Se rompe el celular y uno piensa ¿me aguanto hasta poder cambiarlo? ¿me compro uno nuevo? ¿gasto mi plata en arreglarlo? Esta última opción siempre es un cacho: buscar un lugar bueno, bonito y barato, y que de pasada no lleguen a estropearte el teléfono en alguna de sus otras funciones.
Pensando en estas problemáticas, apareció Fairphone–"teléfono justo" en español–, una empresa social de Amsterdam, Países Bajos, que busca soluciones "electrónicas más justas". Ahí nació este smartphone que lleva el mismo nombre de la empresa, el cual, ahora en su segunda versión (Fairphone 2), puede desarmarse fácilmente. La intención es devolver al cliente el control de lo que compra y mantener la transparencia del producto.
Además, para la elaboración del aparato, eligieron materiales que vienen de la minería y que estuvieran "libres de conflictos". Según dicen, nada de lo que utilizan está vinculado a guerras, abusos o violación de derechos humanos. La empresa ya ha vendido 60.000 Fairphones, teniendo sólo 34 empleados.
Como si esto fuera poco, la empresa creó un fondo benéfico para los trabajadores.
Cuenta con 2 GB de RAM, 32 GB de capacidad, una pantalla de 5 pulgadas con resolución Full HD, una cámara de 8 megapixeles, batería intercambiable (de 2.420 mAh), una entrada para un chip micro SD (memoria flash más pequeña), y se estrenó en el mercado con Android 5.1 Lollipop. Se puede comprar en versiones de carcasa negra opaca o traslúcida, azul opaco o traslúcido, o transparente.
Lo único que no tiene, es el cargador o audífonos, siguiendo su línea responsable, al suponer que el usuario ya tiene estos accesorios de su anterior móvil y así evitar el desperdicio, contaminación y basura que provoca el comprarlos nuevamente.
El FairPhone 2 puede ser desarmado fácilmente, y no hablamos solo de sacar la tapa de atrás del teléfono, sino que se puede separar la placa principal de la zona de la pantalla sin que esto implique una complicación. Así, se pueden reemplazar las piezas defectuosas y volver a armarse en cosa de minutos. Si falla la cámara, los parlantes del teléfono, el micrófono o el puerto USB, solo con un destornillador y sin la ayuda de nadie, puedes cambiar lo que esté malo y tu celular estará listo. Tal como se ve en el video:
La idea es simple; si se rompe, arréglalo tú mismo. Nada de gastar mucha plata en un servicio o cambiarlo por un teléfono nuevo. La empresa sostiene que hasta para eventuales mejoras en nuevos modelos, el usuario podrá adquirir esos módulos e insertarlos en el smartphone antiguo. Lo único que es intocable, es la placa principal con la memoria y antenas.
El modelo tiene un precio de costo de 325 euros ($251.885), pero en el mercado lo venden a 525 euros ($406.892), el que se adquiere directamente en el sitio de la empresa y se ofrece liberado para cualquier compañía telefónica. Aunque puedes encontrarlo en este link, aun no está disponible para el envío a nuestro país.
En la misma página se ofrecen diversas carcasas impresas en 3D, cargadores (en caso que no tengas) y todas las piezas del teléfono por separado, para repararlo si algo falla.