Pareciera ser que estamos con el agua hasta el cuello en el ámbito meteorológico. Si hasta se nos inundó el desierto de Atacama, que debido a sus inéditas y torrenciales lluvias, sufrió el desborde de ríos y aluviones. Se le atribuye la responsabilidad al cambio climático, y da la sensación de que no se puede competir contra él, pero quizá si hubiéramos sabido un mes antes que se aproximaban esas tormentas, no habrían debido lamentar la pérdida de vidas humanas y se podría, tal vez, haber mitigado también el impacto material del fenómeno.
Pero como nuestro estilo no es dar malas noticias, como las de las recientes inundaciones que otros medios han cubierto tan bien, les contamos algo para no perder la esperanza: si hasta hoy día solo se podía predecir una fuerte lluvia con 10 días de anticipación, científicos chinos lograron extender ese plazo hasta en 30 días. ¿Cómo te quedó el ojo Edward Lorenz? (meteorólogo al que se le atribuye la teoría del efecto mariposa: como el batir de alas de una mariposa puede llegar a producir un huracán, aseguraba, no se puede predecir el clima con más de una semana de anticipación).
El diario South China Morning Post (SCMP) fue el que dio la noticia de este grupo de científicos, liderado por Xia Zhiye, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales del Instituto de Física Atmosférica en Pekín, quien lleva décadas estudiando las lluvias torrenciales, específicamente de China, Japón, Estados Unidos, México y Reino Unido. A medida que avanzaba su investigación, fueron cada vez más eficientes en predecir lo que ocurriría, llegando finalmente a predecir tormentas con un mes de antelación "sin falsa alarma ni omisión", afirman.
El nuevo algoritmo sería más eficiente que el que usamos hoy en día, porque se centra en pequeñas localidades y estudia sus respectivas particularidades climáticas. El equipo chino asegura que cada sistema meteorológico local debe ser examinado de forma individual, ya que cada uno tiene sus propias peculiaridades, por lo que la información histórica recogida por una estación local es más útil para predecir el tiempo de la zona, que la obtenida alrededor del planeta. Esto es exactamente lo opuesto a lo que se practica en la actualidad, con supercomputadores que miden todo a nivel global y, en el fondo, abarcan más "aleteos de mariposas", por lo que son más variables las que pueden alterarse, generando más incertidumbre y no permitiendo un pronóstico exacto.
Consultado por El Mercurio, el meteorólogo Omar Cuevas, especialista en modelos numéricos de predicción del tiempo, confirmó que la tesis de los chinos tiene asidero: "Los datos registrados en un lugar específico en conjunto con la observación local nos permiten modelar mejor las características de esa zona, aplicando técnicas de procesos físicos. Así es posible hacer predicciones más precisas y con mayor antelación", afirmó al medio.
Este nuevo sistema, en todo caso, "no es perfecto" como afirman sus propios creadores, pues solo permite predecir fuertes lluvias y no detecta otras condiciones meteorológicas extremas, como una tormenta de granizo o huracanes, para las cuales requeriría considerar otros datos, aumentando la complejidad del cálculo.
Pese a esto, se trata de un gran paso en la ciencia, que en caso de masificarse, permitiría que países como el nuestro, con características climáticas tan variadas (y tan débil capacidad de tomar precauciones para prevenir catástrofes), pueda tomar las medidas correspondientes antes de una potencial inundación.