Cada vez que pensamos en comunicarnos con alguien, lo primero que se nos viene a la mente es enviarle un WhatsApp. Así, desplazamos a las llamadas telefónicas a un segundo plano o para cuando realmente necesitamos hablar con esa persona con urgencia.
Aunque como sabrán, esto es algo relativamente reciente. Y es que hace solo diez años no existían todas estas tecnologías que ahora consideramos esenciales para nuestras vidas. ¿Cómo nos las arreglábamos antes entonces?
Volver a casa de noche después de una fiesta nunca volvió a ser igual desde que apareció Uber en nuestras vidas (bueno, y la Ley Tolerancia Cero). ¿Sabían que se fundó recién el año 2009? Bueno, además llegó bastante años después a Chile.
Si bien en un principio había una barrera por la necesidad de tener una tarjeta de crédito para usar la app, hoy se ha “democratizado” al permitir el pago en efectivo. Así, Uber y sus similares nos han permitido movernos por la ciudad con menos preocupaciones, descartar definitivamente la disyuntiva entre salir con auto u optar por beber un par de copas y, de paso, nos ha ayudado a dejar de lado el temor de enfrentarnos a un conductor desconocido (ya que prácticamente manejamos todos los datos que nos interesan del conductor del vehículo que nos recogerá).
¿Y hace 10 años? Andábamos preocupados de tener el número del radiotaxi, de que alguien nos pudiera “acercar” o simplemente teníamos que esperar en la calle a que pasara un taxi en la mitad de la madrugada.
La leyenda cuenta que uno de los ex empleados de Yahoo! compró un iPhone el año 2009 y junto a un ex colega, vieron el potencial para el mercado de aplicaciones que abriría, y cómo cambiaría la manera de comunicarse. Así fue como WhastApp pasó de tratarse de una aplicación en la que los usuarios podían cambiar sus status y ser notificados, a convertirse en el gigante de la mensajería que hoy en día conocemos.
Además de todo lo que nos permite (para qué decirlo), podemos viajar al extranjero sin pensar en realizar costosas llamadas telefónicas. ¿Recuerdan cómo era hace algunos años?
Y muy atrás también quedaron los tiempos en donde recurríamos al SMS que nos iba descontando algo así como $50 por mensaje. De hecho, era un factor importante que considerábamos en nuestro plan de telefonía que contratáramos (o en las tarjetas de prepago que comprábamos).
Varias alternativas para reproducir y descubrir música pasaron sin pena ni gloria frente a nuestros ojos hasta Spotify. Los descubrimientos semanales, las radios de cada artista, la facilidad para buscar cada tema que quieres escuchar son algunas de las características que revolucionaron la manera de consumir música.
Aunque esta creación sueca se lanzó hace 11 años, hace solo 5 no era algo común en nuestro país. ¿Se acuerdan cuando nos preocupábamos de bajar canciones? ¿De qué había un par de amigos expertos en listas de reproducción? ¿O incluso cuando andábamos con nuestras canciones favoritas en nuestro reproductor de mp3? Lamentablemente no cabían tantas pistas como hubiésemos querido, pero al menos era mejor que lo que teníamos en la era del discman clásico (en donde podíamos meter solo entre 15 y 20 canciones). Y para qué decir de los casetes…
Si bien esta compañía fue fundada en 1997, sólo en el 2007 introdujo los streamings y en el 2013 comenzó a producir su propio contenido, convirtiéndose en lo que conocemos hoy. Es verdad, todavía hay muchas series y películas que no se suman a su catálogo, pero por hay muchas opciones por descubrir.
Total, no pasamos horas descargándolo y si no nos gusta, simplemente lo borramos de nuestra lista. Si enganchamos, podemos pegarnos una maratón el fin de semana y ver todas las temporadas de golpe. Mucho mejor que aquella época en la que teníamos que buscar y buscar algún servidor donde bajar esa serie que tanto ansiabas comenzar a ver (mientras rezabas para que no se te infectara de 400 mil virus el computador).
Es más: se podría decir que Netflix hasta revolucionó la manera en la que vemos televisión. No por nada, en Estados Unidos ya hay más gente suscrita a este servicio que a la televisión por cable.
La Kindle original surge en 2007, pero ya en el 2009 con la introducción de la Kindle DX que trajo consigo una pantalla más grande, fue que comenzó a cambiar nuestra forma de adquirir libros. Desde comprar por la plataforma de Amazon para recibir el libro en formato digital directamente en nuestro e-reader, hasta encontrarlos en webs, hoy llevar cientos de libros a todos lados es algo “normal”.
Claro, el papel no muere, y probablemente muchos seguimos disfrutando leer a nuestros favoritos “a la antigua”, dando vuelta las páginas y guardando celosamente nuestros ejemplares con lindos empastados e ilustraciones. Pero ahora, antes de cada largo viaje, está la opción de guardar la Kindle en el bolso y saber que nuestras lecturas nos acompañarán a donde vayamos.
Hoy vivimos a través de ellos y se han convertido prácticamente en una extensión de nuestro cuerpo. Pero la verdad es que recién el 2007 se lanzó la primera generación de iPhone: un teléfono inteligente pequeño, elegante, práctico y fácil de usar. Así fue como nacieron los smartphones que pasaron a ser una parte clave de nuestras vidas.
Ahora recordamos con nostalgia a nuestros queridos “ladrillos” o “conchitas”. La larga duración de sus baterías, sus sonidos monofónicos, la falta de conexión a internet y, por supuesto, la Víbora.
Instagram apareció recién el año 2010 y nos dejó fotografiar lo que quisiéramos desde nuestros teléfonos móviles y transformarlos en maravillas para compartir. Hoy hemos llegado a una sofisticación mayor: instavideos, caras interactivas, hashtags, cuentas interesantes y mucho más. Es una nueva forma de descubrir el mundo… y de obsesionarse un poco con las apariencias si somos sinceros. Ah, y personalmente, sigo todas las cuentas de corgis que encuentro.
Eso sí, antes lo que más se le acercaba era Fotolog. Claro que solo era una página web permitía subir solo un máximo de una foto al día, a no ser que fueras pro y tuvieras una cuenta Gold. Pero el resto de los mortales teníamos que conformarnos con elegir bien la imagen que queríamos subir.
Está claro que esta lista podría crecer mucho más, ya que los avances tecnológicos durante los últimos diez años han sido muchísimos y cuesta imaginarse en qué estaremos de aquí a diez años más. ¿Qué será común en 2027?