¿Te has secado alguna vez las manos con esas máquinas que expulsan aire por ambos lados con tanta fuerza que pegan la piel a tus venas? Son una creación del conocido inventor británico James Dyson, quien en realidad es principalmente famoso por diseñar una aspiradora que no necesita bolsa (Dual Cyclone).
Dyson quiere inspirar a los jóvenes ingenieros para que diseñen inventos y por eso su fundación entrega todos los años un premio a las mejores creaciones que resuelven algún problema en particular. Este año postularon muchas buenas ideas y ayer se anunció el ganador: Titan Arm.
En El Definido te mostramos detalles sobre el ganador y una selección de los inventos que nos parecieron más atractivos en el intento de solucionar problemas cotidianos.
Popeye comía espinacas, pero por mucho que lo intentamos nunca logramos sacar esos músculos poderosos y levantar grandes objetos. Titan Arm no se come y tampoco es verde, pero sí permite aumentar la fuerza del brazo para cargar hasta 18 kg. con toda calma. ¿Cómo lo logra?
Con la ingeniería mecánica. Se trata de un exoesqueleto que se pone en la parte superior del cuerpo, como una armadura. Su diseño permite reducir la fatiga y los problemas de espalda, empoderando el brazo y ordenando la postura del cuerpo. No es el invento más estiloso, pero sin duda es una gran solución.
Está pensado para personas que trabajan levantando mucho peso y que sufren frecuentemente de dolores y daños musculares. Además se puede usar para ayudar a víctimas de accidentes cerebrovasculares y lesiones, a reconstruir los músculos y volver a aprender a controlar su motricidad fina. Todo esto acompañado de un sistema que entrega datos útiles para usuarios y médicos.
Normalmente este tipo de exoesqueletos son muy caros y cuestan más de 100.000 dólares, pero esta creación cuesta menos de $ 2.000.
El equipo recibió 30.000 libras y otras 10.000 serán otorgadas al Departamento de Ingeniería de la Universidad de Pennsylvania.
¿De camping y sin poder desconectarte totalmente? Xarius es un generador de energía portátil que permite cargar equipos eléctricos en lugares sin electricidad, porque usa energía eólica. Basta con instalarlo en uno de los cordeles que sostienen la carpa y con el viento, incluso a bajas velocidades, las alas empiezan a girar para generar electricidad. El dispositivo avisa cuando la turbina eólica tiene que ser recargada .
Al creador de esta versátil impresora se le ocurrió la idea porque como estudiante dormía en una pieza muy chica. Ahí se dio cuenta de la cantidad de espacio que se desaprovecha en muchas casos y un ejemplo eran las impresoras. Con sus grandes bandejas de papeles, acaparan demasiado lugar. Así que diseñó una impresora de inyección de tinta que pueda ponerse sobre un montón de hojas de papel y avance por sí misma imprimiendo hoja por hoja. Las impresiones se van ordenando una vez listas y forman otro montón igual al de las hojas en blanco.
Los refrigeradores también calientan: en el proceso de enfriar su interior, inevitablemente generan calor. Unos españoles quisieron aprovechar ese contraste y usarlo para mantener frescas las frutas y verduras, creando un sistema de refrigeración más sostenible.
El frío del refrigerador afecta a los vegetales de diferentes formas: sueltan gases, pierden antioxidantes, se vuelven pastosos, etc. Por eso Oltu busca crear el ambiente ideal con unos recipientes puestos encima del refrigerador. Éstos tienen en su base un tanque de agua que se evapora con el calor expulsado y así se mantiene un espacio húmedo que se combina con la temperatura ambiente: ideal para los vegetales.
¿Calles ruidosas cerca? ¿El perro del vecino está demasiado entusiasmado? Los creadores de Sono quieren transformar las ventanas en un sistema que permite cancelar ruidos o cambiarlos por otros. Si quieres ver cómo funcionaría, mira este video:
Clásico del enyesado: usar una regla para rascarse desesperadamente el brazo. "Los yesos tradicionales son pesados, torpes, no son impermeables, son irritantes, pican y huelen mal, además de que no se pueden reciclar", dejo este grupo de neozelandeses. Para eso crearon un esqueleto que cumple la misma función del yeso, pero es más liviano, abierto y tiene estilo. Por supuesto que se imprimiría en 3D y además en base a un escáner de la extremidad del paciente.