Desde que Marcelo Pérez egresó de Diseño en la Universidad Católica el 2001, se percató de un problema que había en su formación. Tanto lo teórico como lo técnico tenía una base sólida, pero el nivel práctico era pobrey eso tenía directa relación con el desempeño laboral, sobre todo cuando se trataba de alguien que elegía el camino freelancer (independiente). ¿Cuánto cobro por mi trabajo? ¿Lo hago por el producto total o por hora? ¿Mis derechos de autor tienen valor? Eran muchas dudas para esos 3/4 de egresados que querían trabajar de forma independiente y que sólo habían recibido un 9% de los ramos dedicados a Gestión.
"Somos buenos creando productos, pero no sabemos ponerlos en el mercado. Aprendemos a cobrar, tributar y gestionar derechos por ensayo y error. El objetivo de Grafiscopio es justamente remediar esa deficiencia, y esta labor ya ha sido reconocida por seguidores en toda Hispanoamérica, desde aficionados al arte hasta universidades y estudios jurídicos", cuenta Marcelo, creador de Grafiscopio, una red de profesionales que recopila y comparte información legal, tributaria, comercial y metodológica para el ejercicio profesional de gráfica y artes visuales.
Entre las categorías de las que se hace cargo figura ilustración, editorial, publicidad, tributaria, académica, y muchos otras. Hay artículos que te hablan de cómo vivir del comic, de los mitos del freelancer, el submundo de las ofertas de empleo en Diseño y tantísimos más. Es cosa de sentarse a buscar y si llegaras a no encontrar lo que buscas, se manda la duda y se recibe una respuesta que la resuelve.
- ¿Cuáles son los principales errores que has podido identificar que cometen los profesionales de la gráfica y las artes visuales?
"La desidia por leer (según P.J. Onori, escribir correctamente debería ser un skill básico para el creativo) y de informarse, por ejemplo, sobre temas legales, financieros o laborales; el enfocarse excesivamente en el producto y poco en el servicio; el cobro basado únicamente en la ejecución (desestimando los derechos patrimoniales inherentes a toda creación intelectual) y la negociación informal: sin contrato ni anticipo, o lo que es peor, trabajando en forma especulativa (sin garantía de remuneración) o cediendo derechos a cambio de 'exposición', e incluso de nada".
- ¿Cuáles son las principales dudas que llegan al sitio de parte de los profesionales?
"Aquellas relativas a Derecho de Autor (cómo limitar o gestionar la transferencia de derechos por obra gráfica o visual, diferencia entre derechos patrimoniales y morales, entre cesión y licencia, entre cobro a tanto alzado y royalties, etc.); temas tributarios. También recibo frecuentes consultas o alertas sobre bases de concursos gráficos, donde he descubierto las exigencias más disparatadas de parte de organizadores. Por ello Grafiscopio las analiza y desglosa, para prevenir a potenciales concursantes".
El artículo sobre declarar impuestos mensuales mediante Formulario 29 es uno de los más leídos del sitio, siendo visitado por profesionales de diversas disciplinas. Además, Grafiscopio ha organizado diez debates sobre el tema tributario abierto a la comunidad y siete sobre propiedad intelectual, donde se han tratado temas desde el derecho de autor hasta el plagio, para atender las dudas de los profesionales del área. En el sitio también se pueden encontrar artículos instructivos para las preguntas frecuentes de los usuarios y compartir los comentarios pertinentes con otros interesados.
- ¿Cuál sería el primer paso que debiéramos hacer para avanzar?
"Toda reforma comienza necesariamente por la etapa formativa, donde es más fácil modelar el esquema mental y permite definir un protocolo para el ejercicio profesional, común a todos. Sería muy loable que los planteles de educación superior incorporen o refuercen asignaturas relacionadas con Propiedad Intelectual ("catalizador que convierte la actividad creativa en industria creativa", según el British Council), gestión (administración de un negocio creativo), negociación y tributación; temas tan propios de nuestro desempeño como saber dibujar, disparar una cámara o manejar software".
No estamos tan solos
El tema de los derechos de autor y el pago justo por el producto diseñado son en gran parte las preocupaciones de los profesionales de la industria. Marcelo asegura que no es algo particular de nuestra idiosincrasia, sino que se repite el mismo escenario en varios países. Para él, el tema va por profesionalizar la actividad e informarse.
- ¿Qué nos falta a nivel cultural para que no ocurran problemas de derechos de autor, sueldos, etc.?
"Uno pensaría que nos falta el rigor de la ética protestante y que en países desarrollados estas cosas no suceden, pero ese es un gran mito: tras recopilar y leer infinidad de artículos o videos en inglés y español, me di cuenta que las infracciones a derechos de autor y problemas derivados de negociación informal entre freelancers del área creativa son transculturales. Lo que falta a nivel individual es una disposición activa por profesionalizar la actividad e informarse (empezando por leer algo tan elemental como la ley Nº 17.336 de Propiedad Intelectual chilena); pero también a nivel colectivo e incluso institucional, promover el respeto por el Derecho de Autor, que va de la mano con el reconocimiento al enorme ―y muy concreto— aporte económico de los profesionales independientes y las industrias creativas. Al respecto, sugiero leer el informe La Economía Naranja: una oportunidad infinita (2013), del BID.
En cuanto a sueldos, creo importante reconocer la sobreoferta profesional y tal vez limitar la matrícula de carreras saturadas, pero antes que eso, apuntar hacia un mercado global, porque Chile es diminuto. Un solo dato: 80% de la industria creativa nacional se concentra en el área metropolitana (según Leonardo Ordóñez, Santiago Creativo). Insistir en buscar empleo creativo a nivel local me parece algo muy poco creativo, en especial desde que existe internet".
- ¿Qué aconsejarías para que cobraran bien los profesionales? ¿Por hora? ¿Según años de experiencia/rubro?
"Tanto en Chile (charla Cómo cobrar diseño, U. Pacífico, 2012) como en el extranjero (Freelancers Union) la tarifa por hora sirve para proyectos muy acotados y es la norma entre principiantes. Los veteranos en cambio prefieren cobrar por proyecto, basados en su experiencia y la relevancia del encargo. Además, la "hora-hombre" tiene el inconveniente de que se refiere a ejecución, pero no considera derechos. Ejemplo: diseñar el afiche para una banda folklórica regional te toma el mismo tiempo que otro para una mega-banda de rock internacional. ¿Es razonable cobrar lo mismo, teniendo en cuenta las enormes diferencias de difusión, vigencia y relevancia de la obra?
Los derechos son precisamente eso: la forma, plazo y territorio en que será usada tu creación. Factores determinantes para la tarifa. Célebre fue el caso del fotógrafo norteamericano Allen Ayres: cierta empresa farmacéutica quería usar una de sus imágenes. Considerando solo la ejecución, Ayres pensaba cobrar US$ 1.000, pero antes buscó asesoría del experto en fotografía y derechos John Mireles. Finalmente terminó recibiendo USD 18.000 a cambio de una licencia exclusiva.
Aprender a cobrar es un arte y una ciencia que parte por conocer la diferencia entre costo, valor y precio, pasa por ofrecer al cliente soluciones (no problemas) y termina cuando entiendes que negociar es algo más que números: intervienen habilidades blandas, psicología, tacto e incluso tu presentación personal. Me extendería, pero prefiero invitarlos a leer nuestro artículo titulado ¿Cómo cotizar un trabajo gráfico?"
Sabemos que en El Definido hay muchos lectores dedicados a la ilustración, el diseño, el área editorial, que aunque sabemos que se hace por amor al arte, merecen ganar una retribución justa por su trabajo. Es un trabajo exigente y desafiante que merece ser pagado y entendido como tal. Los invitamos a visitar Grafiscopio, informarse y nunca dejar de hacerse preguntas sobre cuánto valor tiene lo que hacen.