*Esta nota fue originalmente publicada en 2017 (25 de octubre).
Ya sabemos que Holanda no es un país, que “bizarro” no significa lo que creíamos y que una teoría no implica que sea solo una idea, sino que también puede ser una explicación. Como sea, palabras que usamos a diario y que significan otra cosa hay por montones.
Y si eres como la profesora de Lisa que dice “validancia” en vez de “validez”, este artículo es para ti. Porque en El Definido decidimos hacer una segunda parte de la nota en donde expusimos cinco palabras que estábamos usando mal y esto fue con lo que nos encontramos ahora.
“Me comí senda empanada este dieciocho”. Probablemente hemos usado este término para referirnos en más de alguna vez a algo que haya resaltado por sus grandes dimensiones, pero adivina. Estábamos equivocados.
En realidad esta palabra significa “uno para cada una de las personas o cosas mencionadas” y, dicho de otra manera, se traduce en que de lo que se está hablando le llegará de manera individual a por lo menos dos personas. Es decir, si planteamos que los participantes recibirán sendos regalos, significa que cada uno de ellos recibirá algo.
Nada que ver con lo que estamos acostumbrados a entender por “sendo”. De todos modos, la Real Academia Española (RAE) reconoce su uso en varios lugares de América para referirse a que algo es muy grande, pero no lo considera correcto.
A: ¿Cómo estuvo el recital de Miley Cyrus?
B: Bacán, pero habían muchos metaleros.
¡Usted no lo diga! El verbo “había” jamás se conjuga en plural para hablar de la existencia de algo por una simple razón: en estos casos siempre se usa en modo impersonal (es decir, tercera persona singular). No queremos dar la lata gramática, pero en estos casos el verbo había actúa como un complemento directo, por lo que el número se determina por el sujeto.
Ejemplo: Bacán, pero había muchos metaleros.
El verbo “haber” se mantiene en singular como siempre debe ser en estos casos, mientras que el plural se lo lleva el sujeto, que sería “metaleros” y el complemento circunstancial de cantidad que vendría siendo “muchos”. Más claro echarle agua.
Existen situaciones que creemos que nos enervan, como el amigo que se hace el loco con la cuota del asado, cuando el que está sentado atrás de nosotros en el cine le pega patadas a nuestro asiento o al abrir un paquete de tallarines y que estos salten para todos lados.
Aunque la cruda verdad es que ahí no nos enervamos, sino que simplemente nos enojamos. Por el contrario, esta palabra en realidad significa originalmente que algo se “debilita”, que se “se le van las fuerzas” o que “se pone nervioso”. Lo curioso es que todo esto partió como un galicismo, ya que en francés el verbo énerver significa debilitar. Recién en el ’84 la RAE lo aceptó como sinónimo de “ponerse nervioso” (porque antes solo aplicaba para “debilitar”) y de ahí fue solo cosa de tiempo para que llegara a cómo lo entendemos ahora: como un enojo.
Así que la próxima vez que sientas que algo te enerva, piénsalo dos veces, porque quizás no sea eso lo que te esté pasando. A no ser que tu novi@ te diga que tienen que juntarse a conversar. Probablamente eso te enerve bastante.
Te vas de paseo por el día a un parque con tus amigos y la idea de llevarse un vituperio está latente (sobre todo para quienes nacieron antes de los 80’ y se atreven a usar esa palabra todavía). Pancitos, chocolates y frutas son práciticamente lo que entendemos por este concepto, pero por supuesto que estábamos equivocados.
Para la RAE un vituperio es una deshonra o una afrenta hacia otra persona. Nada más ni nada menos. Así que lo que puedes llevar a un picnic en verdad se llama colación, simplemente comida o “cocaví” si eres más chileno que los porotos. Mira que para enojarse existen un montón de otras palabras.
¿Habrá surgido la confusión de términos luego de algún enfrentamiento por causa de la comida?
Se viene Halloween y nos empezamos a poner tétricos. Decoramos las casa con telas de arañas, calaveras, murciélagos y de sonido ambiente ponemos la risa de Viñuela. Genial, pero hay un problema: ¡en realidad nada de eso es tétrico!
Estamos acostumbrados a entender el significado de esa palabra como algo que nos da miedo, pero en verdad no es así. Nuestra querida amiga RAE nos explica que su significado hace referencia a algo triste, serio, grave o melancólico.
Claro, a todos nos da miedo estar tristes, pero no por eso vamos a decir que lo que es tétrico da miedo. Un dato muy útil (not) para la noche del 31 de octubre que se nos viene.