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La idea que comenzó con dos niños y hoy tiene a todo el mundo recogiendo basura en las calles
Se llama Litterati y se trata de una red social donde la gente fotografía y recoge desechos, identificando el lugar donde se encontró. Un movimiento que crece cada vez más y que nos estaría dando la clave para solucionar el problema.
Todo empezó cuando dos niños norteamericanos estaban de paseo en un bosque de California con su papá. Al ver una botella de plástico en el suelo, Tali, la niña, alertó a su padre y le dijo que eso no tenía por qué estar en el suelo, que debían recogerla porque dañaba la naturaleza.
El padre, Jeff Kirschner, se emocionó con la reacción consciente de su hija y se acordó de cuando era niño y en los campamentos de verano, su director guía les decía a todos los niños que debían recoger la basura del campamento antes de que llegaran los apoderados a buscarlos. Y era sorprendente cómo un grupo de niños podía recoger una gran cantidad de basura en sólo minutos.
Entonces, ¿cómo lograr que más personas como su hija se interesaran en limpiar el planeta? ¿Cómo hacer que recoger basura se volviera una acción entretenida y desafiante?
Estas fueron las preguntas que inspiraron a Jeff para crear Litterati el año 2013, una red social de limpieza del planeta, que tiene como lema “una pieza de basura a la vez”, y que busca lograr un mundo libre de basura, generando consciencia sobre este problema a nivel global.
Pero, ¿cómo? Invitando a niños, jóvenes y adultos a ser líderes medioambientales con una misión puntual: cada vez que vean una basura, antes de recogerla, deben fotografiarla, subirla a la aplicación, ubicarla en el mapa y seleccionar la marca o el tipo de basura que es.
Así, los datos recogidos ayudan a tener un mapa de referencia y a entender el problema mundial de la basura, a identificar las comunidades donde es necesario intervenir, a ayudar a las autoridades comunales y municipales a ubicar basureros en puntos estratégicos, y a invitar a las marcas más perjudicadas a generar campañas de limpieza.
De a poco la iniciativa comenzó a transformarse en una verdadera comunidad recolectora de basura y de información relevante. Personas de China, Europa, y de todo Estados Unidos empezaron a sumarse, y hoy la comunidad de Litterati está presente en más de 100 países y se han cartografiado y recogido más de 343.000 piezas de basura.
La información recolectada
De las toneladas de basuras recolectadas gracias a Litterati, se ha identificado que los productos que las personas suelen arrojar al suelo son los siguientes:
Los productos más encontrados son plásticos, papeles, cigarros, latas, botellas, vidrios, bombillas y elásticos. Las marcas que más se repiten son: Marlboro, McDonald´s, Coca Cola, Starbucks, Camel, Redbull, Tacobell, Heineken, Parliament, entre otros.
Con el fin de incentivar a que más personas se sumen a esta comunidad de limpieza mundial, Jeff se contacta con las empresas y marcas responsables de la mayor cantidad de basura encontrada por Litterati, y juntos deciden asociarse mediante campañas temporales para premiar a aquellos usuarios que encuentran y recogen la basura. ¿Cómo? Con bebidas, hamburguesas, tacos o cafés gratis.
Jeff fue incluso contactado por abogados de la ciudad de San Francisco para que pudieran averiguar qué porcentaje de basura en la ciudad provenía de los cigarrillos. Los abogados eran demandados por las tabacaleras por poner un impuesto sobre los cigarrillos sin ninguna prueba confiable de que eran un problema de la basura. Pero gracias a Litterati, los abogados pudieron confirmarlo y no sólo lograron defender el impuesto sino aumentarlo al doble, generando cuatro millones de dólares al año para que San Francisco se limpie.
“No se trata de culpar a nadie, sino de compartir información que puede crear un impacto positivo en el planeta”, señala Jeff.
Tomando en cuenta que la idea del proyecto nació de sus propios hijos, Jeff es consciente de que los niños son mucho más comprometidos y atentos con el cuidado del medioambiente.
Es por esto que, las metas de Litterati para este 2017, son poder llegar a más escuelas del mundo para enseñarles a los niños a utilizar la aplicación y diseñar programas educacionales para mantener a los estudiantes comprometidos. Además se trabajará directamente con las comunidades que generan más basura.
“La construcción de una tecnología que conecta a la comunidad de Litterati, ayuda a que el sentimiento de impotencia evolucione hacia uno de empoderamiento. Si alguien viera que miles de personas también estaban recogiendo botellas de plástico en sus comunidades, estaría más motivado a participar”, señala Jeff.
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
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