La relativa calma que se había experimentado en el último tiempo en Cachemira fue violentamente interrumpida: diversos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad de la India han dejado 50 personas fallecidas y 6 mil heridas.

Esta escalada de violencia comenzó el pasado 8 de julio cuando las fuerzas de seguridad indias mataron a Burhan Wani de 21 años, un popular militante de la causa independentista. Wani un musulmán, de clase media y familia educada, pertenecía al grupo separatista Hizbul Mujahideen, considerado como organización terrorista por Nueva Delhi. Aunque no se le atribuye ningún atentado, éste mantenía una presencia activa en las redes sociales y muchas veces posaba en fotos con una AK 47, lo que lo hacía sospechoso para el oficialismo.

Su muerte desató una ola de ira en la población y su funeral, al que asistieron unas 200 mil personas, terminó convirtiéndose en una auténtica protesta, donde los manifestantes lanzaron piedras a los puestos de control, a lo que las fuerzas de seguridad respondieron con gas lacrimógeno y escopetas de balines.

Los enfrentamientos han continuado de manera intermitente, significando el deceso de unos 48 civiles, principalmente hombres jóvenes musulmanes desarmados en enfrentamientos a piedras con los militares.

DATO: La India mantiene unos 400 mil efectivos, protegidos por la inmunidad de una ley que se aplica en Cachemira. Un informe de Amnistía Internacional de 2015 dice que se han registrado más de 800 casos de tortura y muertes en la custodia del ejército y otras fuerzas de seguridad en los '90, y cientos de otros casos de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas entre 1989 y 2013.

Las raíces del conflicto

El conflicto en la zona de Cachemira data de 1947 tras la partición de la India británica en los nuevos estados de India y Pakistán. El Maharajá Hari Singh, soberano del Estado de Jammu y Cachemira, quería conservar la independencia de esas tierras y no hizo caso a la Ley de Independencia de la India, la cual establecía que la región tenía la libertad de adherirse a cualquiera de los dos nuevos entidades. Firmó, a cambio de mantener el control sobre la región, el documento de incorporación a la Unión India.

Pocos meses después de que los países se independizaron definitivamente, ambos estados entraron en guerra por dicho territorio.

La ONU, en una de sus primeras acciones como organismo internacional, intervino en el conflicto estableciendo el Comité de Las Naciones para India y Pakistán y aprobó (mediante el Consejo de Seguridad) una resolución que exigía el inmediato cese al fuego, y el retiro por parte de Pakistán de toda presencia militar, junto a la renuncia de todo tipo de injerencia política en la región, fijando además que India solo estableciera una presencia militar mínima.

Se propuso además la realización de un plebiscito auspiciado por la ONU para que la gente de Cachemira decidiera a qué país integrarse y un año después el Acuerdo de Karachi definió los actuales límites fronterizos (ver mapa) de la región en disputa.

Sin embargo, Islamabad no retiró nunca sus tropas de Cachemira y la Comisión no fue capaz de llegar a un acuerdo entre las partes sobre las condiciones de desmilitarización de la región, por lo que el plebiscito no pudo llevarse a cabo, y hasta la fecha nadie le ha preguntado a los habitantes de la zona su opinión sobre su adhesión a ninguna de las partes.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, el conflicto ha generado diferentes enfrentamientos y tensiones, involucrando a múltiples actores regionales, como China; en 1962, tres años antes de una nueva guerra entre Pakistán e India por la zona, Beijing reclamó parte del territorio cachemiro. De allí nació la denominada “Línea de Control”, existente hasta el día de hoy, al mismo tiempo que se estableció una división tripartitade las tierras cachemiras, en donde a la fecha, India posee el 43%, Pakistán el 37% y China el 20% de la disputada región.  Esperen... ¿y por qué la última no aparece en el conflicto? Su zona es pequeña, queda principalmente en los Himalayas y es poco poblada, por lo que el tema está prácticamente resuelto. 

Lamentablemente, esta demarcación nunca ha sido completamente respetada entre Pakistán y la India, y desde entonces, diversos enfrentamientos han manchado de sangre la región. Se estima que los diversos enfrentamientos entre ambos países han dejado un saldo total de 70 mil muertos y cientos de miles de desplazados.

Durante la década de los 90 y comienzos del siglo XXI, un nuevo actor entró al conflicto; las guerrillas separatistas, siendo la más importante el Partido de los Guerreros Sagrados o Hizbul Mujahideen (la misma del joven que les contamos), organización independentista e integrista islámica que utiliza el terrorismo como método para conseguir sus objetivos y que las autoridades de Nueva Delhi aseguran recibe ayuda militar de Islamabad. Apoyo paquistaní que se justifica con el propósito de debilitar la ocupación militar india de Cachemira y favorecer así sus reivindicaciones sobre el territorio.

7 décadas de propuestas de paz

En los casi 70 años de conflicto por el control de Cachemira, numerosas han sido las iniciativas de paz, que aunque no han podido ponerle fin a la disputa, han establecido un piso mínimo para unas posibles futuras negociaciones entre India y Pakistán.

Uno de los esfuerzos más importantes para poner fin al conflicto fue el denominado “Dialogo Compuesto” de 1998, donde los altos mandos militares de ambos bandos discutieron sobre tópicos como el status de Cachemira, el retiro del glaciar de Siachen (el cual hace 3 décadas que tiene tropas indias estacionadas allí), el combate al terrorismo y la cooperación económica. Un año después se firmó la “Declaración de Lahore”, en donde se revalida el Acuerdo de Simla de 1972, sobre la resolución pacífica de cualquier conflicto en relación a Cachemira.

El comienzo de siglo no se ha quedado corto de iniciativas de paz y en 2003 ambos países acordaron un cese al fuego en la Línea del Control, acuerdo que fue reforzado un año después cuando el entonces Presidente de Pakistán Pervez Musharraf realizó un llamado a la desmilitarización de Cachemira.

Y durante la visita en 2010 del Primer Ministro pakistaní Nawaz Sharif a la Casa Blanca, este le presentó el más reciente plan de paz para Cachemira a Barack Obama que proponía hacer cumplir un alto al fuego de 2003 en la Línea de Control de Cachemira, el retiro de las tropas de la región, la dispersión mutua e incondicional del glaciar de Siachen y el compromiso de no usar ni amenazar con usar la fuerza bajo ninguna circunstancia.

Pese a las tensiones, en los últimos años han existido numerosos gestos entre los líderes de ambos países para rebajarlas y buscar soluciones a al largo conflicto. Hace 11 años aseguraron que las conversaciones de paz eran “irreversibles” y que se estaba trabajando para una solución definitiva e incluso, en numerosas oportunidades, sus autoridades se han reunido durante partidos de cricket, para conversar sobre Cachemira y otros asuntos pendientes entre Pakistán y la India. Por último, en un gesto simbólico de gran relevancia, el actual Primer Ministro de la India Narendra Modi visitó a su homólogo pakistaní, el primer viaje de este tipo en más de una década.Sin embargo, el gobierno indio rechazó rápidamente la propuesta, aduciendo que no se sentarían a la mesa hasta que Islamabad retirara todo apoyo a las organizaciones terroristas cachemires. Algo que Nueva Delhi considera fundamental, antes de cualquier negociación, especialmente tras el ataque terrorista de 2008 contra Bombay que dejó 164 muertos y en donde la India acusa la autoridad pakistaní de no hacer lo suficiente para acabar con el grupo islamista Lashkar-e-Toiba, presuntamente responsable del atentado.

¿Conoces otra iniciativa de paz entre India y Pakistán?¿Cómo crees que se debe solucionar el conflicto?