Solemos escuchar que cuando chicos tenemos que aprovechar que nuestro cerebro está alerta para aprender nuevas cosas. Que sería un buen momento de aprender otro idioma o adquirir un hobby. Después nos dicen que en nuestra fase de adulto joven deberíamos ser capaces de ahorrar dinero y encontrar el amor. Y así sucesivamente…

A veces pareciera que nuestra vida está predeterminada para hacerla de una sola manera cuando nos hablan así. ¿Lo interesante? Hay algo de cierto en eso, pues a lo largo de nuestra vida hay ciertos momentos en los que somos los mejores para hacer algo determinado.

Es por eso que a partir de una línea de tiempo hecha por Business Insider, les contaremos, gracias a evidencia científica y social, en qué momento de nuestras vidas somos mejores para realizar o sentir ciertas cosas.

Durante tu infancia

Esto lo hemos escuchado varias veces y no es un mito: entre los siete y ocho años estamos en nuestra etapa ideal para desarrollar nuestro lenguaje y aprender un nuevo idioma. Además, esto es útil para “rediseñar” nuestro cerebro positivamente, porque en esa fase, adquirimos comportamientos y conocimiento de forma inconsciente y absorbemos el conocimiento como una esponja.

En tu época de adulto joven

A pesar de que cuando cumplimos 18 años pareciera que no sabemos nada del mundo ni de lo que se nos viene (estamos recién saliendo del colegio, lo que signfica que somos unos pequeños polluelos mechones), la verdad es que en este momento es cuando tenemos una mayor capacidad de procesamiento cerebral. Esto implica que ahí es cuando nuestras habilidades cognitivas están más power y que, lamentablemente, de ahí en adelante van declinando en la mayoría de los casos.

-¿Quién es ella? ¿Maricarmen o Betty?

Puede ser que ese tipo de preguntas te ronden más seguido de lo que quisieras. ¿La razón? No tienes 22 años, porque si los tuvieras, sabrías que estás en tu edad ideal para recordar los nombres de personas con las que no estás tan relacionado.

Lo mejor es que al año siguiente es cuando alcanzamos nuestro primer peak de satisfacción en la vida al menos según una encuesta hecha en Alemania. Estamos recién egresados de los estudios superiores (algunos), comenzamos a ganar más dinero por nuestra cuenta, somos relativamente independientes, y nos queda toda una vida por delante.

En cuanto a tu situación corporal, a los 25 años se podría decir que alcanzas tu máximo de fuerza debido a tu composición muscular, aunque se mantiene más o menos así durante los siguientes diez o quince años. Así que si te vas a cambiar de casa y tienes que andar moviendo muebles, esta es una buena edad para hacerlo.

Pero si lo que de verdad quieres es sentar cabeza, casarte y formar una familia, puede ser que la edad apropiada para hacerlo sea a los 26. Bueno, la justificación se basa en una regla matemática que sugiere que el mejor momento para tomar una decisión que requiere que elijas dentro de un enorme espectro de posibilidades, es cuando hayas visto el 37% de las opciones (para ponderar entre la información recopilada y poder tomar una decisión a tiempo). Eso significa que si buscas el amor entre los 18 y los 40, el mejor momento para concretarlo sería a los 26. Bueno, obviamente en el amor entran un montón de factores más, así que aquí podemos decir que no es para nada determinante.

Dato aparte: a los 28 años estás en tu etapa ideal para correr una maratón y no quedar tan en vergüenza, ni morir en el intento (por una cuestión de promedios de edades en los que tenemos un mejor rendimiento en esta área).

¿Y cuando ya eres adulto?

Sí, ya estamos entrando en esa etapa en la que salir de noche en la mitad de la semana se transformó en un sueño adolescente, en donde la resaca es más intensa y en donde comprar una alfombra suena más interesante que antes. Pero tranquilos, que no significa que estemos volviéndonos viejos, sobre todo porque los 30 es la edad en la que nuestros huesos están más fuertes y densos.

Como si fuera poco, al año siguiente estamos en nuestro mejor momento para jugar ajedrez y a los 32 somos secos para recordar caras. Habilidades que en más de alguna ocasión podrían salvarnos la vida, como por ejemplo, en un mundial de ajedrez y de Adivina Quién.

En tanto, si eres mujer, se acercan buenas noticias, porque a los 39 años es probable que estés ganando el mayor sueldo de tu vida (aunque es menor al de los hombres a esa edad, lamentablemente). Pero como consuelo, a los 40 años estamos en la edad promedio para hacer un descubrimiento digno de un Premio Nobel.

Por su parte, a los 48 es el turno de los hombres de recibir el mayor sueldo de su vida y alrededor de los 50 es cuando las personas tenemos una mayor capacidad de entender las emociones ajenas. Esto, gracias a una investigación científica que evaluó a nada más ni nada menos que diez mil personas.

De hecho, parece que ser quincuagenario no es tan malo (sí, eso es una palabra de verdad y significa que una persona tiene entre 50 y 59 años). Después de todo, es en esa fase en la que nuestras habilidades matemáticas están en su mejor momento. Lamentablemente, 30 y tantos años después de haber rendido la PSU.

Las buenas noticias de la tercera edad

Si pusiste atención, te acordarás que dijimos que a los 23 años era nuestro primer peak de satisfacción a nivel general en la vida. Adivina cuándo es el segundo. ¡A los 69 años! Así es, llega un poquito tarde, pero es una buena señal de esperanza para todos quienes no queremos envejecer (aquí una nota sobre la felicidad en los adultos mayores).

Y si de autoestima se trata, después de los 70 las mujeres alcanzan su mayor nivel de confianza con su cuerpo, según una encuesta hecha en Estados Unidos. Ahora, los hombres son un poco más entusiastas y se sienten más cómodos con su apariencia física a los 80.

Como si fuera poco, a los 82 años es cuando alcanzamos nuestro mayor nivel de bienestar psicológico. Esto lo dice un estudio en el que se les pidió a un grupo de personas que se ubicaran en una escalera imaginaria de diez peldaños, todo esto dependiendo de cómo sentían que estaba su vida. Mientras más arriba, mejor, mientras más abajo, peor. ¿El resultado? El grupo de mayor edad, de entre 82 y 85, fue el que más arriba se ubicó (en el séptimo peldaño).

Que tu edad no te defina

Sí, está bien, puede ser que ciertos momentos de nuestras vidas nos hagan más propensos a ser mejores o peores en algo. ¿Aprender un idioma a los 8? ¡Sí, por favor!

¿Aprender ruso a los 80? Hmmm, ¿y por qué no? Es importante que tengamos en cuenta los peaks de nuestra vida, pero que no nos dejemos llevar por los números al momento de emprender algo que nos guste. Podemos tomar estas referencias para aprovechar esas potencialidades de la edad al máximo, pero nunca es demasiado tarde ni temprano para hacerlo. Cientos de personas talentosas lo han demostrado, porque a la hora de proponerse algo, el ser humano es capaz de superar grandes limitaciones.

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