BTS, Super Junior, EXO, Girl's Generation, Black Pink. ¿Conoces estos grupos? Son algunos de los más populares de k-pop, la música pop coreana que se ha tomado la industria musical mundial hace ya varios años. En Chile tiene más de 70.000 fans y mueve miles de millones de dólares en el mundo.
No es algo nuevo, sino que un fenómeno que se viene gestando hace más de una década, pero Gangnam Style y el grupo sensación del momento, BTS (sigla para para Bangtan Sonyeondan, en coreano, o “boy scouts a prueba de balas”, en español), lo han vuelto global y masivo.
Y el fanatismo en Chile es excepcional. El diario norteamericano The New York Times, publicó un artículo el año pasado sobre la “inesperada popularidad del pop coreano en Chile”, porque las visitas de estas bandas a nuestro país, han desatado locura y roto récords de ventas. Los gritos más altos registrados en la historia del Movistar Arena, de hecho, fueron en el concierto del año pasado de BTS, según informa la misma nota.
Pero ¿qué diantres es el k-pop, por qué suma y suma seguidores, y que está provocando en Chile? Investigamos el tema y conversamos con tres fans chilenos del k-pop: un bailarín, una cantante y un youtuber. Te contamos nuestras conclusiones.
Música pop, potenciada en su máxima expresión
En simple, el k-pop es música pop coreana. Nada más. La K es por Korea (en inglés). Pero lo que viene dentro de este paquete musical es inigualable, según los fans. Porque va mucho más allá de un género, es el pop potenciado en su máxima expresión y con una velocidad de reinvención enorme.
Analizamos algunos rasgos característicos de este género, tomando como base el capítulo de la serie En pocas palabras sobre el k-pop (del medio estadounidense Vox), y también lo que opinan algunos fans chilenos con los que hablamos: la cantante María José González, el bailarín Kevin Oyala y el youtuber Shippo (Sebastián Carrasco).
¿Qué caracteriza al k-pop?
Música amigable, adictiva y que combina géneros
Lo que hace que exista tanto fanatismo en torno al k-pop, es lo adictiva que son las canciones. Sus letras, que hablan del amor, de los problemas adolescentes y de cosas amigables, se diferencian de otros estilos y lo hacen muy atractivo para los jóvenes, especialmente.
Una sola canción de k-pop, como ejemplifica Vox con I got a boy de Girl’s Generation, puede reunir varios géneros populares de la época, como hip hop, pop rock y EDM (música electrónica bailable, por sus siglas en inglés).
Potenciando lo visual
A diferencia de otros géneros de pop y uno de los ámbitos más característicos del k-pop, es su potencia visual. Sus shows en vivo son de una producción gigantesca, así como sus videoclips, en los que usan muchas luces, colores vivos, realizan coreografías perfectas y usan unos trajes loquísimos.
Una academia coreana de artistas
Los grupos de k-pop no suelen ser de menos de cinco personas (BTS tiene siete, EXO doce, Girl’s Generation ocho) y cada uno de ellos tiene un rol específico: el líder, el compositor, el rapero, etc.
Cada uno de estos grupos son creados a partir de un proceso muy específico, según Vox, que puede llevar años. Primero, la industria musical coreana busca y hace audicionar a distintos jóvenes artistas; luego los selecciona, entrena en danza, baile y canto; y finalmente los reúne en grupos pensados rigurosamente. ¡Y pum! Se crea un grupo de k-pop. Una verdadera academia de artistas coreanos.
Un fenómeno que se sale de las fronteras coreanas
La estrategia del k-pop es internacional, y esa es la razón por la que se ha llegado a todos los rincones del planeta. Las canciones son en coreano, pero siempre incluyen frases en inglés y los nombres de las bandas suelen ser acrónimos (siglas que permiten su pronunciación como una palabra), para que no sea necesario traducirlos en el mercado global.
Es por eso que actrices como Emma Stone han declarado estar obsesionadas con el k-pop, o se hacen flashmobs por todo el mundo (como por ejemplo este, realizado al frente del museo Louvre en París, el 2011).
Dicen que no es una moda, sino que llegó para quedarse
Para el sociólogo y youtuber Shippo (que actualmente tiene 27, está viviendo en Corea del Sur y se dedica a difundir contenido de k-pop desde allá a los hispanos), lo que más le gusta del género es la capacidad de reinventarse con el tiempo. Según él, hace diez años el k-pop era completamente diferente, pues ha estado evolucionando constantemente, lo que hace que uno se pueda mantener en él sin aburrirse, descubriendo nuevos estilos. “Es super bacán esa constancia, de ir innovando con el tiempo”, señala.
Para el profesor de danza urbana y bailarín de danza contemporánea, Kevin Oyala, es lo mismo. El k-pop “va a quedar en el tiempo”, dice. Él es parte de Level Two, un grupo de baile chileno creado para fusionar el k-pop con la danza urbana, quienes han ganado en importantes competencias internacionales de k-pop.
El axé, por ejemplo, según él, no se renovó constantemente. Le sacaron el jugo a lo que ya estaba y después quedó obsoleto. Cree que el reggaeton, por el otro lado, se renovó, pero ahora para muchos sigue igual y le ha costado mantener un ritmo de renovación constante.
“Lo que a la mayoría le toma un año dar el paso, al k-pop le toma una semana (...) siempre van adelante. Los grupos de k-pop van jugando con nuevas fórmulas y las van mejorando y renovando una y otra vez. Es un género eterno”, agrega.
Chilenos adoptando la cultura coreana
María José González, es una fanática del k-pop. Hace un par de años se fue a Corea del Sur a participar en Duet Song Festival, un programa coreano para el que la contactaron por Instagram y en el que tuvo la oportunidad de cantar con la cantante de k-pop, Kim Boa.
Así como en este, María José nos contó que también ha participado y cantado en muchos otros programas coreanos. “Para mí el k-pop es una oportunidad [...]. Me gusta mucho y Corea me ha entregado la oportunidad de cantar, la cual no he tenido en Chile”. Para ella, este país es su segundo hogar.
Para Kevin, el k-pop es su “casa, hogar y cimiento, el primer lugar donde me sentí parte de algo”. El k-pop, según él, nace a partir de comunidades y como hoy la conectividad es tan grande, eso se potencia, permitiendo además que se pueda exportar material chileno- k-pop hacia afuera.
Y para Sebastián, la cultura coreana es parte de su identidad. Vive allá, estudia allá (el sistema educacional coreano es de los mejores del mundo) y ya es parte de la cultura asiática.
El k-pop se ha transformado en un fenómeno global y en Chile especialmente ha tenido un impacto importante, que probablemente seguirá creciendo con los años. Sus canciones pegajosas, sus coreografías perfectas y sus impresionantes producciones, los han llevado al éxito mundial y han convertido al k-pop en uno de los mayores productos de exportación de Corea del Sur.
¿Te consideras fanático/a del k-pop? ¿Sabes algo más que nos puedas aportar?
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