El próximo 10 de abril se realizarán las elecciones presidenciales y parlamentarias en nuestro vecino del norte: Perú, las novenas desde la vuelta la democracia en 1980, para decidir quién gobernará en el periodo 2016-2021.
Actualización: Las elecciones se realizaron este domingo y Keiko Fujimori se impuso como primera opción. En el recuento del 40,3% de los votos, la segunda posición la conseguía Pedro Pablo Kuckzynski.
En esta oportunidad se presentan 10 candidatos a la presidencia, pero podrían llegar a ser menos, en la medida que hace solo un mes, de los 19 aspirantes que habían, dos fueron eliminados de la contienda por parte del JNE, el equivalente peruano de nuestro Servel, por incumplimiento a la hora de inscribir candidatos y entrega de prebendas a cambios de votos, mientras otros se retiraron por falta de apoyo o por desconfianza en el sistema electoral, este último fue el caso de Daniel Urresti, candidato del oficialista Partido Nacionalista Peruano (PNP).
Uno de los candidatos, el economista de centro izquierda Julio Guzmán, fue removido a un mes de los comicios, cuando se encontraba en un sorpresivo segundo lugar, con cerca del 15% del apoyo, hecho que produjo una batahola política y generó fuertes cuestionamientos de la imparcialidad del organismo electoral.
Si ninguno de los candidatos obtiene más de un 50% de las preferencias, que es lo que se espera que ocurra, se realizará una segunda ronda electoral el 5 de junio.
En los últimos 30 años, el país ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes, siendo unas de las económicas latinoamericanas estrella del último tiempo y una de las pocas en Sudamérica que no ha sido tan golpeada por la baja internacional de las materias primas. Pese a que la desigualdad económica es alta, alcanzando un 0,44 (donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad) en el coeficiente GINI de 2015 (Chile tiene 0,503), la pobreza se ha reducido desde un 54.7% en 2001 a un 22,7% para 2014.
Sin embargo, y pese a que Perú recuperó su democracia antes que Chile (en 1980), este país ha sufrido de problemas crónicos de corrupción: todos los ex presidentes desde Alan García, han sido investigados por alguna irregularidad e incluso el antiguo mandatario Alberto Fujimori, se encuentra detenido, entre otros motivos, por malversación de fondos y violación a los DD.HH. Al mismo tiempo, aún hay heridas abiertas del conflicto interno entre el Estado peruano y el grupo guerrillero comunista Sendero Luminoso (SL) que entre 1980-2000 dejó uno 70 mil muertos y unos 15 mil desaparecidos.
El muro de concreto y púas que desde hace cuatro años separa Lima, espejo de la desigualdad de Latinoamérica. |
Por otro lado , la inseguridad se ha vuelto un tema cada vez más preocupante, registrándose una de las tasas más altas de victimización en la región, al mismo que también se ha detectado un sostenido crecimiento de organizaciones de crimen organizado, dedicadas a actividades como el narcotráfico y la falsificación de divisas.
Cabe destacar también a la antigua guerrilla comunista Sendero Luminoso, que aunque mucho menos poderosa y sanguinaria que antes, ha aumentado su nivel de operaciones, luego de haber estado prácticamente extinta. Aunque hoy en día, más que un grupo insurrecto con un proyecto político, operan como una guerrillaasociada al narcotráfico.
En el Perú, la política, más que ser llevada por partidos políticos con un proyecto de país, se organiza detrás de caudillos locales, regionales o nacionales, en donde los nombres y apellidos, pesan más que cualquier programa electoral.
En este sentido, es muy difícil poder distinguir a un candidato presidencial dentro de un marco ideológico o saber qué tipo de gobierno realmente realizará una vez en ejercicio. A forma de ejemplo, el ex presidente Alberto Fujimori, uno de los más controvertidos del último tiempo, ganó las elecciones presidenciales de 1990, frente a Mario Vargas Llosa (sí, el escritor y premio Nobel de literatura), sin un partido político real y con un mensaje anti-políticos, prometiendo una economía estatista, al contrario de Vargas Llosa que prometió reformas de corte liberal. Una vez en la presidencia, Fujimori aplicó todo tipo de desregularizaciones económicas y privatizaciones, al mismo tiempo que gobernó junto a la clase política, muchas veces sobornándola, según se acusa.
En esta oportunidad, no es diferente y los candidatos presidenciales con más posibilidades de ganar, no compiten con un partido político articulado, sino con agrupaciones ad hoc creadas para la elección presidencial y que no tienen mayor proyección en el largo plazo.
En esta elección, más que una dicotomía izquierda-derecha, hay una división entre nuevos-viejos, dejando a un lado las diferencias programáticas o ideológicas, y centrándose en las capacidades y atributos personales de cada candidato.
Conozcamos a los posibles próximos presidentes de nuestro vecino del norte y sus principales propuestas.
Keiko Fujimori, primogénita del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), ha liderado los sondeos de intención de voto de manera ininterrumpida desde hace más de un año, con un apoyo promedio de un 30%. Remonta su precoz adiestramiento político a los años en que ejerció como primera dama en el gobierno de su padre. El veto en 2005 a la candidatura presidencial de su progenitor, entonces exiliado en nuestro país y reclamado por la justicia peruana, proyectó al liderazgo del reorganizado movimiento fujimorista a Keiko, que en las elecciones de 2006 salió elegida congresista por Lima.
Fujimori estudió en el Colegio Sagrados Corazones Recoleta, uno de los más antiguos y exclusivos centros educativos privados del Perú y Titulada Administración de Negocios en la Universidad de Boston. Es una figura polarizante dentro de la sociedad peruana. Se presentó a la elección presidencial de 2011, consiguiendo pasar a la segunda vuelta contra el actual presidente Ollanta Humala, con el que perdió por menos de 45 mil votos.
Keiko Fujimori ha buscado alejarse de la sombra de su padre |
Para este elección, la opción K, como le gusta ser reconocida, se presenta bajo la bandera de Fuerza Popular, partido político creado a su medida y con el que comparte con el viejo fujimorismo el nulo interés en las definiciones ideológicas, la primacía del personalismo del líder y los gestos populistas mezclados con pragmatismo. Esto porque, aunque aspira a ser aceptada como un proyecto de país reformista y con sensibilidad social, busca mantener el modelo vigente neoliberal, comenzado en el gobierno de Alberto Fujimori.
Sin embargo, en los últimos meses Keiko ha buscado desmarcarse de la figura de su padre, descartando incluso la posibilidad de un indulto presidencial y subraya los errores políticos cometidos durante su mandato.
Entre sus propuestas se encuentra, la legalización de las uniones civiles entre homosexuales, algo complejo en un país con altos niveles de discriminación contra los homosexuales.
Su "Plan Perú", criticado por vago y poco concreto, hace hincapié en el fortalecimiento del Estado de derecho y sus instituciones "desde una perspectiva jurídica integral", mediante la prevención de conflictos sociales, una implicación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen común, una reforma estructural del sistema de salud para hacerlo más protector, la implicación del sector privado en los programas sociales, el desarrollo de infraestructuras y el impulso de un crecimiento económico "con inclusión".
Descendiente de padre alemán y madre francesa (su padre, Maxime Kuczynski, fue un médico de ascendencia judeo-polaca pionero en el tratamiento de enfermedades tropicales, que se instaló en la Amazonia peruana),el economista liberal Pedro Pablo Kuczynski (PPK), con estudios en Oxford y Princeton, ha tenido una dilatada carrera política, habiendo ocupado diversos cargos ministeriales y ha sido parte de diversos organismos como el Banco Mundial y el Banco Central.
Su primer intento por llegar a la presidencia fue en 2011, cuando para sorpresa de muchos, quedó en tercer lugar con 2.711.450 votos, el 18,5% del total, superando al ex-presidente Alejandro Toledo (su antiguo jefe en su época como Primer Ministro y ministro de Economía). El año pasado renunció a la nacionalidad estadounidense que poseía y que le significó numerosos cuestionamientos por parte de sus rivales de la contienda electoral.
Para esta elección, ocupa el segundo lugar en las encuestas, en gran medida gracias a la eliminación de Julio Guzmán, de la mano de su partido Peruanos Por el Kambio.
PPK ha sido ministro de Economía y Minas, Economía y Finanzas y Presidente del Consejo de Ministros |
En materia de seguridad pública, su principal propuesta consiste en el retiro de la Policía Nacional de los oficiales corruptos y el reingreso de miembros retirados, mejorando los salarios de los policías.
En todo caso, sus principales propuestas para esta elección se concentran en los temas económicos, prometiendo eliminar los trámites que dificultan la inversión y el desarrollo, otorgar incentivos tributarios a la pequeña y mediana empresa y reducir el Impuesto General a las Ventas (IGV) del 18% al 15%, la instauración del seguro de desempleo y la creación del ministerio de apoyo a las regionales y la ley de igualdad de salarios para el hombre y la mujer.
A su vez que propone reducir las hectáreas de cultivo de coca de las 42.900 que según la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) había en 2014, a unas 25 mil al fin del mandato en 2021.
Sicóloga y máster en Ciencias Sociales de la Universidad de la Sorbona en Francia (país del que posee nacionalidad gracias a su madre), es la única de los candidatos de izquierda con reales posibilidades de ganar estas elecciones, en una contienda dominada por los candidatos derechistas como Keiko y PPK. Mendoza, una ex congresista oriunda del Cuzco y que en las encuestas se ubican en tercer lugar con el 14% (a corta distancia de PPK, que tiene un 16%) se presenta a sí misma como representante de una “izquierda renovada”.
Candidata del Frente Amplio (coalición de partidos y agrupaciones socialistas, ecologistas y nacionalistas), esta socióloga de 35 años, antigua congresista del PNP con los que rompió, ha prometido que de llegar al gobierno, no realizará medidas de corte estatista clásicas de los gobiernos izquierdistas latinoamericanos, sino que trabajará en la conformación de un Estado que planifique el desarrollo económico, mediante un diálogo con las poblaciones locales, los gobiernos regionales y los inversionistas.
Mendoza es la única de los candidatos principales que ha cuestionado el modelo económico. |
Para lograr esto, Mendoza ha planteado redactar una nueva Constitución que permita la conformación de un Estado que garantice los derechos a la salud, la educación y las pensiones; al mismo tiempo que propone una economía que busque la diversificación (al igual que Chile, Perú es muy dependiente de la extracción de minerales), el fomento de energías renovables y las actividades económicas sostenibles, y la promoción de sectores productivos que, según la candidata, se encuentran olvidados, como la agricultura.
La candidata del Frente Amplio también ha propuesto la legalización de la marihuana, la lucha contra la minería ilegal, la autonomía del Contralor General de la República, la búsqueda de los detenidos desaparecidos durante la guerra contra Sendero Luminoso, la voluntariedad de las AFP, el rechazo al TTP y la revisión de los tratados de libre comercio que ha hecho el Perú con países como EE.UU., China, Chile y la Unión Europea.
Conocido periodista, escritor y consultor internacional, Alfredo Barnechea, de 63 años, se ha convertido en una de las sorpresas del tramo final de la campaña presidencial de Perú, al trepar hasta el cuarto puesto en los sondeos, después de haber obtenido un 1% de las preferencias a fines de diciembre. El abanderado de Acción Popular (partido tradicional del centro político) consiguió esa subida en las encuestas en gran medida gracias a las descalificaciones de Julio Guzmán y César Acuña, y por su trabajo en terreno y su manejo de las redes sociales.
Por su trayectoria en 1997 el gobierno de Chile le concediò la Orden Bernardo O'Higgins. |
Entre sus propuestas de campaña, ofrece realizar una reforma fiscal, eliminar los trámites que dificulten la inversión y el desarrollo, otorgar incentivos y apoyo a la pequeña y mediana empresa y a las regiones. También señala que emprenderá una "lucha frontal" contra la corrupción, mediante una modificación en la composición del Consejo de la Magistratura para evitar el tráfico de influencias que según él, existe en la actualidad.
Cabe destacar que en 5° y 6° lugar en las encuestas se encuentran los ex-presidentes Alan García (1985-1990 y 2006-2011) y Alejandro Toledo (2001-2006) con un 6% y 2%, respectivamente, evidenciando el cansancio del electorado peruano con los políticos tradicionales.
Nada es seguro en la política peruana, a lo largo de las últimas décadas han ocurrido varias volteretas, en donde los candidatos favoritos se caen y los aspirantes con poco apoyo a último minuto suben como la espuma, generando que incluso los aspirantes con un porcentaje mínimo en las encuestas no puedan darse por derrotados antes de tiempo.
Recordadas son las elecciones de 1990, en donde Mario Vargas Llosa, líder de la derecha liberal peruana, era el gran favorito durante la mayor parte de la campaña, pero en las últimas semanas antes de los comicios tomó fuerza la figura del agrónomo de origen japonés, Alberto Fujimori, líder del recién creado partido Cambio 90, que no tenía un programa electoral. Apenas 15 días antes de las elecciones, "El Chino", como le llamaban sus adherentes, registraba menos de 10% de intención de voto, pero protagonizó un sorprendente repunte y forzó una segunda vuelta, con el 29% de los votos. El fenómeno de Fujimori, no se detuvo ahí y en la segunda vuelta arrasó con el 62,4% de los votos.
Mario Vargas Llosa y Alberto Fujimori, realizaron el primer debate televisivo presidencial en la historia del Perú |
Hace menos tiempo, en las pasadas elecciones presidenciales de 2011, las encuestas fueron una montaña rusa. Luis Castañeda, por meses el favorito de las encuestas y elogiado alcalde de Lima, resultó ser un mal candidato presidencial y su apoyo se terminó esfumando. El ex-presidente Alejandro Toledo, quien también lideró las encuestas, no logró repetir el éxito de sus campañas anteriores y su electorado se vio dividido por el inesperado ascenso de su ex ministro PPK. Ollanta Humala, en su segundo intento, empezaba el año electoral con un pobre 10% de apoyo. Sin embargo, como suele ocurrir en Perú, todo se reacomoda en las últimas dos semanas, éste subió rápidamente en las encuestas y en la primera vuelta fue la sorpresa, al obtener el primer lugar con el 31% de los votos, frente al 23% de Keiko Fujimori. Finalmente, Humala se impuso en el balotaje, con el 51,4% de los votos.