Era una fría noche del 14 de abril del año 1912, el mar estaba calmado, el cielo dibujaba miles de estrellas parpadeantes en el firmamento y bajo ellas, en las gélidas aguas del Atlántico Norte, el barco más grande del mundo se hundía en su viaje inaugural, partido en dos por un iceberg, llevándose consigo a 1.514 de las 2.223 almas que lo abordaron (entre ellas a Jack, todo porque Rose no le quiso hacer espacio en su enorme puerta flotante).

La historia del naufragio del Titanic sigue fascinando al mundo por su mezcla de glamour, arrogancia y fatalidad; tanto, que no pocos hemos soñado recorrer los lujosos salones del enorme buque de la White Star Line y revivir las experiencias de sus ocupantes originales (exceptuando la parte de morir ahogados o congelados, claro).

Pues bien, ese sueño podría hacerse realidad, si es que el multimillonario empresario minero australiano, Clive Palmer, finalmente cumple su palabra de construir una réplica casi exacta del gigante hundido, financiada por su propia naviera, Blue Star Line. Esto lo anunció ya hace bastante tiempo, el 30 de abril del año 2012, y con fecha estimada de lanzamiento este mismísimo 2016, lo que ilusionó a amantes del icónico transatlántico en todo el mundo.

El problema fue que luego no se supo más del proyecto, congelándose o anulándose varios de los contratos de construcción, lo que sumado a la excentricidad del magnate, instaló la sospecha de que el proyecto, al igual que su inspiración original, había naufragado. Sin embargo, recientemente un vocero de la naviera de Palmer reafirmó que el proyecto de construir el Titanic II sigue en marcha, y afirmando que su viaje inaugural ocurrirá el año 2018, ahora sí que sí cruz al cielo te lo juro por mi abuelita Rose. Nosotros igual mantendremos una ceja levantada, por si acaso.

De cualquier modo, el proyecto tiene sentido comercial, pues no cabe duda que sería una atracción turística irresistible que, de llegar a realizarse, tendría todas sus cabinas ocupadas de manera permanente. De hecho, Blue Star reportó que sus oficinas no dan abasto con las llamadas de gente que quiere tomar el viaje inaugural, algunas de las cuales habrían llegado a ofrecer hasta un millón de dólares por el privilegio.

Titanic II: igualito, pero más seguro

Aunque busca ser una réplica lo más exacta posible del legendario crucero, el trágico final de este último y los avances de la tecnología a los que nos hemos acostumbrado, obligó a tomar ciertas medidas para asegurar que la seguridad y tranquilidad mental de los pasajeros esté garantizada.

El gigante de hierro pesará 40 mil toneladas, se extenderá 270 metros de largo y tendrá 53 metros de alto, medidas casi exactamente iguales a las del original, aunque será 4,2 metros más ancho que este último, con el propósito de alcanzar mayor estabilidad en el mar. Además, su casco será soldado, en lugar de remachado, porque eso de andarse partiendo en dos no es bueno para el negocio.

Comparación entre Titanic original (azul) y Titanic II (rojo) / Fuente: Wikipedia

Su velocidad máxima será de 24 nudos, es decir, 44 kilómetros por hora y será impulsado por grandes motores diesel y no por calderas a carbón, como se hacía antiguamente. El puente de mando y el timón serán sólo réplicas decorativas, pues el verdadero control se hará desde un segundo puente de mando y mediante sistemas modernos de comunicación, propulsión y viraje.

En cuanto a medidas de emergencia, todo parece indicar que no habrá nada de que preocuparse. “El nuevo Titanic claramente tendrá procedimientos de evacuación muy modernos, controles satelitales, navegación digital, sistemas de radar y todo lo que un barco del siglo XXI debe tener”, dijo James McDonald, director de marketing de la empresa Blue Star Line.

Además, en caso que todo salga mal y se encuentre con un iceberg ninja o con Moby Dick en un mal día, existirá gran cantidad de botes de emergencia, para que todas las personas a bordo tengan acceso a uno, los que estarán localizados en un nivel adicional creado especialmente para tal efecto (esto agregó altura al barco en la parte que sobresale del agua, pero fue compensada por la eliminación del nivel de las calderas bajo ésta, manteniendo la altura total original). De hecho, el barco contará con un certificado internacional, que acreditará que es seguro transportarse sobre él. Este certificadose llama SOLAS o Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar.

Una experiencia completa

En su interior, el Titanic II contará con 840 cabinas en 9 niveles, donde podrá hospedar a 2.435 pasajeros, además de 900 tripulantes que realizarán todos los servicios necesarios para atender, de la mejor manera, a los huéspedes.

Al igual que el original, estará separado en tres clases, sólo que esta vez la clase económica y la de lujo serán disfrutaras (o sufridas) por igual por todos los pasajeros, ya que se ofrecerán paquetes que permitirán a los pasajeros comprar estadías de hasta 6 días pasando 2 días en cada clase, para vivir la experiencia completa. De hecho, la tercera clase es la más cotizada por los interesados, debido a la popularidad que adquirió esta sección del barco gracias a las escenas de la homónima película de James Cameron, que por cierto se hará presente en todos lados. De hecho, se ofrecerá estofado irlandés como menú y se escucharan las tonadas de la fiesta irlandesa, parecida a la que se pudo ver en la mega producción de Hollywood.

Además el dueño del proyecto, Clive Palmers, planea poner a disposición de cada pasajero, trajes y disfraces típicos de la época, mientras que en el interior del trasatlántico, los pasajeros podrán disfrutar de grandes comedores, cafés, baños turcos, piscina, gimnasio y salón de fumadores, decorados y construidos de la misma manera que como se hacía en el año 1912. Y, como no, habrá una cámara instalada directamente frente a la proa, para que puedas grabarte gritando "I'm the king of the woooooorld!" junto a los otros dos mil pasajeros que querrán hacer exactamente lo mismo.

Pero además de estas atracciones, habrán más lugares entretenidos, que formarán parte de una nueva cubierta, que será la novedad que traerá este nuevo Titanic. Los pasajeros podrán disfrutar de un casino, tiendas, un hospital y un anfiteatro con 400 sillas, para disfrutar de las mejores películas (adivinen cuál), viajando por el océano. 

Eso sí, en lugar de cruzar el Atlántico desde Inglaterra hacia Estados Unidos, el viaje inaugural se hará desde China hasta Dubai. Muy apropiado para dar cuenta de los tiempos que corren y más importante aún, ahí no hay icebergs.

¿Te atreverías a viajar en el nuevo Titanic?