¿Has sentido alguna vez que las cosas tienen forma de personas o animales? ¿Andas viendo caritas en los enchufes, tapas de alcantarilla, cajas de cartón y hasta en la comida? No eres el único.

Gilbert Legrand empezó trabajando en una revista para niños, hace unos 10 años y desde ese momento comenzó a ver personajes en todas partes. Metido en la mentalidad infantil y agregando a eso su atracción por las herramientas viejas y oxidadas, decidió crear unas particulares esculturas.

En cada uno de estos utensilios encontró algo más allá de lo práctico y les dio vida. Es así como una huincha de medir ingeniosamente se convierte en un grupo de cantantes, una bisagra en un elegante caballero o una antigua manilla en un perro.

"Esto me recuerda a mi infancia y la fascinación que tenía en el momento de las herramientas de mi padre", nos cuenta. Esa inspiración viene simplemente de observar con otros ojos los objetos cotidianos más comunes y así "se convierten en cómplices de un emocionante juego de transformación entre la realidad y la fantasía". 

Mira aquí una selección de sus creaciones.