Un automóvil autónomo o robótico, es un auto que percibe el ambiente, por lo tanto, no requiere un conductor para poder movilizarse por las calles. Los principales fabricantes de vehículos están trabajando en elaborar y aplicar esta tecnología a sus nuevos modelos, y ya pueden verse autos que se manejan solos avanzando por ciudades como California, Michigan, París, Londres, Singapur y Pekín.
Dicen que cuando los automóviles recién aparecieron en las calles, la gente los llamaba “carruajes sin caballos”. Considerando eso, es probable que en unos años el término “autos sin conductores” suene tan anacrónico como ese. Pero, sin lugar a dudas, la idea de autos avanzando sin un conductor por las calles, por ahora sí nos suena a algo sacado de una película, como una especie de auto zombie o un tipo de inteligencia artificial muy avanzada. ¿Pero cómo funcionará esta revolucionaria tecnología?
En El Definido te contamos en qué va la cosa…
Los primeros pasos de los vehículos autónomos
Los inicios de esta tecnología, van de la mano de la Agencia Investigación Avanzada de Proyectos de Defensa de Estados Unidos, (DARPA por su sigla en inglés), que realizó una serie de eventos de vehículos autónomos con el fin de incentivar el desarrollo de esta nueva tecnología, pues el ejército estadounidense quería desarrollar camiones que se manejaran solos para transportar carga, pero se encontraban estancados.
El primer evento fue en el año 2004 por el desierto de Mojave, y se llamó DARPA Grand Challenge, pero no obtuvo muy buenos resultados, pues la tecnología disponible no era la más adecuada y los vehículos lograron avanzar muy poco. Pero para la tercera versión del evento el 2007, una competencia llamada Urban Challenge que se realizó en una base abandonada de la fuerza aérea a las afueras de la ciudad de Los Angeles, al menos una docena de autos sin conductores avanzó por calles con tráfico real, demostrando los avances realizados.
¿Cómo diantres “ve” un auto sin conductor?
Pero, ¿cómo funcionan los autos sin conductores? Para lograr “ver” el camino, estos vehículos comenzaron combinando las diversas tecnologías disponibles. Se trató de distintas técnicas como radares, luces láser, GPS, y avanzados sistemas de control y visión computacional.
Hoy en día, la mayoría de estos vehículos usan tecnología LIDAR, de Detección y Localización por Luz. Se trata de un artefacto que dispara millones de rayos láser cada segundo, midiendo cuánto tardan en rebotar, y luego usa los datos para construir un mapa 3D más preciso de lo que un radar ofrece y más fácil de comprender para una computadora que una imagen de una cámara (esta tecnología también está siendo usada, por ejemplo, por la arqueología, como te mostramos en esta nota hace un tiempo).
Por el momento, es muy caro producirlo y aún difícil de manufacturar, por lo que se convierte en uno de los desafíos de los gigantes tecnológicos que están trabajando en su desarrollo y aplicación.
Por otro lado, antes de que el auto robótico salga a las calles, el LIDAR y algunas cámaras son usadas para mapear el recorrido que debe hacer en extremo detalle. Generan así un documento de referencia que ayuda a que el vehículo chequee las lecturas de sus sensores, lo que es clave para que el auto logre conocer su propia ubicación con un detalle de centímetros, más de lo que el GPS promedio puede ofrecer.
¿Cómo es posible que choquen con toda esta tecnología?
En teoría, con toda esta ayuda tecnológica los automóviles autónomos debiesen ser más seguros que los vehículos convencionales, suponiendo que todas éstas elaboradas y precisas técnicas funcionan correctamente y se elimina el “factor humano”. De hecho, la tecnología de conducción autónoma sumará 7 billones de dólares (más de 4.300 billones de pesos chilenos) a la economía global y debería salvar cientos de miles de vidas durante las próximas décadas. ¿A qué se deben entonces los recientes accidentes?
En el caso del accidente de la semana pasada, un automóvil marca Honda habría cruzado con luz roja, y al intentar evitar colisionar con otro vehículo, terminó desviándose y chocando con el auto de conducción autónoma de Waymo. Antes de convertirse en la compañía que es hoy en día, Waymo fue un proyecto de desarrollo de automóviles autónomos de nada menos que Google, trayecto que comenzó el 2009, hace casi una década.
China va con cautela
En China ya se aprobaron las directrices nacionales para probar autos de conducción autónoma. El nuevo reglamento requiere que los automóviles sean tanteados inicialmente en zonas no públicas, que los viajes de prueba sean sólo hechos en calles designadas y que una persona calificada siempre vaya sentada en el lugar del conductor, lista para tomar control en caso de que la tecnología autónoma falle. Suena sensato, ¿no?
No es casual que fijen todas estas reglas, pues no se trata sólo de avanzar en el desarrollo de la tecnología lo más rápido posible, pues el país no quiere quedarse atrás de los desarrollos logrados por compañías estadounidenses como Waymo o Tesla Inc., dándole permiso a la empresa Baidu Inc para probar vehículos. Es probable que las precauciones también respondan a que, desafortunadamente, ya han ocurrido accidentes. Este año se destacan dos en la ciudad de Arizona (EEUU) que han sido muy cubiertos por los medios: el primero el 4 de mayo, protagonizado por una minivan Waymo (el que relatamos más arriba), y el segundo en marzo, cuando un vehículo de Uber atropelló y causó la muerte a una mujer.
Así que no es de extrañar que más pruebas se realicen en zonas poco pobladas antes de que estos nuevos vehículos inunden las calles urbanas.
Los deseos de Uber
Otra de las compañías que destaca en el desarrollo actual de esta novedosa tecnología es Uber. Sí, la misma que ha cambiado el concepto de tomar taxi. Ellos en marzo anunciaron que sus camiones transportarían cargamento y fletes por las calles de Arizona, en principio con un conductor de “respaldo” en caso que la máquina falle en hacer el trabajo autónomamente, pero esperando pronto que estos camiones sean 100% autónomos. Y no es la primera vez que lanzan un vehículo auto-conducido, pues en octubre de 2016 Uber ya usó un camión autónomo para realizar una entrega de cerveza Budweiser en el estado de Colorado, convirtiéndose ésta en la primera entrega comercial en ser realizada por uno de estos vehículos.
¿Esto significa que los humanos ya no serán necesarios en la industria del transporte? ¿Millones de personas perderán sus trabajos? No necesariamente, como siempre que la tecnología avanza, los empleos van fluctuando y cambiando de foco, y se estima que las empresas se enfocarán en el desarrollo de sensores láser, procesamiento de datos y nuevos centros de servicio para mantener los vehículos, nichos en los que sin duda serán necesarios los seres humanos para que la tecnología pueda funcionar.
De hecho, según la revista Forbes, muchos nuevos empleos se están abriendo en empresas que buscan ofrecer mejores radares, cámaras, LIDIAR y mapas a las grandes compañías que están desarrollando los vehículos autónomos, y se puede esperar mucho más para el futuro.
¿Te subirías a un taxi autónomo?
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