Cuando Martin Kunze era un joven alemán de 13 años, se encontraba de vacaciones en España con sus padres, y tuvo una idea. Escribió un mensaje que decía “si encuentras esto, por favor, contáctame” junto a su número telefónico y su dirección, y lo metió dentro de una botella, la cual enterró en la arena, con la esperanza de que una hermosa chica lo encontrara y lo llamara al año siguiente, según contó a la revista GQ. Pero nadie lo llamó ese año. Ni al siguiente. Ni tampoco al siguiente. Pero más de 30 años después, ocurrió algo asombroso.
Un retirado que paseaba a su perro en la playa encontró la botella y pidió que le tradujeran el mensaje al español. Se contactó con Martin, pues sus padres mantenían la dirección que —el entonces adolescente— había escrito. Con cincuenta años, cinco hijos y un proyecto para construir una cápsula del tiempo que durara miles de años en carpeta, Martin recibió el llamado tomándolo como una señal de que iba por el camino correcto con la construcción que estaba llevando a cabo. Alguien había encontrado su mensaje y se interesaba por saber sobre la persona que lo había escrito. El tiempo pasa y los seres humanos seguimos anhelando el contacto con otros, conocerlos y entenderlos.
Pero, ¿exactamente qué es una cápsula del tiempo? Son recipientes herméticos construidos con el fin de guardar mensajes y objetos para que las generaciones futuras los encuentren. Se les llama de esta forma desde 1937, pero el concepto es muy antiguo y existen pruebas de cápsulas de este tipo que datan de la época de los primeros asentamientos humanos. Se estima que en el mundo hay más de 10.000 de estos objetos. ¿Lograrán perdurar en el tiempo y ser abiertas por sus destinatarios?
Mucha gente considera que la primera “cápsula del tiempo” convencional, con una fecha de apertura especificada en el futuro, es la Cripta de la Civilización, que surgió en la Universidad de Oglethorpe en Atlanta, Georgia, en 1936. La fecha en la que esta cápsula debería abrirse es en el año 8113, más específicamente el 28 de mayo. En ella hay miles de páginas de documentos, películas, fotografías y grabaciones de voz compiladas en microfilmes, incluyendo textos religiosos como la Biblia o el Corán junto a obras literarias como La Ilíada. El libro de récords Guinness en 1990 catalogó a este proyecto como “el primer esfuerzo exitoso de guardar un registro de la actualidad para los habitantes del futuro o algún visitante de la Tierra”.
Cripta de la Civilización |
Pero pensando en cápsulas del tiempo cuya fecha de apertura esté algo más cercana, ¿sabías que Yahoo también hizo una cápsula del tiempo que se abrirá en su cumpleaños número 25, en el año 2020? Esta cápsula busca recordarnos cómo era la vida específicamente el año 2006, y recibió más de 170.000 aportes distintos de cosas que la gente quiso inmortalizar para cuando la abramos en dos años más. ¿Qué te imaginas que aparecerá en ella? ¿Quizás ese hit del verano que pasaste años intentando borrar de tu cabeza?
Cápsula de Yahoo |
Volviendo a la historia de Martin Kunze, hace un tiempo el alemán leyó un libro que le llamó mucho la atención, La Tierra sin Nosotros, de Alan Weisman. El libro, que inspiró también una serie documental del canal History Channel, explica a nivel científico qué pasaría con todo lo que la humanidad ha construido si ésta desapareciera del mundo, ya sea por alguna plaga o desastre natural. Indaga sobre cuánto tiempo las ciudades y nuestras grandes estructuras tardarían en desmoronarse, qué cosas perdurarían por siglos y cuáles desaparecerían. Uno de los materiales que el libro señala que se mantendría intacto por largo tiempo, es la cerámica. Esta idea dio a Martin mucho sobre lo cual reflexionar, especialmente porque su ocupación era precisamente la de ceramista.
Así fue como la idea de crear su propia cápsula del tiempo, llamada Memory of Mankind (MOM), fue tomando forma. Pero debía resolver preguntas cruciales primero: ¿Cómo construir algo que perdure miles de millones de años, para que sobreviva a una potencial catástrofe o la desaparición de la humanidad? ¿Cómo incluir en esta cápsula, cosas que cualquier ser –humano o no— pudiese entender y “leer”? Y finalmente, ¿qué información seleccionaría e incluiría en ella?
La respuesta a las primeras dos preguntas, guardaban relación con su oficio trabajando en cerámica. La cerámica ya ha sobrevivido miles de años, contándonos la historia de nuestros antepasados y antiguas civilizaciones que la utilizaban. Pero ya era hora de modernizarla, con cerámica de alta tecnología que pudiese almacenar texto e imágenes permanentemente, creando una tablet de cerámica. Y para garantizar que todo fuese legible, la información que se agregara a ella sería toda análoga: textos, ilustraciones y fotografías.
Y por último, ¿qué información es la que debiese incluir? Para responder esa pregunta se debe definir el sentido de MOM. No pretende tener un “respaldo” de nuestro conocimiento, porque el conocimiento constantemente se modifica y expande, explica el sitio oficial de la cápsula. Sería muy presuntuoso, según señala, pretender compilar de manera efectiva todo el conocimiento que es altamente dinámico. Sin embargo, las historias de cómo adquirimos ese conocimiento, sí pueden guardarse para que en el futuro sean rescatadas. Por este motivo, el MOM recopila desde tesis de doctorados hasta artículos que documentan la historia de un cierto ítem o tema.
El contenido de MOM, finalmente se divide en tres categorías. Contenido automáticamente compilado (como editoriales de los principales periódicos de cada país), material preseleccionado por instituciones, como universidades y museos, y finalmente cosas que cualquier individuo puede presentar. Sí, cualquiera, también tú puedes narrar una historia y presentarla, llenando un sencillo formulario web.
Y bueno, ya existen las tablets, ¿ahora qué se hace con ellas? Primero, se pueden comprar o puedes colaborar con el proyecto para ayudar a financiarlo. Por otro lado, una buena cantidad de tablets están siendo guardadas en una mina de sal en Alemania, donde, según la geología, los archivos saldrán a la superficie dentro de muchos años sobre cristales de sal, de manera similar a lo que seguramente pasó con la botella en la cual Martin enterró su mensaje a los 13 años.
GQ Magazine |
¿Quieres conocer más cápsulas del tiempo? Sólo el año pasado fue encontrada una de 1995, que incluía una carta que acertaba increíblemente en sus predicciones sobre cómo sería nuestro presente. Este año se abrió también una enterrada en 1993 en la Universidad de Shenandoah, en Virginia (Estados Unidos). Por otro lado, Gizmodo publicó una lista sobre las mejores cápsulas del tiempo que fueron abiertas en el año 2015, la cual incluye el mensaje en una botella más antiguo que ha sido descubierto.
El mensaje en una botella más antiguo que se ha descubierto. Gizmodo |
Por otro lado, las aventuras espaciales tampoco se quedan fuera de los esfuerzos del ser humano por preservar conocimiento, y prueba de ello es el satélite KEO, que debería ser lanzado el año 2019 llevando en su interior una serie de mensajes en los cuales todos pueden colaborar, y otra información valiosa como muestras de arena, agua del mar, tierra y un reloj astronómico. La idea es que el satélite vuelva a la tierra dentro de 50.000 años después de su lanzamiento.
Varias listas de internet recopilan las mejores o más recientemente abiertas cápsulas del tiempo, y seguramente el ser humano seguirá esforzándose por dejar rastros de lo que ha significado su paso por la Tierra por muchos años más. Las preguntas que seguimos sin resolver, de todos modos, siguen siendo quiénes encontrarán estas cápsulas, dentro de cuánto tiempo lo harán y qué pensarán de aquello que dejamos atrás.