ACTUALIZACIÓN: Grecia finalmente votó por el "no" en el referéndum con un 61,3%. Esto quiere decir que los helénicos están en contra de las medidas de acuerdo presentadas por los acreedores del Eurogrupo, las que le exigían un plan de ajuste para mayor austeridad a cambio de ayuda financiera. 

Ante la respuesta, el Eurogrupo fijó una reunión urgente para mañana martes para estudiar la situación. Alexis Tsipras llevará una propuesta. 

La crisis que tiene a Grecia al borde del colapso dio un nuevo vuelco. Alexis Tsipras, primer ministro griego, envió una nueva carta al Eurogrupo en la que sorpresivamente acepta casi todas las condiciones que le habían impuesto para prorrogar el pago del segundo rescate (cuyo pago de 1.600 millones al Fondo Monetario Internacional [FMI] expiraba ayer y no se cumplió); y para ver la posibilidad de la entrega de un tercer rescate de 35.000 millones de euros para que así Grecia pueda pagar a tiempo sus deudas, y logre estabilizar un poco al país. La prórroga fue negada porque el plazo ya expiró, pero el tercer rescate está en discusión. Hoy a las 17:30 se reunirán para discutir la complicada situación que mantiene a Grecia en corralito, con los bancos cerrados, la Bolsa de Atenas paralizada, la posibilidad de retirar sólo 60 euros diarios de los cajeros automáticos y la eventualidad de que el país helénico, pese a seguir siendo parte de la Unión Europea, pueda verse obligado a salirse del euro, emitiendo su propia moneda.

La situación está complicada. ¿Por qué tanto?, porque por un lado el primer ministro griego no quería aceptar las negociaciones de sus acreedores de la Unión Europea, ya que esto implica nuevas medidas de austeridad queincrementarían el descontento y la calidad de vida de los griegos, como la baja en las pensiones. Y como no llegaron a acuerdo, Grecia no pudo pagar la deuda al FMI, ya que no recibió el último tramo de asistencia financiera. Por otra parte, la troika, compuesta por el BCE, FMI y la UE, no quieren otorgarle un tercer rescate antes de que se resuelva el referéndum de este domingo (el que sigue en pie), en el que Alexis Tsipras llama a la ciudadanía a votar por el rechazo a los planes de Bruselas con el llamado a “defender un futuro no hipotecado para nuestros hijos”. Sin un nuevo rescate, Grecia no tiene posibilidad alguna de pagar las próximas cuotas que debe a la Troika, y la crisis económica de Europa se intensificaría enormemente.

¿Qué pasará por mientras con Grecia entonces? Al no pagar la deuda con el FMI a tiempo, el país pasó automáticamente a default, por lo que deja de tener acceso a los recursos del organismo y a todo tipo de líneas de crédito. Pero si Grecia logra pagar antes de seis meses, la deuda será considerada sólo como un atraso, y las relaciones económicas se retomarían. Para lograrlo, Grecia necesita un rescate urgente para pagar esta deuda y así reactivar la economía del país, que por decisiones internas, se mantendrá hasta el 6 de julio en estado de “corralito” para evitar una corrida bancaria. Mientras tanto, la incertidumbre reina en las calles helénicas. Grecia se convirtió en el primer país desarrollado en caer en default o cesación de pagos al no cumplir con sus obligaciones crediticias.

Medidas del corralito griego

El corralito financiero es una medida política que busca controlar la salida masiva de depósitos bancarios. En momentos de crisis económicas extremas, es común que la gente retire sus ahorros de los bancos (corrida bancaria), entonces, para evitar la quiebra del sistema bancario en un momento en el que la liquidez del mismo no puede hacer frente a la fuga de dinero, los Gobiernos intervienen instaurando un límite a la cantidad de dinero que se puede retirar de los cajeros. Durante el tiempo que dure el corralito, la actividad económica de las familias y empresas se ve muy mermada.

Esta fue la medida que tomó Grecia desde el lunes y que se extenderán hasta el 6 de julio, según indicó el primer ministro, quien puede extender o recortar el plazo. Las principales medidas que se tomaron son las siguientes:

- Los griegos sólo podrán retirar 60 euros de los cajeros al día, hasta nuevo aviso.

- Los turistas podrán sacar dinero normalmente de los cajeros automáticos con tarjetas de crédito o débito expedidas fuera de Grecia. Aplicarán, aparentemente, las reglas de cada entidad.

- Las tarjetas de crédito y débito helenas parecen no tener límite de gasto, pero sólo para operaciones en Grecia. No se podrán adquirir bienes o servicios fuera del país con ellas.

- Se permiten las transacciones por internet en todo el país, la mayoría sin límite, pero no podrán realizarse transferencias de dinero al extranjero. La Oficina General de Contabilidad dará permisos especiales a algunas empresas, como las farmacéuticas, para evitar desabastecimiento de medicinas.

- El transporte público podría ser gratuito durante toda la semana.

Hasta el momento, la población lo ha vivido con calma y no se han presentado protestas masivas.

El origen de la crisis en Grecia

Para entender un poco más a fondo la situación actual de Grecia, es necesario remontarnos al año 2001, en el que Grecia disfrazó su mala situación económica para ser aceptada en la zona euro. Y ya en el año 2009, cuando estalló la crisis subprime de Estados Unidos, que afectó rápidamente a Europa, Grecia contaba con un agujero fiscal equivalente al 14% del PIB, por lo que el país se vio obligado a declararse en quiebra y pedir un rescate internacional.

Desde entonces, el consenso de la Troika (UE, FMI y BCE) los han apoyado a cambio de que Grecia mantenga extremas medidas de austeridad, como recortes drásticos de sueldos, pensiones y servicios públicos. El año 2010 se aprobaron dos rescates que sumaban un total de 240.000 millones de euros, y con eso han sobrevivido durante este tiempo, invirtiendo el dinero en financiar las actividades gubernamentales de Atenas, en pagar los intereses de la deuda y en bancos y fondos de inversión privados acreedores de Grecia.

Los ciudadanos helénicos no han percibido el impacto de los nuevos fondos y las medidas de austeridad exigidas han afectado enormemente la calidad de vida de los ciudadanos griegos, provocando protestas, desempleo, escasez, entre otras estragos. Como se cuenta en esta nota de la BBC, en los últimos siete años, el Producto Interno Bruto (PIB) griego ha caído un 25%, el desempleo se ha triplicado alcanzando el 26% de la fuerza laboral, el 52% de los jóvenes no tiene trabajo, el 45% de los jubilados son pobres por las miserias de pensiones que reciben, el 40% de los niños viven bajo la línea de la pobreza; para mencionar sólo algunos de los conflictos sociales que se están viviendo, y que mantienen al país en protestas y con una calidad de vida deplorable.

En enero de este año llegó al poder el primer ministro Alexis Tsipras del partido de izquierda Syrisa, remeciendo las relaciones con el Eurogrupo, ya que en su programa de gobierno exigía una condonación instantánea de parte de la deuda, al considerarla insostenible, argumentando que la economía griega no crecerá jamás si no se produce una liberación. Tsipras quería ponerle fin a esta “humillante” realidad, prometiendo devolver a Grecia el orgullo y paliar la crisis económica sin atrapar al país en las duras exigencias que le han impuesto los acreedores, quienes continúan solicitando recortes de gastos. Su radical discurso, sin embargo, se ha enfrentado a la dura postura de los países acreedores, que no están dispuestos a ceder ante las presiones griegas, por temor a enviar una señal de debilidad a otros países del eurogrupo que se encuentran en situaciones similares. Así, por varios meses, las negociaciones se han encontrado en un punto muerto que han arrastrado al país hasta la situación que vive hoy día, con un default y desesperadas tratativas para liberar nuevamente los fondos provenientes de Europa.

Qué pasa si Grecia acepta las medidas del Eurogrupo

Este domingo Grecia vivirá el referéndum convocado por el primer ministro, para aceptar o rechazar el acuerdo para el rescate financiero propuesto por Bruselas. La idea de llamar a la población a manifestar su opinión, haciendo un llamado explícito a rechazar estas medidas ya que, según Tsipras, el hecho de aceptarlas, “provocarían una fuerte recesión como condición para lograr una financiación completamente insuficiente”.

El acuerdo, de firmarse, contempla lo siguiente, incluyendo las modificaciones que solicitó el primer ministro en su carta enviada anoche:

- En materia fiscal, el Gobierno acepta las últimas propuestas para el IVA, pero pide mantener la reducción del 30 % en las islas. Las instituciones habían pedido abolir esta rebaja insular.

- En su último texto, publicado el pasado domingo, las instituciones habían cedido respecto a su exigencia inicial de subir el IVA de los hoteles al 23 %, y finalmente habían aceptado la propuesta del Gobierno griego de imponer una tarifa del 13 %.

- En el resto de las tarifas se había llegado ya a un consenso, según el que habrá una tarifa superreducida del 6 % que solo se aplicaría a medicamentos, periódicos y teatro, una del 13 % para alimentos básicos, energía y agua -y ahora también los hoteles-, y una tarifa regular del 23 % para el resto.

- En la carta de Tsipras a las instituciones, se acepta la reducción de 400 millones de euros en el gasto de defensa -el Gobierno pedía 200 millones- pero se pide escalonar esta reducción, empezando con 200 millones en 2016 y pasando a los 400 millones en 2017.

- En cuanto a las pensiones, Tsipras mantiene su petición de retrasar hasta octubre la suba paulatina de la edad de jubilación, y no en julio como exigían los acreedores. En un principio, Tsipras había propuesto enero del próximo año como fecha de comienzo.

- Además, el primer ministro cede en cuanto a los subsidios a los pensionistas de bajos ingresos y ahora está dispuesto a eliminarlos completamente a partir de 2019, en lugar de sustituirlos por otras ayudas, pero rechaza la exigencia de las instituciones de recortar con efecto inmediato en un 20 % el colectivo de personas que puedan beneficiarse de estos pagos.

Hoy a las 17:30 se llevará a cabo una reunión para analizar la propuesta griega y ver si se acomoda o no a lo propuesto por la troika. Pero de todas formas Tsipras insistió hoy con el referéndum del domingo, invitando a la ciudadanía a votar por el “no”."El no al referéndum del domingo, es un paso decisivo hacia un mejor acuerdo a partir del lunes", afirmó, agregando que "han dado un ultimátum al Gobierno griego, nos han pedido poner en marcha todas las reformas del pasado, pero no han hablado nunca de reestructuración de la deuda. La única salida era dar al pueblo la posibilidad de pronunciarse".

Por lo tanto, habrá que esperar hasta el lunes para ver si Grecia y el Eurogrupo llega a algún tipo de acuerdo y se retoman así las relaciones.

Las otras deudas que debe enfrentar Grecia
Al Gobierno de Alexis Tsipras aún le queda un largo camino plagado de préstamos hasta 2017: una deuda de algo más de 29.000 millones de euros a varios organismos —entre ellos, 9.162 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI)— entre 2015 y 2017, según una carta que Tsipras envió ayer a la Comisión en la que explica que el país tiene “problemas financieros urgentes”. Tan solo este año, Grecia deberá desembolsar 12.335 millones; 7.191 más en 2016 y otros 9.619 en 2017.

Crowdfunding para que Grecia pague sus deudas
Un joven británico inició una curiosa campaña de crowdfunding para reunir 1.600 millones de euros en solo una semana y así salvar a Grecia. Pese a parecer una broma, la iniciativa ya lleva reunido casi 1 millón de euros. Para más información, lee esta nota breve que hicimos.