Alrededor del vertedero de Cateura, en Paraguay, viven 25.000 familias. Es una zona complicada. Las personas no sólo viven literalmente junto a la basura y en estado de pobreza, sino que también hay tráfico de drogas y delincuencia. Pero un grupo de personas logró sobreponerse a esta situación y usar la creatividad para sacarle provecho a esta situación.
Flavio Chávez es un trabajador social y profesor de música. En 2006 comenzó a trabajar en el vertedero de Cateura como técnico, pero su pasión por la música lo llevaba todos los fines de semana al pequeño pueblo de Carapeguá, a dirigir una orquesta juvenil.
Un día llevó a su grupo a tocar a Cateura, y todos los llamados "gancheros", es decir los recolectores de basura, le preguntaron si podía enseñarles música a sus niños, que pasaban las tardes jugando entre la basura mientras esperaban a que terminara su jornada de trabajo.
No tenían recursos para darles violines y otros instrumentos a los niños, por lo que comenzaron a experimentar con restos de basura. Con ayuda de algunos padres, fue capaz de reconstruir instrumentos, usando otros materiales que fueron recolectando.
Así en 2006 Chávez creó "La Orquesta de Instrumentos Reciclados", al descubrir que sí era posible elaborar instrumentos musicales que se acercaran al sonido de los instrumentos tradicionales.
Todo es sacado de la basura. Hay instrumentos compuestos por tapas de botellas, latas de comida, bowls de aluminio y tendedores. También saxofones hechos con tuberías, monedas y cucharas y bidones de gasolina transformados en contrabajo.
Esta orquesta está formada por 30 niños, la mayoría de ellos con padres que trabajan justamente de recolectores de basura y han aprendido a tocar canciones de Beethoven y Mozart, los Beatles y también la cumbia colombiana o el bossa-nova brasileño.
Pero Chávez tiene un objetivo que va más allá de la música, ya que cree que la mentalidad necesaria para aprender a tocar un instrumento puede ser aplicada por sus alumnos para que salgan de la pobreza.
"La mayoría les dice a sus hijos que un violín no puede alimentarlos", dijo a The Guardian, Jorge Ríos, un reciclador de 35 años que tiene a sus dos hijas en la orquesta. "Pero gracias a ese violín mis hijos han visto nuevos países. Tienen una oportunidad de tener un mejor futuro".
Rocío Riveros, de 15 años, aseguró a Associated Press que le tomó un año aprender a tocar su flauta que está hecha de latas. "Ahora no puedo vivir sin esta orquesta", comentó, en un concierto exclusivo donde el grupo hasta tocó "My Way" de Frank Sinatra.
La experiencia incluso inspiró el documental Landfill Harmonic (o la filarmónica del basurero), que justamente retrata la vida en este asentamiento y en la orquesta. Este documental está siendo realizado por Graham Townsley, quien ha dirigido varios documentales para la National Geographic y será lanzado en 2014.
La orquesta también involucró a distintos personajes de la comunidad de Cateura. Por ejemplo y según dice el documental, un reciclador del barrio terminó recolectando piezas para la orquesta. "No pensaba que yo iba a hacer instrumentos como estos y me siento demasiado feliz cuando estoy viendo a un niño que está tocando un violín reciclado", cuenta en la sinopsis de la película.
Los jóvenes de la "La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura" han mostrado su talento en Brasil, Panamá y Colombia y también en algunas ciudades de Estados Unidos y también Europa.
"El mundo nos envía basura. Nosotros le devolvemos música", asegura en la sinopsis Chávez. El documental se estrenará el 2014, pero en Internet ya hay varios videos con algunos fragmentos de lo que será esta película, que ya ha inspirado a muchas personas.
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