Dos mamás preocupadas por la nutrición que los niños reciben en Estados Unidos, decidieron en el 2005 no quedarse de brazos cruzados y buscar ellas mismas la solución. Así crearon Revolution Foods, comida saludable y de precios accesibles que actualmente entrega más de un millón de comidas preparadas a escuelas cada semana.
La comida que los niños recibían en los colegios estadounidense se dividía en comida chatarra y alimentos de misterioso origen, que nadie parecía saber bien qué eran exactamente. Pero había algo que no era un misterio: que los índices de obesidad infantil seguían subiendo y que lo que los niños consumían era cualquier cosa menos saludable. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la obesidad se ha duplicado en niños y cuadruplicado en adolescentes durante los últimos 30 años, cifra que convirtió a este tema en una preocupación nacional.
Pese a que en septiembre de 2012 entraron en efecto nuevas regulaciones para la comida escolar, muchos colegios siguieron sirviendo comidas muy procesadas o poco saludables. Es que para muchos era impensable entregar a los niños comida sana, a bajo precio y que además les gustara. Eso, hasta que llegó Revolution Foods a romper con el mito de que la comida sana no podía ser barata ni rica. Actualmente están presentes en 25 ciudades y la comida que ofrecen cuesta 3 dólares por kit. Y lo mejor: a los niños de verdad les gusta.
Pero, ¿cómo lo hacen para vencer a las papas fritas y salchichas en el corazón de los niños?
Los chefs de la compañía visitan las salas de clases y hacen que los niños prueben la comida y les entregan tarjetas de colores para que den sus opiniones. Además, se adaptan a cada región y la comida que se acostumbra a comer ahí, diversificando así sus opciones y acomodándose a los gustos de los niños, haciendo "versiones saludables" de sus alimentos preferidos. Mantienen sus costos bajos al preparar las comidas en una cocina centralizada.
Revolution Foods vende sus almuerzos envasados a escuelas que ofrecen programas alimenticios gratuitos o de precio reducido mediante financiamiento federal. El 80% de los estudiantes a los que alimentan están en estos programas, destinados para familias de situación vulnerable, lo que significa que no sólo han logrado llegar muchos niños, sino que están llegando a los niños que más necesitan contar con una comida saludable mientras están en el colegio. La edad de sus consumidores va desde los niños más pequeños hasta aquellos que están por salir del colegio.
¿Y en qué consiste esta comida saludable? Los chefs la preparan usando ingredientes naturales, como frutas y vegetales frescos, pan integral que elaboran ellos mismos a diario y carnes sin aditivos como antibióticos o nitratos. Incluyen una porción de fruta en cada kit y al menos 7 gramos de granos enteros o integrales, con un mayor valor nutritivo que los de la comida de otras compañías, que tienden a ser altas en sodio, azúcar y grasa.
Para llegar a un público aun más amplio, recientemente han desarrollado cajas con almuerzos saludables para que los niños las lleven al colegio, las cuales se venden en más de 2.000 tiendas estadounidenses, incluyendo las populares Safeway y Whole Foods.
La preocupación por la alimentación no sólo se centra en evitar que aumente la obesidad infantil. Al estar los niños en pleno desarrollo, su nutrición es muy importante y de acuerdo a diversos estudios, tiene un gran impacto en su comportamiento e incluso en su desempeño escolar.
Tanto niños como adultos necesitan consumir suficientes proteínas para construir y reparar células y neurotransmisores en el cerebro. Los neurotransmisores afectan el ánimo y la concentración. Casos graves de desnutrición y falta de proteínas pueden alterar el desarrollo y funcionamiento del cerebro en niños y adolescentes según la publicación Journal of Nutrition, Health and Aging. También señala, por ejemplo, que vitaminas como la B6, B12 y E son importantes para la memoria visual y pueden mejorar los resultados en pruebas. Estas vitaminas están presentes en vegetales y frutas de colores fuertes.
¿Y qué impacto ha tenido Revolution Foods en los colegios? Su cofundadora y CEO, Kristin Groos Richmond, dijo a la revista Time que los testimonios de padres, alumnos y profesores son muy positivos y han observado "mejor concentración, menos castigos, menos visitas a la enfermería y menos ausencias" en las escuelas.
Además, según Kristin, los colegios le han informado que estarían botando menos comida desde que sus alimentos llegaron a los colegios, prueba de que los niños no sólo pueden comer más sano, sino que además les puede gustar.