¿Cuántas veces nos hemos preguntados si hay vida en otros planetas? Y si la hubiera, ¿Cómo sería? Probablemente nos gustaría que fuera como en Pandora, el mágico planeta de la película Avatar, con árboles luminosos, roqueríos flotantes y aves para transportarse.
Pero todavía no hemos visto mucho, al menos en las "cercanías" de nuestro planeta y la ansiedad por descubrirlo es uno de los grandes motores de la astronomía. ¿Habrá algo allá afuera? Hoy la búsqueda se centrará en Europa, una de las lunas más conocidas de Júpiter. El planeta gigante y gaseoso, suma más de 60 satélites naturales, y ésta es una de las más grandes e interesantes, según lo que se estima, podría albergar.
Fue descubierta hace muchos años por Galileo Galilei (en 1610), y ha sido un objetivo “primordial” y de larga data de la NASA. Hoy, la tecnología por fin permitirá "legar" a ella. Un reporte, detalla los objetivos de la misión Europa Lander que busca vida en el satélite y además cuenta cómo pretenden llevarla a cabo.
En septiembre del año pasado, la NASA reveló que se habían observado lo que podrían ser plumas o masas de vapor de agua emergiendo de su superficie (o geiseres). Confirmar esto permitiría comprobar que efectivamente hay océanos en el satélite natural, una teoría que se considera muy probable. ¿Qué importancia tiene eso?
La suma de agua líquida, una fuente de energía y compuestos orgánicos, permitiría procesos biológicos que generen vida, al menos como la conocemos en nuestro planeta. Desde una simple bacteria, hasta curiosos animales oceánicos que alimenten nuestra imaginación, podrían existir en ese lejano lugar. ¿Y vida inteligente? Calma, calma, primero hay que encontrar alguna forma de vida.
El primer objetivo de la misión Europa Lander es la búsqueda de evidencia de vida en Europa, para saber si realmente estamos solos en el universo o si hay vida que no conocemos fuera de la Tierra. En segundo lugar se evaluará la habitabilidad de Europa analizando directamente el material de la superficie. Además verá sus características y de esta forma saber si puede hacerse, en el futuro, una exploración robótica de Europa.
Por último, se buscará caracterizar las propiedades de la superficie y del subsuelo, para futuras exploraciones robóticas.
La misión de Europa Lander podría partir el 2024 y llegar el 2031. Consistiría en poner un aterrizador robótico en la superficie de Europa, equipado con instrumentos diseñados para analizar el entorno de la luna. Su sistema de baterías está diseñado para durar 20 días terrestres antes de agotarse.
Se trataría de una plataforma estable y sólida para adaptarse a distintos terrenos, que permitirá tomar muestras y registrar imágenes a través de una cámara. Podría perforar aproximadamente 10 cm de la superficie y medir diversos niveles gracias a sofisticados instrumentos y tecnologías, e incluso permitirá el análisis en vivo de algunos aspectos (si les interesan los detalles técnicos, pueden entrar aquí).