Es nuevo, es barato, no necesita agua y además de llevarse todos los desechos, produce agua, fertilizantes y energía.
Este nuevo inodoro destruiría en el ring al clásico W.C. que llevamos utilizando por más de dos siglos, pero antes que eso, podría solucionar el problema de más de 2,3 mil millones de personas que en el mundo no tienen acceso a instalaciones sanitarias seguras y desinfectadas.
Varios inventos han buscado resolver esto, pero por lo general la tecnología suele ser demasiado cara para ser masificada. Eso, hasta la creación del Nano Membrane Toilet.
¿Cómo funciona este barato sistema sin agua ni energía?
Cuando se cierra la tapa del Nano Membrane Toilet comienza un eficiente y casi mágico proceso. Primero, el fondo de la taza barre todos los residuos y los deja en una cámara de sedimentación abajo, impidiendo el escape de olores.
El trabajo de punta que viene después lo hace una membrana nanotecnológica de filtración que separa el agua limpia de los residuos líquidos y sólidos, eliminando los patógenos. El agua sale en forma de vapor y luego se condensa gracias a unas pequeñas perlas hidrófilas, quedando lista para ser utilizada para lavar platos o regar plantas (no es potable).
Un tornillo de Arquímedes se encarga de hacer subir sólidos y patógenos, mandándolos a una segunda cámara donde a través del calor se gasifican y transforman en cenizas. La acción de cera de parafina sella por completo el trabajo, secándolas. Una vez depositadas y acumuladas en contenedores, pueden ser usadas como fertilizantes.
Y como si fuera poco, del gas de estos residuos sólidos también se obtiene energía, la misma necesaria para su funcionamiento.
En principio, explicaban los creadores, el sistema funciona gracias a baterías de bajo consumo que pueden ser sustituidas periódicamente o cargarse girando una manivela. Sin embargo, según informan en la web oficial, actualmente están afinando detalles para que la energía producida por los residuos sea suficiente para hacer funcionar toda la operación del sistema e incluso genere un poco más para cargar pequeños aparatos electrónicos, como celulares.
El Nano Membrane Toilet aún está en desarrollo para su versión definitiva en manos de investigadores de la Universidad de Cranfield. El desafío es que pueda funcionar perfectamente en lugares sin alcantarillado, energía externa ni agua.
El sistema está diseñado para el uso de un hogar, hasta unas 10 personas y el plan es que sea un servicio de arriendo a hogares a través de una organización local, para poder ofrecer un mantenimiento constante de un equipo especializado en el sistema y además darle trabajo a personas de la comunidad. ¿El costo? Menos de 5 centavos de dólar por persona al día ($35 pesos chilenos diarios, o poco más de mil pesos al mes per cápita).
Con tres años de desarrollo para su fabricación, este invento se ha asegurado el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, además de ser anunciado como finalista en el concurso Cleantech Innovate.
La instalación de este sistema está programada para probarse en África (Ghana) a finales de este año, apuntando a resolver problemas en sectores más necesitados. Aún así, la solución es aplicable en cualquier espacio en que resulte eficiente: desde un sustituto para un baño químico en una construcción, vehículos militares, hasta llegar a los yates de lujo. Tal vez, algún día, acabe reemplazando a los W.C. clásicos.