Ayer se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, las que confirmaron que a la segunda vuelta, que se realizará el 7 de mayo próximo, se enfrentarán el candidato socioliberal Emmanuel Macron (En Marche!) y la candidata nacionalista Marine Le Pen (Frente Nacional).
Unas elecciones fuera de lo común sin duda para los franceses, ya que la victoria de cualquiera de los dos candidatos correspondería a una situación inédita en el país: si gana Le Pen, sería la primera mujer presidenta de Francia, además de extrema derecha; y si gana Macron, sería el presidente más joven de la historia del país, con 39 años, quien además nunca ha ocupado un cargo electo. Y eso no es todo.
Además, de forma inédita en unas elecciones presidenciales de este país, y desde que se instauró la V República en 1958; los partidos tradicionales quedaron fuera de la segunda vuelta. Los ciudadanos franceses prefirieron al socioliberalismo y a la ultraderecha, por sobre el partido socialista y el conservador o republicano.
La primera vuelta tuvo porcentajes muy reñidos entre los candidatos. Le Pen obtuvo un 21,53%; Macron un 23,75%; y el ex ministro conservador Francois Fillon, junto al izquierdista Jean Luc Melenchon, se quedaron en el camino, pero rondando el 20%. Por su parte, el candidato del Partido Socialista apenas logró el 6% de los votos, y la abstención llegó a 22 puntos.
¿Quién será el próximo mandatario o mandataria de Francia? Tras los resultados de la primera vuelta, los candidatos que perdieron (tanto los conservadores como los socialistas) hicieron un llamado a votar por Macron, o más bien, en contra de Le Pen y el Frente Nacional. Y la primera medición de intención de voto para la segunda vuelta, señaló que Macron ganaría con el 62% frente al 38% de Le Pen.
Emmanuel Macron es joven (39) filósofo, politólogo y banquero, ex ministro de Economía del actual gobierno, y nunca ha ocupado un puesto de elección popular. Como les mencionamos antes, de convertirse en presidente de Francia, pasaría a ser el mandatario más joven desde la época de Napoleón III, quien presidió al país con 40 años en 1848.
Está casado hace 10 años con Brigitte Trogneux , su ex profesora de literatura en el colegio que es 23 años mayor que él, y quien tuvo un rol clave en su candidatura. “Le debo mucho, ella me ayudó a convertirme en quién soy”, señaló el candidato.
En cuanto a su postura política, Macron fundó el movimientoEn Marche!(¡En Marcha!) que dentro de sus principales programas incluye uno favorable a la globalización y a la Unión Europea (UE); y la implementación de una política "más humana y eficaz" hacia los refugiados, bajo un programa que busca apelar al votante de centro y a superar las diferencias tradicionales entre la izquierda y la derecha.
Las anteriores son posturasdifíciles de encontraren momentos en quela política europea parece estar dominada por los discursos nacionalistas y populistas. Además se presenta como liberal en lo social, partidario de la desregulación económica y defensor absoluto del actual modelo de UE. ¿Cómo se observa esto?
Por ejemplo, propone hacer frente a las solicitudes de asilo de inmigrantes en los primeros seis meses, y aunque está en contra de cerrar las fronteras, instauraría controles inmigratorios más estrictos. También ha prometido recortar el impuesto a las empresas del 33% actual al 25% y los impuestos locales a la vivienda para gran parte de los ciudadanos franceses. No aprueba la restauración de las fronteras en Europa y quiere una mayor integración dentro del bloque comercial. Si quieres conocer más detalles sobre sus planteamientos, que se dice, combinan ideas de izquierdas y derechas, puedes leer este artículo del diario español El Mundo.
De salir electo, Macron ha adelantado que presentará candidatos en todas y cada una de las circunscripciones del país y ha confiado en que, si los franceses le respaldan para ser presidente, también lo harán para dotarle de una representación parlamentaria que le permita gobernar y evitar una incómoda cohabitación.
Como les contamos en esta nota anterior, Marine Le Pen es una abogada de 48 años. Es presidenta del partido nacionalista de ultraderechaFrente Nacional(FN) desde el 2011, tras relevar a su fundador, su padre Jean-Marie Le Pen (conocido por sus posturas racistas y poroponerse fuertementea la Unión Europea), quien años más tarde fue expulsado del partido, por diferencias importantes en temas políticos, con el apoyo de su propia hija.
Tiene tres hijos y hoy está casada con Louis Aliot, vicepresidente del FN, pero indaguemos en sus convicciones. Ella, a diferencia de Macron, sí tiene larga trayectoria. Fue candidata presidencial el año 2012,logrando el tercer lugarcon un 18,1%, votación histórica para el partido. Desde julio de 2004 es diputada del Parlamento Europeo, y desde el 2010 es consejera regional de la región francesa Norte-Paso de Calais.
En discursos políticos, es tajante y dura. Por ejemplo, el 2010equiparó la presencia de los musulmanes en Francia y sus oraciones, con la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial, lo que le costó la inmunidad parlamentaria por un eventual delito de incitación al odio. También ha equiparado la globalización con el yihadismo,diciendo que"han construido una ideología, el mundialismo económico, que rechaza todas las regulaciones y arrebata a la nación sus elementos constitutivos, permitiendo que nazca y crezca otro mundialismo, el fundamentalismo islámico".
Se dice que su éxito se debe a que se ha mostrado bastante menos extremista y xenófoba que su padre, y que ha expulsado a los neonazis y extremistas del partido. Además, en su discurso se dirige a quienes se sienten víctimas de la globalización, abandonados por los políticos y amenazados por los migrantes, por lo que exigen mayor control en las fronteras y restricciones en las políticas migratorias. Una de sus promesas estrella es la de acabar con la nacionalidad francesa para personas nacidas en el país, y dejarla exclusivamente para quienes la heredan o a quienes se les otorga por gracia, además de retirar a Francia de la Unión Europea.
El politólogo Thomas Guénolé, haciendo un paralelo de las elecciones presidenciales francesas con la política estadounidense, señaló que "Emmanuel Macron es la versión francesa de Hillary Clinton. Es un defensor de la globalización que intenta que se le considere de izquierdas porque asegura que la extrema derecha es mala. Es curioso, porque Le Pen sería la versión francesa de Donald Trump y Jean Luc Mélénchon, el candidato de la izquierda radical, sería la versión francesa de Bernie Sanders”.