Clasificados usualmente por turistas y viajeros en muchos países como uno de los servicios donde es más posible ser engañado, estafado o asaltado, los taxis no gozan precisamente de buena fama. Pero una serie de avances tecnológicos está ayudando a hacerlos mucho más confiables.
Bogotá es la ciudad de los taxis. Lo dicen sus propios habitantes y se comprueba con apenas mirar las calles y sus mareas de pequeños autos amarillos. Los propios ciudadanos recomiendan no tomar los vehículos en las mismas calles, sino que siempre llamar. Ahí es donde sorprende el sistema.
No necesitas tener un número de taxi o radio taxi en tu celular o billetera sino que llamas desde un teléfono fijo a un número que siempre será como: 2888888 ó 3111111. Combinaciones de ese estilo, muy fáciles de recordar y también muy variadas. Sea cual sea la empresa proveedora del servicio, siempre contesta una grabadora, oprimes un número que indica la opción de "servicio de taxi", y luego te rastrea la dirección y te la indica.
Si es que es correcta, oprimes otro número confirmando y listo. Luego (y todo aún por voces computarizadas) te dan el número de patente del taxi, un código de seguridad que tendrás que decirle al taxista y el tiempo de espera. Todo esto sin hablar una palabra y sin tener que decir la dirección exacta.
Desde celulares también se puede y son los mismos números fáciles, pero la diferencia es que tendrás que indicarle la dirección exacta dónde estás.
También los mismos taxis de Bogotá, tendrán una aplicación que funciona desde celulares, con la cual el usuario puede saber información del taxista y también reportar de cualquier peligro. La aplicación está interconectada con la central de taxis y también con la Policía Nacional.
Cuando uno usa la aplicación, aparece el número de patente del auto, el número de celular, el nombre de la persona que pidió el servicio y el nombre y teléfono celular del conductor.
Además de eso hay un botón de pánico, que se puede activar cuando exista una amenaza, y en forma instantánea llega la información a la policía con el fin de poder acudir al sitio donde está la emergencia.
En la mayoría de las ciudades europeas, y también algunas norteamericanas, como Nueva York, puedes pagar el taxi con tarjeta de crédito. Lo útil de esto, es que muchas veces no sabes cuánto te va a costar una ida en ese medio de transporte, por lo que pagar de esa forma sería más fácil.
En nuestro país claramente no todos tienen tarjetas de crédito, pero cada día llegan más y más turistas y la mayoría de ellos usan este sistema de pago, por lo que puede ser un gran plus para el turismo, que los taxistas acepten tarjetas.
Ya hay muchos taxis en nuestro país que se están sumando a esta tendencia y aceptan Recompra como método de pago, pero está muy lejos de ser masivo aún.
En Madrid, todos los taxis tienen GPS. No sólo es un instrumento muy útil para no perderse, sino que también para utilizar la ruta más corta que le indique al aparato. De esa forma no se crea desconfianza entre cliente y conductor, porque se utiliza la ruta más expedita para llegar al destino. Algunos radiotaxis de Santiago, ya están utilizando ese sistema.