En una casa en Colombia hace 35 años nació la más pequeña de siete hermanos, Patricia Rincón, quien se crió bajo la regla de que nada se botaba, todo se cedía. "Mi familia se preocupaba que no se tirara nada, la ropa se cedía de hermano a hermano y yo era la más feliz porque recibía todo", cuenta entre risas.
Esto que parecía cualquier otra costumbre familiar, pero sin darse cuenta formó lo que hoy es Patricia; exponente y fuerte promotora en Latinoamérica del movimiento sostenible de la moda, el Slow Fashion.
Slow Fashion, la moda que no incomoda
La tendencia Slow, cuenta Patricia, parte en Italia en los años '90, pero no precisamente pensando en la moda, sino en la comida. Las personas comenzaron a engordar y cuando se preguntaron por qué, la respuesta estuvo en que en vez de comer saludable, sólo se preocupaban de satisfacer una necesidad, por lo que comían hamburguesas, papas fritas y todo lo que fuera más rápido.
A esto se le llamo el fenómeno del Fast Food, por lo que comenzó una tendencia para lograr lo contrario, el Slow food, una consciencia respecto a la alimentación, donde existe una preocupación por el origen natural y la calidad de lo que se consume, además de una celebración al acto de comer. De esta forma se fueron agregando otras ramas al "slow", entre ellas el Slow Fashion, que fue recién acuñado en 2007.
Sobre esta base, Patricia explica que este movimiento no significa solo comprar ropa usada o utilizar los chalecos que tu abuela te heredó. El Slow es un complemento de muchas cosas que terminan en un estilo de vida transversal; vida sana, alimentación sana, forma de vestir consciente.
Esto último es un punto muy importante del Slow Fashion y que nos lleva al meollo del asunto: ¿qué es realmente este movimiento? Bueno, es una generación de consciencia de la industria de la moda, que lo que busca realmente es desacelerar las cadenas de producción de vestir y erradicar el pensamiento de comprar más porque hay más ofertas.
Por el contrario, promueve prendas vintage, ecológicas socialmente, el consumo de productos de diseñadores locales y, por sobre todo, busca crear conciencia en las personas sobre que la calidad va por sobre la cantidad: es mejor tener menos, pero de mayor calidad y que perdure en el tiempo.
Lo que explica Patricia es que día a día las personas se ven tentadas por la última tendencia y las ofertas, compran sin estar conscientes de las consecuencias, la cantidad de basura que eso significa y la explotación laboral que hay detrás. En 2010 se estimó que el 5% de los desperdicios en los basurales de América del Norte eran textiles y que a pesar de que el 90% de ellos son reciclables, el 85% va directamente a la basura, reciclándose solo un 5%.
Además, la industria textil se identifica a nivel mundial por ser una de las actividades más contaminantes a raíz de los residuos que genera y los altos consumos de agua, energía, y reactivos químicos que son necesarios para la fabricación del producto.
Es por eso que el Slow Fashion se considera ecológico socialmente, por su preocupación por el medio ambiente produciendo menos ropa y así tener menos basura año a año. En este sentido, dice que "no puedes hablar de moda que aporte a las personas, cuando realmente tu sistema de alimentación es un desastre o no te preocupas por lo que botas a la basura, tienes que ser coherente en todo y hacer una cosa transversal en tu vida".
Para ella fue en Colombia donde todo partió, en su familia primero, pero después, en el año 2000, comenzó un fuerte interés en diseñadores que se preocupaban de recuperar materiales y ahí comenzó una conexión con la moda consciente. "Y era la moda que a mí me gustaba, me pasó que siempre lo había tenido, pero no sabía que era", cuenta Patricia.
En esos años aún no se acuñaba el término Slow Fashion, pero ella siguió el camino que le gustaba, dejó de preocuparse de tener la última tendencia o comprar sin necesidad y un día se topó con este movimiento y dijo "ya perfecto, esto es lo que andaba buscando, porque es una moda muchísimo más social, conectada con la naturaleza y tiene intenciones claras".
Patricia estudió Comunicación Social en Colombia y luego Diseño de indumentaria y marketing de moda en Argentina, carreras que logró unir en su plataforma Slow Motiv donde "se comunica todo lo que hace referencia al Slow", explica, quien además agrega que "desde la plataforma se comunican ejemplos de emprendedores que están realizando en Latinoamérica proyectos con temas de Slow, de tecnología, diseño, moda, se habla de alimentación consciente, de hábitos saludables y se apoya a los diseñadores locales".
Después de crear la plataforma, Patricia sintió que faltaba más acción, que no se podía sólo quedar con una página web que comunicara, necesitaban generar movimiento e interacción entre las personas, diseñadores, emprendedoras y que moda slow se conociera mediante la vivencia.
Esto hace que ella decida fundar la "Semana de la moda Slow" que se realizó primero en Chile en 2014 y éste año en Colombia, evento que logró levantar con ayuda desinteresada de los mismos diseñadores que aportaron para poder llevar a cabo el proyecto.
Un año se demoró en gestar el primer evento en Chile, para el cual cuenta que no tenían nada de plata, "solo las intenciones reales de que sucediera y fue una odisea, se creó bajo el amor que había para que se realizara, para integrar a las personas y que se enteraran de este evento". Así logró que Estación Mapocho le prestara el lugar sin ningún cobro, tuvo el apoyo de diseñadores que pusieron las pasarelas y dinero para pagar a las modelos.
Como vio que había sido un éxito, al punto que diseñadores colombianos, de Argentina y Uruguay quisieron participar, decidió que era momento de llevarlo a Colombia este año y donde cuenta que fue todo un éxito también.
Hoy Patricia se dedica sólo a las comunicaciones, no a su rol como diseñadora. Esto, porque se quiere mantener fiel en sus creencias, dado que para ella "el mundo está muy lleno de ropa, demasiado, y no me sentiría cómoda generando vestuario; mi papel en este momento es más la generación y creación de espacios para entregar experiencias y vivencias".
Todo esto la llevó a ser parte de los speakers del Festival Internacional de Interacción Social, Fiis 2015, donde tendrá un espacio para contar su experiencia, sus vivencias y metas respecto al Slow Fashion, espacio en que Patricia buscará entregar su mensaje: que la mayor cantidad de personas se informen de los procesos de producción, de qué es el slow y recién ahí decidan qué ropa comprar.
Su presentación será el sábado 24 de octubre a las 12.30 pm. en el evento FiiS "Sunset Speech", en el Parque Bicentenario, con entrada liberada, donde además se presentarán otros speakers, como Rohan Marley y Patch Adams, acompañados de distintos grupos de música y artistas, entre los que se encontrarán Julieta Venegas.