No es lo primero que te preocuparía si te dijeran que vas a perder la vista, pero lo más probable es que no volverías a andar en bicicleta. El viento en la cara, el ejercicio físico, la sensación de libertad, todas esa sensaciones que damos por seguras, saldrían de tu vida.
En México, donde la ceguera es la segunda discapacidad más frecuente, un grupo de personas decidió que no había que vedas esa alternativa a las personas no videntes y creó una organización sin fines de lucro llamada "Paseos a ciegas", la que con dos ruedas y cuatro pedales, permite que no haya limitantes para volver a ser un ciclista.
"Pensé que nunca más iba a sentir lo que era andar en bicicleta. Hago estática, pero no es lo mismo", cuenta Luz Gabriela Urbán, quien padece de ceguera y es usuaria de "Paseo a ciegas". Ella pertenece al 88,8% de personas que perdió la visión en algún momento de su vida, pero nació pudiendo ver.
La fundación ofrece a personas con discapacidad visual recorrer espacios seguros en la calle montados en bicicletas dobles (esas que tienen dos asientos). El camino lo dirige un voluntario, quien antes de montar la bicicleta debe tomar un taller de sensibilización para que conecten con los pasajeros y ambos tengan una experiencia reveladora durante el paseo.
Lo que busca hacer esta asociación desde hace cinco años, es utilizar la bicicleta como herramienta de inclusión, donde videntes y no videntes compartan espacios y conversaciones, dando cuenta y generando conciencia de que pueden convivir perfectamente en todos los ámbitos sociales.
Yousport es la plataforma que impulsa esta iniciativa, al igual como lo hace con tanto otros proyectos que fomenten el deporte en México. Actualmente están en campaña a través de crowdfunding para aumentar la flota de tándem, como se le llama a las bicicletas dobles y así poder integrar a muchas más personas que pensaron que nunca más volverían a sentir lo que es andar en bicicleta al aire libre.
Tal como ocurre en Santiago, en algunas calles de ciertas comunas, en ciudad de México los fines de semana cierran el paso a los autos para que bicicletas, patines, skates, se tomen algunas vías principales. Es ahí donde se le ofrece a las personas con ceguera llevarlos por alguno de los tres circuitos predefinidos. Los recorridos comienzan a las 9:00 y terminan a las 13:30 horas. Además de estos paseos, Paseo a Ciegas también hace distintos recorridos nocturnos, por fuera de la ciudad, a lugares como Pachuca, Texcoco, para quienes se ubican en el país de las rancheras.
Si bien partió como una iniciativa para integrar a las personas con ceguera, ahora también apoya a personas con discapacidad intelectual, motriz o sensitiva.