Miles de personas caminan día a día por las veredas de una ciudad, mientras el sol llena de rayos el cemento de sus calles. Esta escena cotidiana, hoy se ha transformado en dos maneras para generar electricidad sustentable en el entorno urbano.
Baldosas que usan las pisadas de los peatones, además de ciclovías y carreteras que aprovechan la radiación solar son las nuevas tecnologías que ya se están instalando en diferentes ciudades alrededor del mundo. Una oportunidad para transformar su ritmo constante en pura energía limpia y dar un segundo uso a los millones de kilómetros cuadrados de pavimento sobre la Tierra.
¿Se acuerdan del famoso principio la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma? Bueno, lo mismo se aplica a la energía y por eso toda esa que gastamos caminando durante el día podría ser aprovechada. Es lo que hizo la empresa PaveGen con sus increíbles baldosas que transforman las pisadas en electricidad, aprovechando peso que nuestro cuerpo ejerce sobre ellas para encender las luces de la ciudad, entre varias cosas más.
La última vez que les hablamos de esta iniciativa, tan solo se había probado temporalmente en algunos lugares, pero hoy ya cubre zonas de manera permanente en distintas ciudades del mundo y está comprobando la eficacia de generar energía de manera limpia y poco invasiva en el entorno urbano.
¿Dónde están funcionando? La instalación más cool de todas hasta el momento es la que se hizo en la cancha de fútbol en la Favela Morro da Mineira de Río de Janeiro, donde la pasión de los jugadores del barrio se transforma en energía limpia y gratuita para todas esas casas. Pero también hay otros lugares del mundo que se han beneficiado del intenso tráfico de caminantes, como el Aeropuerto de Londres y su terminal 3 que es el más transitado de toda la zona. También en la Estación de Trenes en Saint Omer en Francia, donde diariamente pasan 5 mil personas, una plaza en Melbourne, Australia y las oficinas de Renaissance Works HQ en Londres.
Un sistema similar para generar electricidad, pero pensando para vehículos se ha planeando en las colapsadas calles en México, con el apoyo del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Héctor Ricardo Macías, desarrollador del proyecto, asegura que se trata de una tecnología más económica que la de las baldosas. El sistema integraría una rampa-escalón a cinco centímetros sobre el nivel del concreto, que al recibir el impacto provocado por el peso y la inercia del vehículo, podría generar electricidad para iluminar hogares. Macías agregó que también se podría implementar en lugares con alto flujo peatonal.
Nosotros debemos protegernos del sol, en cambio las calles y ciclovías deberían absorber al máximo todos esos rayos que a diario se reparten en su superficie. Siguiendo el objetivo de la sustentabilidad, Holanda y Estados Unidos planean transformar la estructura vial en una fuente de electricidad.
En EE.UU., Solar Roadways, se define como una "solución real" para aprovechar el fuerte impacto del sol sobre el asfalto de las carreteras. Luego de cinco décadas, de dos prototipos financiados por el gobierno y del desafío de hacer resistentes las células solares, el ingeniero eléctrico de Ohio, Scott Brusaw, está a punto de comenzar a producir paneles solares para insertar en calles y carreteras.
La cantidad de energía solar que llega a la superficie de la Tierra en una sola hora sería suficiente para alimentar el planeta durante un año, explica Neil Fromer, director ejecutivo del Instituto de Sostenibilidad Resnick. Bien, no se puede cubrir el planeta entero con esta tecnología, pero eso demuestra el gran potencial que tiene esta energía renovable en el largo plazo.Gracias a su campaña de crowdfunding en IndieGogo, el proyecto logró reunir más de 2 millones de dólares, lo que hace cada vez más posible concretar el proyecto, aunque algunos críticos cuestionan su viabilidad y otros sugieren que sería más eficiente cubrir primero los techos, que presentan muchos menos desafíos.
Pero los escépticos ya tienen un caso real que demuestra que es posible, pues en los Países Bajos pusieron en marcha SolaRoad, una carretera para ciclistas que pretende suministrar energía para el alumbrado público e incluso para uso doméstico. La ciclovía iría desde la ciudad de Arnhem a Nijmegen, con el objetivo de descongestionar el tráfico diario, ofreciendo una vía rápida para ciclistas más expertos.
Será construida a base de hormigón, con una capa superior de cristal de un centímetro de espesor y cuya cosntrucción fue recientemente puesta en marcha. Debajo de este vidrio templado estarán las células solares de silicio cristalino que recogerán la energía del sol, generando 50 kWh al año por metro cuadrado según las estimaciones.