse mediante un acuerdo de paz.
Al menos hasta hace unos pocos días, la idea de que esto pasara parecía lejana, pero en la cumbre histórica que celebraron los líderes de ambos países -Kim Jong-un y Moon Jae-in- hace unos días en Panmunjom, ocurrió lo inesperado: pactaron una declaración simbólica en la que prometieron lograr la desnuclearización y avanzar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz que sustituya al armisticio firmado en 1953. Así, la cumbre estableció las condiciones que permitirían retomar las conversaciones sobre un posible acuerdo de paz, pero uno que no depende solo de ellos, sino que de toda la comunidad internacional y especialmente de Estados Unidos (quien representó a Corea del Sur en la firma del armisticio en 1953).
Esta es la razón por la cual es tan importante la inminente reunión con Donald Trump que mencionaremos más adelante en la nota y que de alguna forma ha eclipsado a esta cumbre.
La relación entre ambos países se había mantenido característicamente tensa en el 2017, a causa de los ensayos nucleares norcoreanos y por los ejercicios militares en conjunto con Estados Unidos y Corea del Sur. Una gran distensión se produjo, en primera instancia, gracias a los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang 2018. Mientras estos se inauguraban en el sur, el líder norcoreano asistió junto a su esposa a una actuación de artistas surcoreanos de K-pop en Pyongyang, la primera vez que un dictador norcoreano lo hace en su tierra. Lo que fue todo un símbolo de acercamiento (tanto que se llegó a hablar de “la diplomacia del K-pop”).
En el sur por el otro lado, la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, se convertía en la primera integrante de la dinastía Kim en pisar el suelo surcoreano, para asistir a la ceremonia inaugural y estrechar la mano del presidente del país surcoreano.
Fue un momento histórico también porque los atletas de ambos países desfilaron juntos en la ceremonia, bajo una sola bandera, como si los países fueran uno. Así también ocurrió en el campeonato mundial de tenis de mesa femenino que se disputó el jueves pasado en Suecia, donde las competidoras de Corea del Norte y Corea del Sur decidieron unificar sus equipos en los cuartos de final.
Todo pasando entre estos dos países, aunque igualmente nos quedamos con la duda, ¿serán solo símbolos o traerá reales consecuencias de paz?
A pesar de que China siempre ha sido un aliado del país norcoreano, en los últimos tiempos han estado bastante más cerca, pues se han estado reuniendo en secreto. Su relación tiene su origen en la Guerra de Corea, cuando los chinos les enviaron tropas para combatir a Corea del Sur, que contaba con el apoyo de Estados Unidos y las Naciones Unidas. Desde ahí que el gigantesco país ha apoyado política y económicamente a los líderes norcoreanos (desde Kim Il-sung) -lo que le ha costado bastantes sanciones internacionales- a pesar de que apoya su desnuclearización para así mantener la paz y la estabilidad en el noreste de Asia (razón por la cual a veces se han alejado).
Esta diplomacia, a diferencia de las relaciones con Estados Unidos o Corea del Sur, es silenciosa. Básicamente nadie supo que Kim se iba a reunir con el presidente chino Xi Jinping en marzo, hasta que la reunión ya había pasado y habían ratificado los compromisos de reconciliación entre ambas Coreas. Nuevamente pasó ayer y antes de ayer, cuando ambos se reunieron en Dalian para discutir los progresos de la península de los últimos meses y lo que vendría a futuro, según anunció la prensa china.
Y así pasó también con la visita del canciller chino Wang Yi al dictador la semana pasada. Sin que nadie supiera con anticipación sobre ella.
El anuncio de la reunión entre Kim Jong-un y Donald Trump, tiene a todo el mundo nervioso y listo, ¡con las cabritas en la mano! Porque es de los avances diplomáticos más impresionantes en la crisis de la península coreana (ambos se enfrentaron en la Guerra de Corea de 1953). El alcance que tenga el diálogo intercoreano, en lo que respecta al acuerdo de paz y de desnuclearización, está determinado en gran parte por este encuentro y lo que se converse en él. Pero nada es fácil y el proceso para concretarlo ha sido lento. La fecha ya estaría fijada, según Trump, pero no se ha publicado oficialmente.
Un acto de buena voluntad por parte de Corea del Norte en medio de esta espera, ha sido la liberación de los tres estadounidenses que estaban retenidos en Corea del Norte, acusados de crímenes contra el régimen.
La aparente distensión entre ambos países ha tambaleado en los últimos días. Según un portavoz de la Cancillería Norcoreana, Washington estaría provocándolos al sugerir que las sanciones contra el país no serán retiradas a menos que abandonen totalmente su armamento nuclear. Además, dice, ellos estarían manipulando la opinión pública al decir que la voluntad de desnuclearización norcoreana ha sido fruto de la presión y sanciones estadounidenses.
Más allá de eso, esperamos que ambos líderes puedan reunirse para resolver los conflictos. La relación de tensión que existe entre ellos puedes profundizarla en esta nota de El Definido.
La estrategia de Corea del Norte es una que conscientemente busca la tensión y distensión, según el experto en Corea del Norte Andrei Lankov. Cuando los norcoreanos son infelices, según explica este video (lo encontrarás más abajo, aunque está solo en inglés), siguen la misma rutina:
Es un ciclo que ya se habría repetido muchas veces y que lo seguiría haciendo, según dice el autor del video. El fin último de Kim Jong-un sería, en resumidas cuentas, mantenerse en el poder y a su régimen vivo.