Uno de los anhelos más grandes del mundo de la ciencia es encontrar la cura para el cáncer. Los tratamientos existentes hasta ahora, además de extremadamente caros, invasivos y prolongados, no aseguran que el resultado será positivo.
Ayer la BBC dio a conocer los sorprendentes avances de un científico de EE.UU, Stanley Riddell, quien ha desarrollado un nuevo tratamiento que, en el grupo de estudio más exitoso, logró un 94% de remisión en pacientes con cáncer terminal; aunque el mismo científico advirtió que se trata de un estudio aún muy reducido; que el tratamiento tiene riesgo de efectos secundarios, los que aún se están evaluando, y que, en algunos casos aislados, incluso llegó a provocar la muerte de pacientes.
De todas maneras, la terapia no deja de ser prometedora y como tenemos que estar informados de los últimos avances, te mostramos todo lo que se sabe (hasta ahora) de este nuevo tratamiento contra el cáncer.
El científico lo que hizo, fue modificar células del sistema inmunológico, llamadas linfocitos T o células T, que coordinan la respuesta inmune celular. Esto, mediante ingeniería genética.
Las células cancerosas pueden ocultarse de los linfocitos o pueden agobiar a todo el sistema inmunológico. Es por esto que extrajeron las células T de los pacientes y las unieron a moléculas receptoras, las que reconocen como enemigo a un tipo específico de cáncer.
Luego de esta modificación de las células T, volvieron a introducirlas en los pacientes. Las moléculas se les denominan receptoras de antígenos quiméricos o CARs (siglas en inglés), y reducen la capacidad del cáncer en defenderse del sistema inmunológico.
"Esencialmente lo que hace esta técnica es reprogramar genéticamente a las células T para buscar, reconocer y destruir las células cancerosas", dijo el científico Riddell a la BBC.
Para Riddell, esta es una terapia que podría revolucionar el tratamiento del cáncer, al utilizar las mismas células del sistema inmunológico del paciente.
El estudio fue presentado en una reunión que se hace una vez al año, de la Asociación estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), en Washington. Los pacientes que se escogieron estaban todos en etapas terminales pero de distintos tipos de cáncer y los resultados fueron prometedores.
"Estamos hablando de enfermos en los que ya no funcionaba ningún tratamiento (...), tenían expectativas de vida de entre dos a cinco meses", aclaró Riddell.
Los resultados más esperanzadores los obtuvieron los pacientes con leucemia linfoide aguda: de entre 35 de ellos, un 94% entró en remisión; es decir, los síntomas desaparecieron, pero esto no significa que estén curados.
"Esto es extraordinario. Es algo que no tiene precedentes en medicina", dijo Riddell.
De los más de 40 pacientes con linfoma (tumor en ganglio), el 50% logró remisión, mientras que un grupo con linfoma no hodkiniano (se da en adultos, a nivel de glóbulos blancos), el 80% respondió bien al tratamiento y presentó reducción de los síntomas.
Los resultados oficiales de este trabajo, que se hizo en el Centro Fred Hutchinson de Investigaciones sobre el Cáncer en Seattle, serán publicados recién en los próximos meses.
A pesar que los resultados fueron bastante buenos, entre quienes no lograron remisión ni mejoras, sus efectos secundarios fueron potencialmente mortales.
Veinte pacientes tuvieron fiebre, hipotensión, náuseas y neurotoxicidad, producto de una "tormenta" de citosinas (sCRS), que es una reacción inmunológica defensiva que puede causar la muerte.
Lamentablemente, siete pacientes fueron hospitalizados en cuidados intensivos y dos no lograron sobrevivir.
Ahora, el siguiente paso en la investigación serán nuevos estudios, pero con dosis menores de linfocito T modificados, para evitar así los riesgos secundarios.
Riddell dijo que hay que estar conscientes que "hay razones para ser optimistas y razones para ser pesimistas".
Una de las limitaciones del estudio, es que no se sabe por cuánto tiempo los pacientes en que obtuvieron buenos resultados seguirán en remisión. De hecho, en algunos pacientes el cáncer volvió a aparecer.
Otra limitación, es que las pruebas se han hecho solo a cánceres de sangre, pero Riddell ahora también espera hacer estudios con quienes tengan tumores sólidos, por ejemplo, el cáncer de mama.
Un investigador del centro británico Cáncer Research UK, dijo a la BBC que esta terapia era "un primer paso", pero que el gran desafío era que funcionara en otros tipos de cáncer y no solo de sangre.
Por su lado, Riddell sostuvo que "la inmunoterapia finalmente es un pilar de la terapia del cáncer. Al igual que la quimioterapia y radioterapia, no será una cura para todos los casos, sino que acabará siendo aplicada en ciertos tipos de tumores de ciertos tipos de pacientes".