Suiza, vejez, Europa, jubilación, vida, sociedad, cultura
Imagen: Rodrigo Avilés

Los secretos del mejor país para envejecer

Suiza lidera el reciente estudio de la ONG Help Age, sobre mejores países para envejecer ¿Cómo es llegar a la tercera edad en este país? ¿Qué lo distingue de los otros países del listado? Aquí te lo contamos.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-09-10 | 17:14
Tags | Suiza, vejez, Europa, jubilación, vida, sociedad, cultura
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El envejecimiento de la población mundial es un alivio y un dolor de cabeza a la vez. Si bien indica que estamos haciendo avances en el área de la salud en todo el mundo, al mismo tiempo propone un desafío importante: cómo nos adaptamos política, económica y socialmente a una sociedad con características y necesidades distintas.

Retrasar el proceso de adaptación y todo lo que ello implica (leyes, infraestructura, cultura, etc.) no sirve de nada, porque es una realidad que viene rápido y sin frenos. Según datos de la ONG HelpAge, institución cuya misión es velar por los derechos de las persona de tercera edad, se estima que en 2030, en el mundo habrán más personas sobre 60 años que menores de 10 años. Y 15 años pasan rápido ¡Titanic salió hace 17!

El ránking

La misma ONG publica cada año un estudio que enumera a los mejores países para envejecer, en base a información de la UNESCO, las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial, entre otros, ordenados en cuatro criterios:

1. Seguridad de ingreso. Porcentaje de personas cubiertas por el sistema de pensión (si es que existe), cuántas personas sobre 60 años están en situación de pobreza, sus ingresos y gastos promedio en comparación con el resto de la sociedad y el producto nacional bruto per capita.

2. Estado de salud. Expectativa de vida a los 60 años, como también expectativa de vida saludable, y bienestar psicológico relativo (que se mide mediante la pregunta "¿Crees que tu vida tiene un propósito o significado importante?")

3. Capacidad. Porcentaje de personas entre los 55 a 64 años empleadas y porcentaje de personas sobre 60 años con educación media o superior.

4. Ambiente apto. Conexiones sociales, seguridad física, libertad cívica y satisfacción con el sistema de salud público.

La lista contó con varias sorpresas. Primero, la presencia de varios países latinoamericanos en el top 30, como Panamá (20°), Chile (21°), Uruguay (27°) y Costa Rica (28°), y luego el alza de un nuevo líder, Suiza que saltaba de la "medalla de bronce" en 2014 al "oro", superando a Noruega y Suecia, quienes completan el top tres.

El top ten, según HelpAge. Puedes ver el listado completo aquí.

Como siempre, hay que tomar estas listas como una referencia, no como verdad absoluta. Aunque Suiza sea el número uno, no significa necesariamente que toda la tercera edad del país alpino lo esté pasando genial. Dicho esto, indagando un poco más sobre cómo Suiza llegó a la cima, se pueden sacar conclusiones interesantes que no tienen nada que ver la idea de que "deben tener pensiones grotescas". Curiosamente, el país gasta bastante menos en pensiones que el promedio de los 34 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): ellos destinan 6,3% del Producto Interno Bruto, contra el 7,8% que ocupa el resto.

¿Cuáles son las claves entonces? Veámoslo a continuación:

Sistema de pensiones sólido y solidario

No hay duda de que un elemento importante para tener una vejez tranquila es una pensión fiable. En eso los suizos saben más que de relojes. El sistema suizo de pensiones se basa en tres grandes pilares.

El primero es la pensión universal que se alimenta de las contribuciones que cada suizo debe pagar desde los 21 años o 17 si ya se trabaja, correspondientes al 4,2% (dependientes) a 7,8% (independientes) de sus ingresos.

Este primer pilar se caracteriza por ser el más solidario, con aquellos que contribuyen más aportando a los que menos. Esto permite que la diferencia entre la pensión mínima y la máxima sea del 100%. O sea, Juanito, el empresario millonario, tendrá en el mejor de los casos una pensión dos veces mayor a la de Pedrito, el portero de su chalet de verano, que en términos se dinero se traduce en 27.840 contra 13.920 francos suizos anuales, los mínimos y máximos de la pensión del Estado Suizo (más o menos 19.7 y 9.8 millones de pesos chilenos anuales, respectivamente).

El segundo pilar es la pensión profesional, obligatoria para todos los trabajadores desde los 17 años con un sueldo superior a 21.150 francos suizos anuales (cerca de 15 millones de pesos chilenos), siendo opcional para independientes. Este pilar se basa en los fondos de pensiones que cada empleador tiene, y al que debe transferirse cualquier empleado que trabaje por más de tres meses.

El porcentaje mínimo de contribución aumenta con la edad, partiendo en un 7% de su sueldo a los 25 años, y alcanzando un techo de 18% a partir de los 55 años hasta la jubilación.

A partir de la edad de jubilación (65 años para hombres y 64 mujeres), las personas tienen esta pensión adicional a la que entrega el Estado que, anualmente, equivale al 6,8% de sus fondos acumulados.

Estos dos pilares se pueden describir como los motores independientes que sustentan el sistema de pensiones suizo. El primero depende de variables demográficas, mientras que el segundo principalmente económicas, lo que permite, a la vez, diversificar riesgos.

Finalmente, el tercer pilar es opcional y consiste en fondos de pensiones que las personas contratan con aseguradoras y bancos.

También es importante mencionar la existencia de los beneficios suplementarios, un monto anual al que las personas pueden acceder si no tienen el dinero para cubrir sus necesidades básicas. Los beneficios suplementarios incluyen tres categorías: necesidades básicas (máximo de 19.050 francos suizos o 13,4 millones de pesos chilenos anuales), renta (13.200 francos suizos o 9,3 millones de pesos chilenos) y salud (25.000 francos suizos o 16,7 millones de pesos chilenos).

El que guarda siempre tiene

A pesar de disfrutar de los salarios más altos del mundo, los suizos saben que su aporte privado será vital para una vejez feliz y no lo derrochan. Todo lo contrario: los suizos se cuentan entre las personas más ahorradoras del mundo.

Mientras en Latinoamérica el ahorro promedio no supera el 10%, en Suiza los ahorros rondan el 18%, mucho más que el promedio de la Unión Europea que raspa el 11%.

Una nutrida cuenta de ahorro le permite a los suizos complementar sus pensiones para vivir su vejez de forma mucho más tranquila.

Cuidado geriátrico descentralizado

Un tema inevitable de la vejez es el decaimiento de la salud, que, en muchos casos, requiere de atención continua a largo plazo. Suiza lo tiene cubierto mediante un sistema con cuatro protagonistas.

Si una persona cae enferma y necesita ser internada temporal o permanente en un hospital o requiere de ayuda constante en su hogar, los costos se dividen entre la misma persona (en muchos casos usando parte de sus beneficios complementarios), seguros de salud y accidentes, el Estado y el propio cantón, el equivalente a una pequeña región.

El papel del gobierno local es una de las características del sistema de salud suizo, lo que se traduce en que dos tercios de los hogares para adultos mayores sean públicos o de organizaciones sin fines de lucro que son financiadas y administradas por comunidades políticas locales, a su vez subsidiadas por los cantones.

Este nivel de descentralización le permite a cada consejo comunitario local determinar el presupuesto anual, el tipo y nivel del personal que necesitan, las tarifas, programas de mantención y proveedores, lo que significa un manejo con mayor conocimiento local que evita el hacinamiento o abandono de hogares. Esto se observa en las tasas de ocupación de camas que se mantienen entre un 95% a un 97%.

Las autoridades del cantón, por su parte, inspeccionan estas instalaciones una vez al año.

Mejor salud y más activos

Al cumplir 60 años, los suizos tienen una expectativa de vida de 25 años más, una de las más altas del mundo. A diferencia de la pasiva imagen tradicional de la jubilación, los suizos aprovechan sus años, su buena salud y estudios para vivirlos al máximo.

Así es como el 71,7% de los suizos entre 55 y 64 años tiene un trabajo estable, muy por encima del promedio de la OECD de 54,9%. Pero no todo tiene que ver con el trabajo. Suiza es líder en el mundo en cuanto en proporción de adultos mayores con alto funcionamiento físico (79%), un indicador de que las actividades físicas son un componente importante de sus vidas.

Suiza mete miedo en el fútbol senior. Fuente: SwissInfo

Un ejemplo de la activa forma de vida suiza se puede observar en las cooperativas de personas de tercera edad que se unen para arrendar una casa. Así evitan la aislación y se relacionan con otras personas de su edad con las que pueden viajar o, por qué no, comenzar proyectos.

También existen iniciativas como Wohnen für Hilfe (Alojamiento por ayuda) de la organización Pro Senectute, que incentiva a que personas jubiladas con piezas desocupadas a ofrecer el espacio a estudiantes quienes necesitan un lugar donde vivir, a cambio de colaborar en la casa.

Algunos cantones también cuentan con programas propios, como Ginebra y sus Cité Seniors, centro de información y reunión para adultos mayores donde se dictan talleres, seminarios y debates.

Ciudades amigables para la tercera edad

Otro aspecto importante en la vida de los ancianos, es que toda la salud y el bienestar que gozan no sea arruinado por un bache en el camino, una escalera mal mantenida o un edificio que se les caiga encima. En otras palabras, que la ciudad sea apta para su tránsito.

Varias ciudades suizas han sido parte de programas e iniciativas que buscan este objetivo. Ginebra, por ejemplo, fue parte de la primera guía de la OMS sobre ciudades amigables para la tercera edad, en 2007.

Ya por entonces se describían la utilización de cámaras para dar mayor seguridad, pasajes gratis en el transporte público para quienes acompañaran a personas de la tercera edad y la utilización de buses con suelo bajo para facilitar su ingreso y salida. Las ciudades de Uster y Lugano también han sido objeto de estudios similares.

¿Qué aspecto con respecto a la ancianidad crees que es el más urgente a resolver en Latinoamérica?

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Comentarios
Felipe Lazo | 2015-09-10 | 21:15
0
En el artículo dicen que están bien... Pero claramente a la viejita de la derecha en la foto le dio un infarto.
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Javier Ureta | 2015-09-11 | 11:58
0
jajajajajja es verdad
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Francisco J. Lastra | Colaborador | 2015-09-11 | 12:16
0
¡Nadie dijo que lograr un "alto funcionamiento físico" sería fácil!
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Marcello Romo | 2015-09-11 | 13:49
0
Ilustracion: Abuelito de Heidi y su perro Niebla (en el fondo)
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