Ronca, pituda, suave o chillona, cada uno tiene su voz y con ella se presenta frente al mundo. ¿Sabías que cada vez que hablas se sincronizan más de cien músculos de tu cuerpo? La usamos prácticamente todos los días y a veces, abusamos de ella, por eso debemos ser más conscientes de su importancia y de lo que puede decir sobre nosotros, porque muchos ignoramos que revela bastante más de lo que simplemente decimos al hablar.
En El Definido conversamos con Rébecca Kleinberger, investigadora francesa en el MIT Media Lab. Ella es experta en voz y nos contó qué es lo que han descubierto algunos estudios sobre una de las herramientas más importantes de nuestro cuerpo.
Dice el interés por el estudio de la voz humana y específicamente, la base neuronal de la voz es fascinante. Desde los antiguos griegos, los científicos han estado interesados en cómo funciona el cuerpo humano y han estudiado las acciones musculares y órganos en cadáveres o animales. Pero como la voz humana requiere que el sujeto esté vivo y consciente, aún se está descubriendo y refinando nuestra comprensión sobre cómo funciona, gracias a los avances en la tecnología.
Kleinberger nos explica que nuestra voz depende de muchos parámetros diferentes, algunos de ellos son fisiológicos: si eres más alto y más grande, tienes más probabilidades de tener una pista vocal más larga y, por lo tanto, una voz más grave. La forma de la nariz también cambia las voces de las personas.
Pero igual hay factores culturales involucrados, como los acentos y la forma en que aprendemos a hablar. “Cuando eres bebé, aprendes a hablar por ingeniería inversa las voces de los adultos, pero hay muchas maneras diferentes de dar forma a tu caja de voz para producir un sonido ‘ah’, por ejemplo. Entonces todos aprendemos una de las muchas maneras posibles de hablar y así es como todos creamos nuestra propia postura vocal”, dice.
Sabemos perfectamente que para pedir un favor, tenemos que poner un tono de voz amable si queremos tener éxito, de lo contrario, al decirlo de forma brusca o mala onda, probablemente nos den un rotundo “no” como respuesta.
Sin embargo, muchas veces somos inconscientes de cómo cambiamos nuestra voz dependiendo de la persona con la que nos estamos relacionando. Está comprobado que tienes una voz diferente para cada persona con la que hablas; con tu mamá, con tus amigos o con tu jefe, hablas distinto.
Kleinberger nos explica que esto se llama “mímica vocal”, y se trata de un proceso inconsciente que hace que uno se adapte a la persona con la que está conversando. “Para cada interlocutor, cambian ligeramente los parámetros de la voz, como la respiración, la velocidad, la textura, el tono, el timbre y el acento”, asegura.
Cuenta que no se sabe con exactitud de dónde viene este fenómeno, pero que como somos criaturas altamente sociales, se podría tratar de una forma de expresar adhesión en un grupo social cohesionado.
“Como diría Sophie Scott (una de las principales investigadoras de la risa en el mundo), es un regalo que le damos a los demás”, señala Kleinberger. Es decir, nuestra voz “personalizada” para cada persona con la que hablamos, es un obsequio único dirigido a esa especial relación que generamos con él o ella. Así que deberíamos comenzar a verlo como tal y darle más importancia a nuestra voz.
¿Qué pasa si te contamos que solo por la voz se podría reconocer a una embarazada? Parece broma, pero no lo es. Kleinberger nos cuenta que investigaciones han revelado que la voz está muy relacionada con las hormonas. “No estamos seguros por qué, pero hay receptores de hormonas biológicas en todo el aparato vocal”, dice.
Por ejemplo, los hombres pasan por un cambio ultra notorio durante la pubertad, su voz pasa a ser mucho más grave, debido a los cambios de testosterona. Y en este proceso, deben vivir una época de su vida aceptando los incómodos “gallitos”. Esto se llama muda vocal y está relacionado también con el crecimiento de algunos órganos, como la laringe, que es donde se produce la voz. En la mayoría de los hombres, la voz completa su madurez, recién a los 20 años.
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¡Y las mujeres tampoco se salvan! Aunque también cambian levemente la voz durante la pubertad, luego con cada embarazo también hay variaciones, pero sin embargo, el cambio más notorio es después de la menopausia, junto con muchas otras transformaciones que se deben enfrentar.
Kleinberger nos cuenta que la investigación también ha demostrado que es posible percibir cambios en la voz de femenina durante los ciclos menstruales. Con un análisis de la voz, se puede ubicar con mucha precisión la etapa del ciclo menstrual en que se encuentra una mujer.
Es interesante el fenómeno que se produce con las voces femeninas y masculinas, ya que cambian a lo largo de la vida, sin embargo, al principio y al final son muy parecidas. Es difícil diferenciar la voz de un niño o una niña, pero cuando van creciendo, la voz se convierte en un marcador de su identidad y llegada la vejez, vuelve a parecerse.
Investigaciones recientes, dan pistas sobre lo que nuestra voz puede revelar respecto a nuestro estado de salud. ¿Cómo?
Por ejemplo, el matemático Max Little y su equipo, han sido capaces de distinguir las turbulencias específicas y las no linealidades de la voz con máquinas que pueden aprender encontrar la forma en que los músculos se ven afectados por la enfermedad de Parkinson. Según Little, esta podría ser una herramienta objetiva para detectar la enfermedad antes de que sea demasiado tarde.
También se ha investigado la relación entre la voz y una enfermedad cardíaca. Kleinberger explica que la invención del estetoscopio en 1816, ya era una forma de obtener información sobre el corazón, escuchando los sonidos del cuerpo. Sin embargo, gracias a los avances, “hoy en día sabemos que los tipos específicos de ronquera en la parálisis de la voz y las cuerdas vocales, pueden ser predictivos de las condiciones cardiovasculares”, asegura.
Y ahora, en el departamento de neurología del MIT están investigando el potencial de usar los cambios de tempo en la voz como un marcador de depresión. Esta podría ser una herramienta muy útil para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, ya que quienes tienen depresión, hablan con un tono de voz más bajo, más plano, más suave y con más pausas.
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Como te habrás dado cuenta, la voz es una herramienta poderosísima que no está separada del funcionamiento de nuestro cuerpo y que por lo tanto, debemos cuidar, apreciar y ponerle atención. “Para mí es importante redescubrir y aceptar nuestra propia voz, porque es bastante única y dice mucho sobre quiénes somos y de dónde venimos”, sostiene Kleinberger.
Esta charla TED está en inglés, pero si activas los subtítulos en inglés y el traductor de la página, podrás leer los subtítulos traducidos al español (un defi-truco que te servirá de ahora en adelante)