Se trata de un anillo intravaginal, como los que ya se utilizan con éxito como anticonceptivos, pero que incorpora tenofovir, un fármaco antirretroviral que, según explica el coordinador de cohortes del HIVACAT, Pep Coll, forma parte de la triple terapia con la que se trata la infección por VIH en un principio.
El anillo vaginal, creado por científicos en un estudio conocido como Aspire, presentado en Boston y financiado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos; lejos de tener que administrarse a diario o antes de mantener relaciones sexuales, se podría colocar y olvidarse de él durante un mes y permite prevenir el contagio de VIH tanto como los embarazos no deseados.
Fue ideado con el fin de combatir el contagio de sida en el África subsahariana, población que tiene a la mitad de las 37 millones de personas infectadas con VIH en todo el mundo.
En el estudio se analizaron a más de 4.500 mujeres de entre 18 y 45 años de Malawi, Sudáfrica, Uganda y Zimbabue, quienes tenían un riesgo elevado de acabar infectándose, y se llegó a la conclusión de que el riesgo de contraer el virus se redujo un 27% en la población general y hasta un 61% en mujeres de más de 25 años.
Las mujeres lo usaron durante dos años, cambiando el anillo una vez al mes, método similar al que muchas mujeres utilizan actualmente como anticonceptivo. Se trata de un método de acción prolongada, seguro y eficaz. Además los promotores de los estudios resaltan que el anillo vaginal es fácil de insertar y extraer y que no interfiere en la vida sexual de las mujeres, quienes además no necesitan pedir permiso o cooperación de sus parejas para usarlo.
"Para acabar con la epidemia de VIH se necesitan múltiples alternativas, y el estudio Aspire representa un paso importante para determinar si este anillo puede convertirse en una de ellas", ha aseverado Jared Baeten, experto de la Universidad de Washington en Seattle que ha liderado el estudio.
Coo es evidente, funciona sólo mediante el sexo vaginal.