El sonido actúa de formas misteriosas. Tiene el poder de llevarnos a otro planeta, como cuando tu guitarrista preferido toca ese solo, como también de llevarnos directo al manicomio, cuando el tipo que se sienta al lado en la micro decide tararear la canción del comercial de pañales sin ningún respeto por los fundamentos de la rítmica.
El interés histórico de la humanidad hacia la música no hace sino confirmar la importancia que le damos a todo lo que ingresa por nuestros oídos. Y son los audífonos y los parlantes las jeringas con las que nos inyectamos a la vena nuestra necesaria dosis de Do-Re-Mi.
En este contexto, unos nuevos audífonos, que están arrasando en la plataforma de crowdfunding Kickstarter, buscan mejorar nuestra experiencia auditiva, pero no al escuchar música grabada, sino al escuchar los sonidos en vivo.
Tu grupo favorito viene por primera vez al país y conseguiste entradas en primera fila luego de una feroz pelea online que concluyó con la muerte de tu botón F5. Llega el esperado día, y mientras tratas de llegar al nirvana, no puedes dejar de pensar que el bajo no se siente. Tratas se seguir disfrutando, pero el fantasma del bajo te sigue persiguiendo hasta que el grupo toca la última nota. Una experiencia que pudo haber sido perfecta se arruinó por un mal sonidista (quien tendrá un misterioso "accidente" camino a su casa).
Este es uno de los escenarios que quisieron resolver el equipo detrás de Here, los primeros audífonos que te permiten controlar lo que escuchas y cómo lo escuchas en tiempo real.
¿Te gustaría escuchar mejor la televisión, pero no puedes subirle el volumen sin que los vecinos te desalojen? ¿te gustaría manejar el audio de un concierto a tu discreción? ¿te molesta el llanto de una guagua? ¿el motor del avión? Dopper Labs, los desarrolladores de Here, dicen que es posible aumentar, disminuir, potenciar y cancelar cualquier sonido manipulando las frecuencias a través de la aplicación de smartphone que sirve como control, vía bluetooth, de los audífonos.
La promesa de total control sobre lo que ingresa a nuestros oídos ha causado gran interés. En apenas tres días alcanzaron su meta de $250.000 dólares (cerca de 160 millones de pesos) en Kickstarter, con aún 26 días por delante.
Los audífonos cuentan con batería para 6 horas. Here incluye también un estuche-cargador.
"Queremos optimizar cómo escuchas el mundo", dice Noah Kraft, fundador de Dopper Labs, agregando que esta tecnología "te permite escoger específicamente qué escuchar y qué no (...) puedes desde subir o bajar el 'volumen' de tu mundo a través de filtros, lo que te permite, por ejemplo, apagar el llanto de una guagua, a acceder a funciones para mejorar el audio. Usando un ecualizador puedes disminuir el bajo, añadir reverberación, eco...", añade.
Kraft, quien se declara músico "de corazón", ve Here como un instrumento para tener cierto control sobre lo que escuchamos. Desde la era industrial "el ruido ha proliferado (...) y hemos creado solo instrumentos muy básicos para detener eso". Al mismo tiempo, en su opinión, Here ofrece una experiencia de personalización para música en vivo que hasta ahora solo era posible realizar al escuchar música grabada. "Cuando escuchas a música grabada escoges el volumen exacto que quieres, (...) la calidad de la grabación, hay mucha especificidad en ello. Cuando vas a un concierto, simplemente escuchas. Y en nuestra perspectiva, pensamos 'sí, eso está bien, pero por qué no darte un poco de personalización y hacerlo perfecto para ti'".
¿Cómo Here logra lo que prometen sus creadores? El secreto está en los componentes dentro de estos audífonos, que registran el sonido externo y lo reproducen prácticamente sin latencia o demora (menos de 30 microsegundos) en 4 pasos:
1. Un micrófono detecta y procesa los sonidos del exterior.
2. Un procesador digital de señales usa el tipo de algoritmo escogido (dentro de la app, como puede ser "remover llanto de guagua") para producir ondas sonoras adicionales que cambian la señal de audio original, potenciándola, disminuyéndola o cual sea el efecto escogido.
3. La señal de audio original y las señales adicionales entran al oído. La suma de frecuencias resulta en el sonido modificado.
4. Un micrófono procesa la señal de audio modificada para, a través del procesador digital, adaptarla y tener una mejor calidad de salida de audio.
La obra de ingeniería comenzó en 2013, y su principal desafío fue encontrar la forma de contener todos los componentes necesarios en una pieza pequeña. "Nos tomó meses encontrar la forma de acomodar tanta tecnología en un dispositivo tan pequeño que se sienta cómodo y seguro dentro del oído".
Dopper Labs contó con la asesoría de diversos músicos, entre ellos Hans Zimmer, ganador del Óscar por la banda sonora de El Rey León. "Lo que queremos (como músicos) es que el usuario, la audiencia, pueda tener algo de influencia en cómo escuchan una pieza musical, y así, de cierta forma, sean parte del proceso creativo", dice Zimmer, quien cuenta con créditos en nada menos que 100 películas.
Si la inversión significa que ningún concierto será arruinado, y de paso salvará la vida de miles de sonidistas, considérennos dentro.