Se posiciona a pies descalzos, respira, da tres pasos y lanza el avión de papel perfectamente doblado que hizo en un poco más de un minuto antes de entrar a la pista de los aterrizajes menos forzosos del Hangar 7, ubicado en Salzburgo, Austria.
Así pasó a la final Pascual Bengoa, el joven universitario que concursó por la categoría de mayor distancia recorrida. Alcanzó los 47 metros y se posicionó como el cuarto lugar en pasar a la última competencia de Red Bull Paper Wings, que se realizó el sábado 18 de mayo. Y Pascual no fue el único que representó a Chile, Esteban Neira y Martín Segner, también viajaron para participar en las categorías de tiempo en vuelo y de acrobacias, respectivamente.
Aunque ninguno se llevó la gran copa, esto de crear y lanzar aviones de papel definitivamente tiene su ciencia, y en El Definido te contamos todo sobre ella. Entérate aquí de qué se trata la competencia, sobre la oportunidad de Chile y unos cuantos tips para que tu avioncito sea el que recorra más distancia, el que se mantenga más tiempo en vuelo o el que realice las mejores acrobacias.
Red Bull se toma en serio lo de dar alas, porque este campeonato mundial, que ya lleva 13 años, cada día se vuelve más popular. 176 pilotos de 58 países fueron hasta allá en búsqueda de la copa del evento que fue la culminación de 437 clasificatorias, con 52.000 aspirantes en todo el mundo.
“Red Bull Paper Wings toma solo una hoja de papel y el ingenio y las habilidades de su inventor y piloto, y los desafía a volar su avión de papel más lejos y más tiempo que cualquiera de sus rivales”, explicaron desde Red Bull.
Construir un avión de papel y hacer que vuele. Un concepto simple, ¿cierto? Y al mismo tiempo, una gran idea para un deporte competitivo que ya se conoce mundialmente.
Tan simple que no es necesario tener materiales aerodinámicos, ni clavos, ni pegamento. Todo lo que está permitido es un pedazo de papel A4 (un poco más pequeño que el papel tamaño carta).
“Necesitas hacer un avión de papel y ser capaz de hacerlo volar más lejos que el de cualquier otro, o mantenerlo en el aire por más tiempo. [...] Realmente se trata de combinar tu genio del diseño con tu habilidad de vuelo”, explicaron desde Red Bull sobre el campeonato mundial.
Pista de aviones de papel en el Hangar 7/Red Bull |
Un campeonato mundial de una técnica que se origina desde el origami, el antiguo arte japonés de doblar papel.
“El diseño del avión de papel no es una serie de pliegues aleatorios; cada pliegue cuidadosamente colocado crea componentes tradicionales del avión de papel, incluidos el perfil aerodinámico, la nariz, las alas, el timón, el casco, las aletas y la cola, para lidiar con las leyes de la física, incluida la flotabilidad, la estabilidad, el ángulo de vuelo, la posición de elevación, la resistencia, el arco diédr centro de gravedad”, detallaron desde la empresa de bebidas energéticas.
Lo mismo contó Pascual Bengoa desde Austria a El Definido. “Lo importante es la precisión, tiene que quedar perfecto, uno tiene que darse cuenta que cada doblez es muy importante. Todo tiene que quedar bien repasado, no puede quedar con una ‘guata’, como se dice. Tiene que quedar bien hecho y apretado”, dijo sobre el deporte que ya lleva practicando un tiempo, pero que por primera vez lo lleva a una final.
John M. Collins, o el hombre de los aviones de papel, es considerado uno de los mayores expertos de esta técnica. Tiene el récord mundial de mayor vuelo y dice que su éxito se debe a una mezcla entre su amor por la ingeniería aeronáutica y el origami.
“Es que me encanta darme cuenta de cómo las cosas vuelan. Hay un número de cosas que uno puede ver volar cuando niño, insectos, pájaros, aviones y todos vuelan usando mecanismos ligeramente parecidos, lo que es infinitamente fascinante para mí. Y la idea de que puedes doblar una máquina de volar a partir de este recurso tan modesto, un pedazo de papel, es increíble”, dijo Collins para Wired.
Y este año tres jóvenes chilenos compitieron en el evento de Red Bull, uno por cada categoría. En el caso de Pascual Bengoa, se enteró de la competencia porque sus primos compitieron en años anteriores y se preparó con ayuda de ellos.
“Estuve preparando distintos tipos de aviones para ver cuál llegaba más lejos y estuve practicando técnica. Porque esto tiene técnica, saber hacer el avión y fuerza. Entonces es muy importante mejorar con las tres cosas. Viendo videos en internet de lanzamiento de jabalinas principalmente y entrenándome así. Los aviones los partí buscando en internet y practicando fui mejorando los tipos de aviones”, explicó Pascual.
De esta manera, Bengoa llegó a la final, a la que clasificó alcanzando los 47 metros de distancia. El joven zurdo, luego de estirar sus brazos un par de veces, hizo sin zapatos casi los mismos pasos que se realizan en el lanzamiento de jabalina y lanzó su pequeño avión, que aunque no se llevó la copa, lo posicionó dentro de los mejores finalistas, en el cuarto lugar del campeonato.
Por otro lado, Esteban Neira ya había participado en Red Bull Paper Wings en 2012 y 2015en la categoría de mayor tiempo en el aire, y este año su avión estuvo un poco más de siete segundos planeando en el aire.
Desde la categoría de acrobacias, participó Martín Segner, quien alcanzó los 20 puntos el sábado pasado. También un gran logro considerando que el primer lugar obtuvo 27 puntos.
Aunque ninguno de los tres mejores candidatos nacionales se llevó la copa este año, el deporte parece ir agarrando vuelo (literalmente) y ojalá Chile pronto pueda tener un campeón mundial de aviones de papel.
Un simple deporte y un simple concepto, pero no por eso menos adrenalínico. Desde el minuto que se lanza el ligero avión con la técnica de la jabalina, planea en el aire y cae con estilo, todo paso está calculado por los participantes, algunos de los cuales llevan años adentrándose en esta técnica derivada del origami.