Doce niñas latinas que viven en Estados Unidos, tienen grandes sueños. Por ejemplo, Prinsesa (sic) Álvarez quiere ser kinesióloga; Patricia Cruz, ingeniera; y Kassandra Salazar, astronauta. Todas viven en una zona de bajos recursos en San Fernando Valley, Los Ángeles (California), y sus ambiciones poco se condicen con lo que ven todos los días en su barrio: pobreza y personas en situación de calle. ¿Qué las ha llevado a esperar tanto de sus futuros?

DIY Girls (Chicas “hágalo usted mismo”), una organización sin fines de lucro que les dio las herramientas y la confianza, y poco a poco se fueron enamorando de la tecnología y la ingeniería, llegando a fabricar con sus propias manos complejos artefactos.

¿Quién dijo que eso es cosa niños? Estas chicas saben lo que quieren y, con tan sólo 15 o 17 años, ya desarrollaron su primer gran invento: una carpa para indigentes que se carga con energía solar para disponer de luz y dos puertos USB. Y ojo, que nadie les dijo cómo hacerlo, ¡lo aprendieron todo con tutoriales de Youtube!

Las chicas hágalo usted mismo

Como mencionan desde DIY Girls, sólo un 15% de las niñas estadounidenses muestran interés por la ciencia, la ingeniería, la tecnología y las matemáticas entre cuarto y octavo básico. Luego, s sólo un 25% de la fuerza de trabajo en estos rubros, es femenina. Y es aún peor en la población femenina hispanoparlante: sólo el 2% de los científicos y empleados en estos rubros, son mujeres latinas en Estados Unidos.

Pero la culpa no la tienen las niñas, sino un sistema de educación que fomenta estos intereses en el sexo masculino, dejando con las ganas a las chicas con potencial para estos desempeños. Por eso, DIY Girls se ocupa de modificar la forma en que ellas perciben estas carreras, dándoles confianza en sus capacidades. Aprenden conocimientos técnicos básicos y en un inicio son guiadas en sus creaciones. Pero ya con el primer vuelo, son dejadas libres para desarrollar útiles proyectos de ingeniería en beneficio de sus comunidades.

Si no sabes cómo hacerlo, ¡apréndelo por YouTube!

Pensando y pensando, estas doce amigas decidieron crear algo que fuera en ayuda directa del grupo más marginal de San Fernando Valley, las personas en situación de calle. Con el paso del tiempo este grupo creció, pues la falta de vivienda aumentó en un 36% en su comunidad. “Nuestras mismas familias son de escasos recursos, por lo que no los podíamos ayudar con dinero”, señala Daniela Orozco. "Si tus padres dejan de pagar las cuentas, pueden quedarse sin hogar también", agrega Maggie Mejia. Fue así como se prendió la ampolleta.

Sin ninguna experiencia en ingeniería y solamente con el apoyo de DIY Girls, quisieron desarrollar una carpa con energía solar que puede plegarse como mochila. Así, las personas que viven en la calle podrían usarla como bolso para trasladar sus pocas cosas y, además, tener un lugar cubierto para dormir. Durante el día, la carpa se cargaría con energía solar, y por la noche, tendría luz eléctrica y dos cargadores USB. ¿Cómo lograrlo?

En un inicio, fueron apoyadas por Evelyn Gómez, directora ejecutiva de DIY Girls, pero luego, fueron dejadas libres por la organización. Crearon de principio a fin el artefacto, únicamente ayudadas con información de Internet. Si no sabían coser, lo aprendían en sitios web, y si no conocían cómo armar un circuito eléctrico a partir de paneles solares, veían videos instructivos en YouTube. Finalmente, crearon su carpa-mochila a punta de aguja e hilo, y con la ayuda de impresión en 3D.

Finalmente, sometieron la carpa a diversas pruebas de resistencia, la golpearon y la mojaron, desarrollando así un producto ultra resistente e impermeable.

La gran recompensa

El éxito de su mochila-carpa fue tal, que acabaron ganando una subvención de 10 mil dólares del programa Lemelson-MIT, y siendo invitadas a presentar su invento en el EurekaFest del MIT, en Boston, un festival anual de tecnología y espíritu empresarial impulsado por Microsoft.

El gran problema surgió cuando se vieron en la necesidad de costear el pasaje de las doce, pues sus familias no contaban con el dinero para hacerlo. Fue entonces que comenzaron a recaudar dinero en una campaña de crowfounding en GoFoundMe.Gracias a ello, pudieron participar del evento y, a la fecha, ya llevan recaudados 18.160 dólares (CLP $12 millones), rebasando los 15.000 dólares de la meta inicial.

“Asistir al Eurekafest fue una experiencia increíble”, señala Evelyn Gómez, su profesora guía del proyecto, “el ingenio que se logra cuando se les otorga a los estudiantes el tiempo y los recursos necesarios para explorar sus pasiones, es notable”. Y luego agrega, “el equilibrio y la pasión con que estas chicas hablan de su proyecto, me recuerda por qué hago el trabajo que hago. La invención y la ingeniería es una forma muy poderosa de cumplir la misión de DIY Girls, capacitando a mujeres y validando sus contribuciones a la sociedad. Sé que este grupo de jóvenes hará grandes cosas en el mundo y estoy contenta de haber podido jugar un pequeño papel en su desarrollo”.

¿Crees que debería potenciarse este tipo de conocimientos en las niñas?