Grenoble es una ciudad al sureste de Francia. Su cercanía a las montañas le ha ganado el apodo "la capital de los Alpes franceses" y sus espectaculares vistas atraen a turistas de todo el mundo.
Tal vez por esto, se convertirá en la primera ciudad europea en deshacerse de los avisos publicitarios en el espacio público. Desde enero, alrededor de 2.051 metros cuadrados de publicidad van a ser retirados de golpe de las calles de la ciudad. Era una de las grandes promesas electorales con las que el nuevo alcalde verde de Grenoble, Eric Piolle, ganó las elecciones en marzo pasado.
Resulta que el 31 de diciembre llega a su fin el contrato con la empresa publicitaria JCDecaux que anteriormente aportaba 645.000 euros anules a la ciudad. Luego la empresa comenzó a ofrecerles 150.000 euros, es decir el 0,04% del presupuesto de Grenoble. Por lo que la entrada de dinero ya no era tan significativa. Pero más que el dinero, el cambio se hizo por un tema de principios: se busca promover una ciudad más ecológica y menos agresiva.
"Constatamos que lo que está visible en nuestras calles es una información que no sirve a nuestros ciudadanos: perfumes, mujeres ligeras de ropa, coches, cosas que no tienen nada que ver con lo que se hace en nuestra ciudad, que no benefician a nuestro comercio y que, además, agreden, especialmente a los más jóvenes y los niños que carecen de la distancia o madurez necesaria para desmarcarse de esas imágenes publicitarias que, por lo demás, reflejan un modelo de sociedad catastrófico", explicó Lucille Lhereux, responsable de espacios públicos de la ciudad a La Vanguardia.
Esto sería sólo una primera etapa del proyecto, ya que después se buscará prohibir la publicidad de grandes paneles de ocho metros cuadrados en espacios privados, fachadas y jardines particulares.
Esta decisión municipal fue representada por la Asociación Paysages de France, que fue consultada por la alcaldía para elaborar el programa. "Hay más sensibilidad hacia la estética de los lugares y cada vez más se la quiere preservar", aseguró Pierre-Jean Delahousse, su Presidente. Pero eso no significa que la propuesta no tenga sus adversarios. Algunas personas del mundo de la publicidad aseguraron que la medida es un "atentado a la libertad de expresión". Uno de ellos es Jacques Séguéla, fundador de la agencia de comunicación RSCG y estratega de las campañas políticas de distintos personajes europeos y también quien diseñó la campaña de Ricardo Lagos en nuestro país. "Los verdes son coercitivos en lugar de cooperativos, se instalan en la represión, sin publicidad Francia será un país subdesarrollado", pronosticó en La Vanguardia.
El cambio de Grenoble se ha contagiado a otros lugares también. Burdeos, con su importante alcalde Alain Juppé, prohibió los paneles publicitarios más grandes, de 12 metros cuadrados. En Lille, otra importante alcandía francesa, se está debatiendo seriamente el tema, y desde países como Suiza y Bélgica, llegan noticias de cambio similares.
Y a pesar de que la tarea de limitar la publicidad en grande urbes se ve más bien complicada, puede ser una buena estrategia a aplicar nuestros lugares turísticos para mantenerlos pintorescos y centrar la atención de los turistas en la magnificencia de sus entornos naturales.
¿Crees que es una buena medida?