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Imagen: César Mejías

Tres flautas de hueso de 43 mil años serían clave para entender el desarrollo humano

Tres flautas de hueso fueron descubiertas al sur de Alemania. Con más de 40 mil años de antigüedad, estos instrumentos corroboraron y refutaron, respectivamente, hipótesis clave para explicar la evolución humana y el poblamiento de Europa.

Por Martín Poblete @martin_poblete | 2018-12-11 | 12:10
Tags | prehistoria, neandertal, homo sapiens, música, flauta, instrumentos musicales, mamut, marfil, paleolítico
“Los neandertales pueden haber hecho música con aplausos y percutiendo sus cuerpos. También puede que hayan usado instrumentos hechos con materiales que se descomponían, pero ninguna evidencia de instrumentos o comportamientos musicales ha sido encontrada” (April Nowell, arqueóloga canadiense).
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A lo largo de los años, la humanidad ha luchado, peleado y muerto por diferentes nociones sobre lo que es el ser humano. A pesar de que somos la única especie que tiene consciencia de sí misma, y por ello deberíamos ser los máximos expertos en lo que implica la humanidad, la historia ha demostrado que este debate no es nada fácil. Por el contrario: es una disputa que parece ser eterna.

Ya lo vimos durante la conquista de América, cuando los primeros esbozos de la etnografía (el estudio sistemático de personas y culturas) comenzaron a aparecer en el mundo intelectual. Por ejemplo, durante la Junta de Valladolid (1550-1551), la Corona Española y la Iglesia Católica deliberaron sobre cuán humanos eran los aborígenes, para medir sus acciones en consecuencia con ello (con argumentos tan notables como el del religioso Tomás Ortiz, que justificaba la inferioridad de los indígenas en su ausencia de barba), y lo seguimos viendo hoy en día cuando, en pleno debate por la ley de aborto, se discute si un feto debe ser o no considerado un ser humano.

Por eso, no es nada extraño que para la arqueología sea tan difícil trazar una línea clara que delimite con exactitud los inicios del ser humano moderno. Si ya es difícil definirlo entre nosotros, que somos todos humanos, imaginemos la dificultad de discernir nuestro propio lugar en relación con ancestros biológicamente diferentes, como los neandertales, que coexistieron e incluso intercambiaron material genético con nosotros, los homo sapiens.

Por fortuna, nuevos descubrimientos han arrojado respuestas que han permitido a la ciencia construir un relato más preciso sobre nuestros propios orígenes. Toma tu garrote y no olvides ponerte tu piel de mastodonte, porque vamos a dar una vuelta por la prehistoria y puede que haga frío.

Las flautas de Geissenklösterle

Aunque distintas subespecies de mamut fueron desapareciendo en distintas épocas y zonas geográficas, y a pesar de que existen hipótesis que culpan a la migración de especies que los expusieron a enfermedades, o a fallas congénitas, a día de hoy prevalece la creencia de que, al menos en el caso del mamut lanudo, su extinción fue causada por la acción combinada de la cacería humana y, en menor medida, por la escasez de alimento provocada por efectos del cambio climático.

La presencia de los mamuts en la vida de los primeros homo sapiens, está más que documentada en las incontables expresiones de arte prehistórico que se pueden encontrar en lugares como las Cuevas de Rouffignac (Francia) y en la Cueva de Altamira (España). De ahí que diversos pueblos a lo largo de la historia, y hasta día de hoy, hayan desarrollado un creciente interés por el marfil de sus colmillos para la elaboración de arte y accesorios.

Incluso ya hace varios miles de años, el marfil de estos megamamíferos se utilizaba para la confección de instrumentos musicales. No para fabricar teclas de pianos, eso sí.

Una serie de excavaciones realizadas sistemáticamente desde los años ’70 en las cuevas de Geisenklösterle, ubicadas al sur de Alemania, han convertido al lugar en un sector clave para la arqueología. En el lugar se han encontrado esculturas, herramientas e instrumentos musicales, entre los que se encuentran algunas de las formas de arte más antiguas de las que se tenga registro.

Entre estos hallazgos, se encuentran tres flautas de hueso (una de marfil de mamut y dos de hueso de cisne), consideradas los instrumentos musicales más antiguos del mundo. En 2012, un grupo de científicos de Alemania, Inglaterra y Australia, lograron calcular, a través del uso de carbono 14, que dichos instrumentos fueron confeccionados hace 42.000 a 43.000 años.

Estas pequeñas flautas obtenían su sonido gracias a un bisel en forma de “V” (similar al de la quena), sobre el que el primitivo intérprete posaba sus labios para soplar. La afinación, sorprendentemente precisa, daba una escala pentatónica (cinco notas diferentes dentro de una octava).

El siguiente video está en inglés. Activa los subtítulos y, en configuración, selecciona traducción al español:

Hasta antes del descubrimiento de las flautas de Geisenklösterle, el título del instrumento más antiguo del mundo lo tenía una flauta hecha con el hueso de un oso, que había sido encontrada en 1995 en las cuevas Divje Babe, en Eslovenia. Sin embargo, análisis posteriores demostraron que se trataba sencillamente de un hueso perforado por mordidas de animales, posiblemente hienas.

¿Un empujoncito a nuestra evolución?

Lo relevante de todos estos hallazgos, más allá de su valor artístico, es que nos permiten localizar en el tiempo y el espacio a los primeros atisbos de los humanos modernos. El hecho de que los instrumentos musicales más antiguos se encuentren todos alojados en cuevas alrededor de Francia y Alemania, principalmente en una zona alemana conocida como la Jura de Suabia, nos demuestra el movimiento que los primeros homo sapiens realizaron durante el poblamiento de Europa.

La Jura de Suabia es una pequeña sierra montañosa que se extiende a orillas del río Danubio, en un sector boscoso y lleno de cuevas.

El descubrimiento de instrumentos musicales de 43.000 años de antigüedad en esta región corrobora, por una parte, la hipótesis de que el río Danubio fue el corredor principal de los movimientos humanos en Europa Central durante el poblamiento de Europa a fines del período paleolítico. Este descubrimiento confirma, por fin con evidencia empírica, que la llegada de los humanos a esta región ocurrió alrededor de 2.000 años antes de una fase de extremo frío, ocurrida hace alrededor de 39.000 a 40.000 años, en la que la región quedó cubierta de hielo. Antes de esto, se creía que los humanos migraron por el Danubio inmediatamente después de este período.

Por otro lado, este hallazgo explicaría cómo es que los humanos modernos nos diferenciamos de los neandertales y otras formas previas de homínidos. Aunque los neandertales compartían varias similitudes con los homo sapiens, no hay evidencia que demuestre que hayan sido capaces de crear formas elaboradas de arte, como instrumentos musicales.

Según le comentó la arqueóloga canadiense April Nowell a NatGeo en 2015, “los neandertales pueden haber hecho música con aplausos y percutiendo sus cuerpos. También puede que hayan usado instrumentos hechos con materiales que se descomponían, pero ninguna evidencia de instrumentos o comportamientos musicales ha sido encontrada”.

Aunque no se sabe a ciencia cierta si es que la música en sus inicios tenía un sentido religioso, ceremonial o meramente recreacional, se cree que esta podría haber sido un factor clave en la consolidación del homo sapiensa nivel evolutivo, por sobre otras especies de homínidos.

En un artículo publicado en 2009 en la prestigiosa Nature Magazine, un grupo de académicos alemanes presentó esta hipótesis, argumentando que la presencia de música en estos pueblos no tuvo efectos directos en la disponibilidad de recursos naturales o en su reproducción pero, desde una perspectiva más amplia, la música podría haber ayudado a crear y mantener mayores lazos sociales, facilitando la expansión demográfica de los humanos modernos.

Según esta hipótesis, el desarrollo de la música y la cultura en general habrían permitido diferenciar a los humanos modernos de las conservadoras poblaciones de neandertales.

¿Crees que el desarrollo de la música fue un factor relevante en nuestra evolución?

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